Amor de cerezo y pastel de canela

Amigos

Un tiempo atrás
Kirito recorría las calles de Francia con su amigo Eugeo, era la rutina semanal después de una jornada cansada de estudios. Ambos tenían un semblante tranquilo, lo cual decidieron sentarse en un rincón.

-¡Hey Kirito! -llamo la atención de su amigo que lo miraba con una afable sonrisa-Debemos de salir acampar a la laguna de Annecy, sé que te encanta salir explorar lugares-su amigo solo asintió y volteo su vista al cielo, tenía sus pensamientos en otro lado.

-¿Ocurre algo? -miro preocupado, conocía muy bien a su amigo.

-Vaya...-- hizo un pequeño suspiro de resignación, su amigo no se detendría hasta saber su situación-Es sobre Alice.

-¡Entiendo! -Eugeo se puso nervioso ante la mencionada, le gustaba mucho antes de que Kazuto llegara a Francia. Cuando se presentaron formalmente Alice quedo maravillado con el peli-negro, desde ahí siempre busca una oportunidad para estar con él. Eugeo sabía que incluso Alice llegaría extremos con tal de pasar tiempo con su mejor amigo, sin embargo, no podía hacer nada más que resignarse y aceptar los sentimientos de su amiga-Se ven muy bien juntos ¿Por qué no lanzas la primera piedra?

-Alice es una mujer muy hermosa, no cabe duda de eso, su personalidad algo altanera; pero muy amable a los que quiere-hizo una breve pausa para pensar-Hay algo que no me gusta de ella, aún no he podida descifrar eso.

-Tomando en cuenta que solo han conversado muy pocas veces es difícil conocerla por completo-palmeo su hombro-¡Ja! Esta es tu oportunidad de conocerla mejor, si vamos los tres a la laguna...

-Suena bien, pero Eugeo no querías dedicar este viaje de pesca y cacería solamente para los dos-tal comentario puso algo nervioso a su amigo-Es decir, no tengo problema de que Alice nos acompañe.

-Tranquilo Kirito nos ira muy bien...

-Bien si tú los dices-Aun tenía sus dudas respecto a Alice, él sabía perfectamente que le gustaba. Quizás este viaje abra muy bien su mente.

Pasando una semana los tres partieron a dicho lugar, Alice estaba muy emocionada por acompañar a su mejor amigo y amor platónico, por otra parte, Kazuto se limitaba a observar los bellos paisajes que le brindaba Francia; estaba totalmente hipnotizado de ese lugar sin duda. Finalmente, Eugeo estaba muy atento de los movimientos y miradas entre Alice y Kirito, aunque le dolía tenía que aceptar los sentimientos de su amiga; cualquiera para su época hubiera forzado un matrimonio arreglado, pero Eugeo jamás forzaría amar a alguien debido a su excelente crianza.
Los tres la pasaron muy bien en su estadía en la laguna de Annecy cazando y pescando como una vieja canción de un pueblo cercano ahí. En el último día Alice se acercó a Kirito para hablar a solas, necesitaba mencionarle sus sentimientos, era el momento.

-Kirito, necesito decirte algo-noto un semblante nervioso a su contrario, aunque entendía a que rumbo iba la conversación. En fin, el solo asintió-Me has gustado desde que te vi, no hay hombre como tú en Francia que brillé por su inteligencia y una figura física excepcional ante ojos, acéptame como tu pareja-esperaba una confesión corta, no una prosa forzada.

"Alice es tan directa, no estoy seguro de aceptarla."

-Tienes una belleza inigualable como ninguna otra chica que conozca en estos rincones, inclusive me volvería adicto a tus encantos hermosa dama, sin embargo, no puedo aceptar de inmediato su propuesta-aún se encontraba inseguro de sus palabras, pero era la mejor solución que tenía. Noto el semblante triste de Alice, realmente no quería lastimarla-Aunque podemos intentarlo Alice, pero eso no significa que estemos comprometidos para casarnos.
Lo tenía bastante claro Kazuto, si acepta Alice de seguro su familia arreglarían el matrimonio en menos de una semana, su padre de seguro viajaría de Estados Unidos a Francia para apreciar a su hijo con su conyugue; aceptaría la chica sin dudar una bella rubia de ojos azules de piel blanca. ¡Que afortunado! Es lo que pensaría su padre.