Cap 1 Un cambio diabólico

1.1K 16 0
                                    

Cogí fuertemente mi espada para darle muerte aquella bestia del infierno, este es mi trabajo y era defender a los campesinos de estas bestias demoníacas venidas del infierno, que les arruinaba las cosechas. Yo soy un guerrero, de casi dos metros, cuerpo musculoso y de larga melena que viste una reluciente armadura y aquella bestia tiene una apariencia abominable, cuasi tres metros de altura, piel rojiza, gigantescas alas oscuras, sus pies eran pezuñas, tenía cientos de colmillos y hasta ese momento nuestro enfrentamiento en los campos de cultivo fue agotador. Le había clavado un par de veces mi gran espada y estaba bañado en su propia sangre. Cerré los dientes con fuerza y me lance contra él y le clave mi espada en el pecho. El monstruo cayó al suelo derrotado y yo al final había ganado. Los campesinos salieron de sus escondites y lo comenzaron a celebrar la muerte de ese demonio. Yo me quite mi caso y los observe, ellos querían que toda la fiesta estuviera centrada en mí.

El vino, la mejor comida y las chicas más guapas y jóvenes se acercaron a mí aquella noche. Cuando me dejaron a solas con una de las campesinas en mi habitación, pude acariciar esos grandes y perfectos pechos, esas caderas, esos muslos, ese coñito que comencé a penetrar sin cesar, ella abrazaba mi cuerpo musculoso y sentía como mi sudor caía sobre su cuerpo.

Cerré con fuerza los dientes y me corrí, otra campesina embarazada aquella noche, ya iban cuatro tendrían mi descendencia como en otros tantos pueblos, ellas estarían orgullosas de tener en sus vientres tan buen material.

Aquella mañana recogí mis cosas y fui hacia el establo par coger mi caballo, volvería a cabalgar por el mundo buscando otra aventura. Pero antes de partir me encontré con un chico delgaducho, no muy alto de unos 14 años que había madrugado para poder hablar conmigo. Él es Marvin uno de los chicos que estuvieron viendo mi enfrentamiento contra el demonio:

-Señor por favor déjeme ir con usted, mis padres murieron por ese monstruo.

Yo le mire a los ojos muy serio y negué con la cabeza, era demasiado joven para enfrentarse a los demonios y otros monstruos, pero en sus ojos había algo especial, eso me convenció ya que necesitaría ayuda para mis deberes, que alguien lavara mi ropa y que llevara mis cosas.

-Chico coge tu caballo y nos iremos ¿Vale?

El chico me miro con una sonrisa en los labios y fue a buscar su caballo, en el fondo necesitaba algo de compañía, era algo solitario mi viaje.

No muy lejos de allí en las montañas oscuras una de las diablesas Tritit pudo ver en su bola de cristal como exterminaba con uno de sus hermanos, la mujer vestida de negro, cuerpo perfecto, grandes pechos, culo carnoso, extrema belleza de ojos verdes. Tenía dos cuernos en su cabeza y un largo cabello oscuro. Sus pies eran pezuñas. Ella me odiaba por ver aquello y por eso quiso venganza:

-Caballero te convertiré en una de las nuestras.

Nuestro camino pasó por el desierto de la muerte, muerte para los desdichados que no sabían sobrevivir, yo había viajado por los peores parajes, por los peores sitios que un ser humano podría vivir sin encontrar la muerte. Cabalgaba con mi caballo en silencio y vi como mi compañero Marvin se moría de sed, no estaba acostumbrado a aquella zona y se estaba muriendo de sed. Le mire a los ojos:

-Dale un trago a la cantimplora y después toma esta hoja, te la metes en la boca y no dejaras de crear saliva y no sentirás sed, así ahorraremos agua.

El jovencito sonrió y le dio un trago a la cantimplora, también cogió la hoja que le ofrecí, el chico asintió con la cabeza agradecido. Se estaba haciendo de noche y estaba decidido a decirle al chico que pusiera la tienda de campaña para descansar, pero nos encontremos con una casa que estaba en la nada, en medio del desierto. Me bajedel caballo y fui a picar a la puerta, esperaba que tuviera la suerte de quenos diera un sitio para dormir. Marvin cogió las riendas de los dos caballos y espero que alguien nos abriera. Al abrirse la puerta y apareció frente anosotros una mujer de pelo oscuro, muy atractiva, cuerpo voluptuoso, su vestidode la tela más pudiente remarcaba su cuerpo, con un escote apretando sus grandes pechos.

De Caballero a DiablesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora