ii. peddo

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—No te veo en todo el día y ya haces estupideces—dijo Maximus

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—No te veo en todo el día y ya haces estupideces—dijo Maximus.

Se había despertado tarde así que no pudo ver al tejón antes del desayuno (Selene se había burlado porque, según ella, parecía un ogro gruñón por no haber visto a su amorcito). Tampoco se encontraron en clase ya que hoy no tuvo ninguna clase con los Hufflepuff y sus horas libres no coincidieron así que recién ahora se veían. Se alegraba que les tocará vigilar la misma área del castillo.

—¿Qué hice?—preguntó confundido Diggory.

Trató de recordar si durante el día hizo algo estúpido pero había tenido un día normal. Fue a clases, estuvo con sus amigos y ayudó a un par de niños de primer año que se habían perdido. Definitivamente no hizo nada estúpido...Al menos que estuviera hablando de que se le había caído el jugo de calabaza mientras cenaba.

—Llevas una insignia que dice pedo—respondió la serpiente como si fuera obvio—. Encima esta mal escrito.

—No está mal escrito. Y no es peddo. Es «Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros.»

Max se pellizco el puente de la nariz. Sin poder creer que su novio estuviera diciendo semejante estupidez. Si su padre ya se molestaría por estar con un chico entonces se pondría como loco si supiera que esta saliendo con un imbecil que defiende a los elfos. Todos sabían que los elfos domésticos vivían para complacer a sus amos y que no sabían hacer otra cosa. Todavía recordaba como el elfo de su abuela murió unos meses después de que ella muriera.

—Es ridículo—bufo—. Nunca antes te había oído quejarte del trato hacia los elfos—su cabeza hizo click—. Fue la estúpida mestiza, ¿cierto?—frunció el ceño al ver como las mejillas de Cedric se tornaban escarlatas—. Ella te convenció para que te pusieras esta cosa.

—Te dije que dejes de llamar a Eli de esa forma—la expresión avergonzada del tejón cambió por una molesta—. No entiendo por qué no te gusta. Ella no te hizo nada.

Maximus apretó su mandíbula al escuchar que Cedric llamaba "Eli" a Eleanor Lupin. Odiaba que él le hubiera puesto un apodo. Odiaba que ella pudiera abrazar a Cedric delante de todos y él no. Odiaba que verlos a los dos riéndose juntos en las cenas sin preocuparse de los demás. Odiaba que ella tuviera a Cedric envuelto en su dedo. Odiaba cuando escuchaba a las chicas chismosas decir que Cedric estaba saliendo en secreto con la menor de los Lupin y que por esa razón Cedric no salía con nadie desde el año pasado. Le daba arcadas cada vez que oía ese tipo de cosas. Pero Maximus no podía decirle a Cedric porque sabía que le diría que él no era quien quería tener una relación en secreto. Así quien escuchaba las quejas y los lamentos de Max era su prima. Selene era la única persona que lo entendía. Ella entendía la presión que sentía porque era la única que sabía toda la verdad. Maximus quería estar con Cedric pero no podía cantarlo a los cuatro vientos y arruinar su boda. No tenía permitido cometer un error de ese tipo. De hecho no podía cometer ningún error. Suficiente era su existencia. Maximus era el error de la aventura de su madre. No podía decepcionar al Señor Selwyn, le debía todo lo que tenia.

—Es irritante. Con sólo verla ya me da dolor de cabeza.

—¡Nunca te tomaste el tiempo de hablar con ella!—exclamó indignado el castaño—. ¿Qué haces?—se alejó de al ver que intenta quitarla la insignia.

—Salvar tu poca dignidad—respondió Selwyn.

—Hoy estas más amargado de lo normal—dijo Diggory—. Pensé que estarías feliz de verme pero en lugar de eso estamos discutiendo por una insignia.

Max quiso decirle que el verdadero problema no era la insignia-aunque de verdad le parecía muy estúpida-y que en realidad era Eleanor Lupin. No podía hacer cada cosa que ella le pidiera. La verdad no se sorprendería si un día Cedric aparecía con el pelo rosa sólo porque la mestiza le dijo que ese color le quedaría bien. Tampoco se sorprendería si saltará al lago negro por ella. Sabía que era capaz porque una vez Cedric se tiró al lago sólo para recuperar su anillo. Max lo regaño diciéndole que era un idiota porque tenía el dinero suficiente para comprarse otros diez anillos más. De todas formas terminó besandolo porque pensó que era lindo que el tejon se hubiera lanzado al agua sólo para recuperar algo suyo.

—Ayer no te parecía amargado.

—Ayer me estabas besando.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro del pelinegro. Sin esperar más colocó sus labios encima de los de su novio formando un dulce beso. Pero la magia del momento desapareció cuando escuchó una risa. Esa risa la reconocería en cualquier lado. Rápidamente se separó de Cedric para encontrarse a Gwendoline Nott a sólo un par de metros de ellos.

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MISTAKE ✧ CEDRIC DIGGORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora