4 AÑOS DESPUÉS.
Natalie iba dirección a sus prácticas de Informática en un famoso Diario de la ciudad cuando pasó por delante de un bar y sintió un escalofrío que se le hacía familiar. Se paró unos metros más alante y se giró y allí se encontró con el culpable de cada noche de insomnio, cada sueño en el que siempre aparecía, noche tras noche, allí estaba Aiden.
No podía pararse porque realmente no estaba segura que fuese él y porque llegaría tarde. Toda la tarde estuvo pensando en él y en salir de allí para volver a pasar a ver si lo veía, pero cuando pasó por allí no lo vió.
Lo buscó en Facebook y dudó en si agregarlo o no. Al final lo agregó y él aceptó la solicitud. Ella no sabía cómo estarían las cosas pero si la había aceptado todo estaría bien.
Al día siguiente volvió a pasar por la tarde pero más temprano, y allí estaba él, ahora si estaba segura. Le saludó con la mano y él le devolvió el saludo. Cuando llegó a casa después de las prácticas le habló por chat.
Natalie: Hola!
Aiden: Hola
Natalie: ¿Que tal? Cuanto tiempo, no sabía si eras tu el del bar jajaja
Aiden: Siiii, te vi el otro día pero estaba con mi compañero y no podía decirte nada.
Natalie: No pasa nada, yo iba tarde también y no podía pararme.
Aiden: Y... ¿que tal? ¿Qué te cuentas?
Natalie: Pues no mucho, haciendo mis practicas de Informatica, ¿y tu?
Aiden: Pues bien, trabajando jajaja A ver si quedamos un día para tomar una cervecita o algo.
Natalie: Si, no estaría mal quedar un día. ¿Mañana estás por la tarde en el bar?
Aiden: Si, hasta las 6. Pásate si quieres antes de ir a las prácticas.
Natalie: Claro, mañana nos vemos, saldré antes de casa para estar un ratito ahí contigo y nos ponemos al día.
Aiden: Vale, te espero entonces :) Chao
Natalie: Hasta mañana :P
Al día siguiente Natalie apareció por el bar media hora antes de tener que entrar a sus prácticas. Allí estaba él, detrás de la barra, con su polo negro y su sonrisa cautivadora. Aiden la saludó con dos besos y la invitó a tomar algo. Estuvieron charlando de todo lo que habían estado haciendo estos años y llegó la hora de marcharse. Se despidieron y quedaron en verse cuando Aiden le tocara otra vez estar en ese bar.
Unos días después, Natalie iba dirección a las prácticas como todos los días cuando se encontró con sus vecinas/amigas. se paró a hablar con ellas un rato y éstas le contaron algo que no podía creerse. Su actual novio le había estado engañando con su amigo desde hacía cuatro meses. Ellas lo sabían desde tiempo atrás pero no querían hacerle daño ya que a ellas no les tocaba decirlo.
Natalie se fue hacia sus prácticas dolida por una parte y contenta por otra. Todavía no podía creerse que después de lo loca que había sido, ahora que había sentado la cabeza, le habían podido hacer esto. Esa misma tarde, su novio fue a recogerla y discutieron como nunca lo habían hecho, incluso Natalie le dió una bofetada al chico.
Ella terminó la relación con ese chico esa misma noche.
Al día siguiente, cuando pasó por el bar, se quedó a hablar con Aiden como todas las tardes que él estaba allí. Esta vez, Natalie estaba mal, había pasado por un mal trago y Aiden lo notó enseguida y le preguntó.
- Te noto rara, ¿que te pasa?. - Preguntó Aiden preocupado.
- Ayer termine con mi novio, me estaba siendo infiel con otro. - Dijo agachando la cabeza.
- ¿Co-como? ¿Con otro?. - Aiden estaba confundido.
- Si, con otro, con un amigo en común con el que hemos salido muchas veces.
- Y tú... ¿ cómo estás? ¿Estás bien?
- Bueno, podría decirse que si. Tengo que irme ya o llegaré tarde.
- ¿A qué hora sales?. - Le preguntó Aiden ideando algún plan.
- A las 7, ¿por qué?. - Le dijo Natalie ahora confundida.
- Voy a recogerte después, te espero en la puerta. - Le informó Aiden.
Natalie asintió y se despidieron. La tarde pasó muy lenta para ella y cuando llegó la hora de irse, salió por la puerta y allí estaba él, con su ropa de trabajo y su bici, fumándose un cigarro mientras la esperaba.
Aiden la saludó y fueron camino a casa de Natalie. Cuando se fueron a despedir, Aiden le propuso quedar el día siguiente, él entraba más tarde y al ser sábado Natalie no tenía prácticas.
Ella aceptó y se despidieron.
Llegó el sábado y Natalie se preparó para quedar con Aiden. Cuando llegó la hora salió de casa y se fue al parque donde habían quedado. Allí estaba él esperándola con su ropa de trabajo y la bici fumándose un cigarro.
- Hola. - Saludó Aiden.
- Hola, ¿llevas mucho esperando?.- Le preguntó Natalie.
- No, casi acabo de llegar, pensaba que tardaría más.Vale. Bueno ¿y qué tal?
- Pues bien, cansado del trabajo pero bien. ¿Y tú? ¿Qué tal lo llevas?
- Lo llevo. Bueno... la verdad... es que no lo llevo. Me jode muchísimo que después de dejar de hacer tonterías yo y madurar en ese aspecto y querer asentar la cabeza, me lo hagan a mi, pero bueno, supongo que me lo merezco. Te juro que ahora mismo me liaria con el primero que se me ponga por delante. - Admitió Natalie bastante cabreada.
- ¿Estás segura de eso?. - Preguntó Aiden con otras intenciones.
- Si. - Dijo Natalie mientras se levantaba de la impotencia.
- Entonces... ¿con cualquiera?. - Se levantó Aiden y se puso detrás de Natalie.
- Si, con cualquiera. - Natalie se dio la vuelta para quedar frente a Aiden.
- ¿Segura?. - Aiden se acercó a ella mirándole los labios.
- S-si segu... - Intentó decir Natalie pero Aiden la interrumpió agarrandola de la cadera y besándola como la primera vez.
Se besaron durante un buen rato solo parando para coger algo de aire. Cuando se separaron, Natalie estaba sonrojada por lo que acababa de pasar. Esos labios que juraba nunca volvería a probar, ese sabor a tabaco que desprendía, ese olor a perfume que solo él se ponía. Todos y cada uno de los sueños que había tenido se habían hecho realidad. Aiden había vuelto a su vida.
Estuvieron hablando un rato más antes de que Aiden tuviera que irse. Ella no quería separarse de él ahora que lo había recuperado, pero ya no eran unos chiquillos de 17 años, ya tenían 21 años, y tenían responsabilidades.
Siguieron hablando por Whatsapp y quedaron en que Aiden iría a recogerla las tardes que pudiese.
El ex-novio de Natalie se puso en contacto con ella, le pidió una segunda oportunidad, pero ella no quería saber nada de él. Le dijo que había vuelto a hablar con Aiden, que querían darse una oportunidad. Él enfadado lo único que hizo fue arremeter contra Aiden diciendo que cómo podía darle una oportunidad al gilipollas que la dejó plantada aquella noche en el puente, que prefirió a su novia antes que a ella. Natalie solo le contesto que queria intentarlo, no quería quedarse con la duda de si hubiera salido bien, prefería intentarlo que dejarlo pasar, pues era el amor de su vida, el unico que habia podido derribar ese muro que tenía y llegar a su corazón.
Ante esa declaración, el chico no pudo decir nada más. Natalie estaba decidida por encima de todo.
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Tú Mi Destino - Saga Destino de Besos
RomanceSegunda parte de la saga Destino de Besos. Cuatro años después, Natalie y Aiden vuelven a encontrarse y todo resurge de las cenizas que quedaron. "Se besaron durante un buen rato solo parando para coger algo de aire. Cuando se separaron, Natalie est...