Amor de cerezo y pastel de canela

La Realeza

Habían pasado más de dos horas, Sinon se encargaba cuidadosamente del postre ya que eso complacía al señor Kirigaya. En tanto Shinkawa y Liz preparon la comida fuerte, los tres estaban muy exhaustos pero al final consiguieron preparar todo a tiempo.

-- ¡Terminamos ya!-- decía Liz feliz con alegría-- hace tiempo que no preparaba algo tan grande.

-- La familia Yukii es muy estricta con la comida pero Sinon les complacerá con su torta de cereza-- menciono Shinkawa un tanto pensativo, en cambio Sinon no pudo evitar sonrojarse un poco.

-- B..Bueno...-- Sinon abrió la ventana de la cocina. Miro el horizonte feliz por el trabajo, luego se percató de que se acercaba dos carruajes.

-- ¡Llegaron!...-- exclamó Liz-- Iré a los establos antes del que señor me encuentre aquí.

Los carruajes llegaron a la entrada de la inmensa mansión. Rápidamente un señor alto sin pelo vestido de traje fue abrir la puerta de los coches de caballo.

-- ¡señor Kirigaya!-- extendió su mano para ayudar al viejo.

-- Gracias Agil-- bajo del carruaje con cautela acompañado de un baston que apoyaba en su otra mano.-- Ve atender a la familia yukki-- empezó a estornudar.

De la misma forma Agil fue abrir el compartimiento y ayudo a las señoritas bajar del carruaje, dos esbeltas mujeres bajaron. Una de ellas era Asuna que venia acompañada por su madre.

Asuna vestía un esplendido vestido rojo, en sus hombros cubrían una pequeña corona de rosas hechos de la misma tela, se deja ver parte de su pecho y su espalda tenia un gran escote. Por ultimo, su falda era tan extenso que tocaba por milímetros al suelo, simplemente una preciosidad Asuna. En cambio, su madre se vestía en común como las señoras de esa poca. 

--¡Bueno llegamos!.. Ágil acompáñalas adentro-- Agil asintió.

(Opening 1)

Agil enseño a la dos invitadas todo el establecimiento, disfrutaron ambas del paseo sobre todo la mamá de Asuna quien admiraba el poderío económico del viejo Kirigaya. Luego fueron al gran comedor donde les esperaba un gran banquete.

-- Esto se ve exquisito-- expreso Asuna mientras se sentaba.

--¿Continuamos con nuestra conversación?-- insistió la madre de Asuna.

-- Por supuesto-- el viejo Kirigaya puso si mantel en su garganta.

-- Su hijo será un gran esposo para mí hija-- comento mientras bebía vino-- Mi hija Asuna Yukii tuvo un gran estudio, tiene modales y sobre todo su gran belleza que es envidiable por dónde ella va.

-- Tiene mucha razon-- el viejo Kirigaya miro atentamente a Asuna

-- ¿Entonces está de acuerdo con el matrimonio?-- cuestionó la mamá de Asuna.

-- Si pero tendrá que esperar hasta que mi hijo vuelva del extranjero, será dentro de un mes.-- tomo el vino. -- ¿Dime muchacha estás de acuerdo?

-- ¡Si! Estoy entusiasmada por conocer a su hijo.-- dijo Asuna feliz por la idea de casarse.

-- Mi hijo Kazuto Kirigaya ha ganado la lotería con usted, tan pronto como venga arreglaremos el matrimonio-- dijo feliz el señor.-- Bueno, cambiando de tema es hora de comer el postre. ¡Sinon! Sirvamos los postres.

Sinon acompañada por algunos sirvientes más llegaron al comedor con una bandeja pequeña de postres. Se sirvió cada uno un pequeño plato con un trozo apetitoso de pastel de cerezo. Todos disfrutaron de la delicia hecha por la peli castaña, sobre todo el viejo Kirigaya que se deleitaba por sus postres.

-- ¡Que delicia!-- comento Asuna-- Puedo saber ¿Quién lo hizo?

-- Es una de mis sirvientas que vino recién-- comento encantado-- Ella es Asada Shino, aquí le dicen Sinon..

-- Vaya peculiar apodo, bueno es típico que los empleados se pongan esa clases de sobrenombres-- comento la madre de Asuna mientras sacaba un abanico.

-- Me parece  lindo su apodo-- comento Asuna.

-- Hija...-- frunció el ceño su madre.

-- Lo siento-- dijo cabizbaja Asuna.

Justo ese momento alguien introvertida escuchaba su conversación de tras de la puerta, más bien era su costumbre hacerlo cosa que para el mayordomo Agil no era visto en bueno ojos, era el único que se daba cuenta.

-- ¡Sílica!-- regaño Agil.-- Sabes bien que es de mala educación escuchar la conversación de otras personas..

-- L..Lo siento-- tan rápido salió corriendo de ahí, Ágil intento atraparla pero no pudo atraparla al final la dejo como si nada hubiese pasado pues era una costumbre.

En la cocina

-- ¿Será que el señor habrá gustado de tu postre?-- comento Shinkawa.-- Si nos pasa algo será tu culpa.

-- Mejor anda déjale este pequeño plato y este postre a Liz-- comento Sinon sería.

-- ¡Bien! Pero no te enojes..-- cogió la comida y fue directo al establo. Luego de unos minutos vio a Sílica acercarse.

-- ¿Qué haces aquí?-- se acercó Sinon para acariciarle.

-- jaj nada estaba escuchando la conversa de las dos familias-- dijo Sílica entusiasmada-- Tengo noticias te interesa..

-- Dime jej-- Sinon tomó el último trozo que tenía guardado para ella y le dió a Sílica.

-- Kazuto Kirigaya vendrá dentro de un mes-- dijo Sílica que disfrutaba del pequeño postre. -- ¡Está rico!..

-- ¡Vaya!.. después de cinco años al fin culminó sus estudios allá en Francia-- ¿Cómo será él ahora?..

-- ¡jaja vaya no sabía que tenías interés por el heredero!-- Sílica con su comentario hizo sonrojar a Sinon.

-- No..no es lo que piensas-- dijo Sinon mientras recordaba algo de su infancia.-- Bueno y ¿Algo más?

-- Él se va a cazar con Asuna Yukii-- dijo mientras comió el último pedazo que quedaba.

-- La familia Yukii, dicen que su hija es la más hermosa de todo este lugar, envidiable de muchas chicas. Vaya que afortunado será Kirigaya-- comento Asada con una mirada triste.

-- Bueno tengo que regresar con Liz-- de inmediato se fue corriendo sin antes de dar un gran abrazo a Sinon.

Después de la despedida de Sílica, Sinon limpio la cocina, ya siendo muy tarde se retiró a su pequeña habitación. No era como los de la clase alta pero al menos tenía una cama cómoda y un pequeño escritorio, ahí tenía un pequeño cuaderno y lo llamo
"Mi amuleto de la suerte"
Anotaba cualquier cosa o pensamiento pues no quería perder la educación de escribir que poco le enseñó su madre antes de su muerte.

Abrió la página de su cuaderno y reviso su primer apunte.

"Mi primer regalo él fue el único que me dió este cuaderno" atentamente: Shino once años.

-- Ya no me siento sola después de este regalo que me diste.-- miro al cielo nocturno.

Siguiente capítulo: recuerdos