Ese mismo fin de semana, Aiden y Natalie quedaron para ir a casa de él. Estuvieron hasta demasiado tarde, Natalie perdió el último autobús del día y no tenía forma de volver a casa. Aiden la invitó a quedarse a dormir y ella dudosa aceptó.
Sentada en el sofá, estaba demasiado nerviosa, pues sería la primera vez que durmieran juntos y también sería su primera vez con Aiden. Estaba perdiendo la calma, no quería estropear el momento, necesitaba que todo saliera perfecto, pero no podía dejar de temblar, nunca se había sentido así con ningún chico, pues ella siempre había sido muy segura en todas sus relaciones, pero Aiden la intimidaba demasiado.
Cuando él terminó de preparar todo para irse a dormir, le dio la mano a Natalie y la llevó a la habitación, cerró la puerta y empezó a besarla contra la puerta. Natalie seguía temblando y Aiden le ofreció una calada del cigarro y no fue hasta después de haber fumado que se dio cuenta que era un porro.
Cuando ya se relajaron un poco, empezaron a quitarse la ropa el uno al otro con necesidad, devorándose la boca entre medias. Aiden acarició cada parte de su cuerpo, empezando desde el cuello hasta terminar en las piernas. Natalie se dejó llevar por él, estaba extasiada por las caricias y besos que iba dejando por toda su piel.
Ella tomó las riendas de la situación, empezó a dejar pequeños besos en su cuello lo que hizo que Aiden se estremeciera y se le escapara un pequeño jadeo. Siguió hacia abajo, besando cada parte de su pecho moldeado por los dioses, bajando hacia el abdomen hasta que llegó a la pequeña frontera que limitaba con su miembro. Aiden respiraba cada vez más fuerte, se excitaba con cada beso, con cada caricia.
Natalie se dejó llevar y agarró su miembro con la mano mientras dejaba pequeños besos en él. Cuando llegó a la punta se lo introdujo en la boca, acariciándolo con los labios, haciendo que Aiden jadease con cada vaivén. Estuvieron un rato así hasta que él quiso fundirse con ella, la agarró de la cintura e hizo que se sentara encima suyo. La introdujo muy despacio sintiendo como entraba por completo. Ella empezó a moverse arriba y abajo disfrutando de los gemidos que se escuchaban en la silenciosa noche. Terminaron los dos juntos, se abrazaron jadeantes y fueron manos, piel, muslos, pies, bocas, sudor, brazos, miradas y jadeos en un juego que los elevaba en un placer creciente. Así quedaron dormidos durante el resto de la noche.
Después de dos semanas de estar viéndose y de aquella noche explosiva, Aiden se decidió y llevó a Natalie a un parque cercano en el barrio de ella, y estando allí empezó a hablar:
- Nena, quería hablar contigo, he estado pensando todos estos días que me gustaría intentarlo contigo. Se por lo que estás pasando ahora, y sé por lo que pasamos aquella vez, pero yo estaba perdido, no sabía que iba a ser de mi por aquel entonces, llevo mucha carga encima y me sigo sintiendo gilipollas por no haber ido aquella noche, me gustaría intentarlo si tu quieres. Se que no va a ser fácil pero... - Natalie lo interrumpió.
- Si, quiero intentarlo, llevo queriendo desde aquella vez del instituto, pero entonces era demasiado complicado.
- ¿D-de verdad?. - Aiden preguntó incrédulo.
- Claro, pero esta vez haremos las cosas bien, por favor.
- Por supuesto que si, ¿sabes que llevo esperando esto desde hace mucho tiempo? Me metía muchas veces en tu facebook por curiosidad y te veía con cada esperpento, y cuando empezaste a subir fotos con tu ex-novio quise hablarte y advertirte sobre él.
- ¿Y porque no lo hiciste? Alomejor si me hubieras hablado antes... podría haberme ahorrado muchas cosas, podríamos haber empezado algo juntos mucho antes, he ido de locura en locura desde entonces, no estaba con nadie mucho tiempo, me aburría fácil de los tíos, no me malinterpretes, pero andaba buscando lo que tu me dabas en alguien más, pero ni de lejos se te acercaban.
- No sé qué decirte... Sé que hice las cosas mal pero quiero compensarlo, quiero intentarlo, quiero ser esa persona que te llene de felicidad, soy una persona complicada, tengo muchos defectos y tengo mucha oscuridad en mi interior, no te prometo que esto funcione pero voy a intentarlo, por ti, por mi, por nosotros. Quiero estar en tu vida. - Dijo Aiden antes de coger a Natalie de la cintura y besarla con pasión, con ganas, con necesidad.
Se separaron por la falta de aire, Natalie no podía creerse todo lo que estaba pasando, creía estar en un sueño del que en cualquier momento iba a despertar. Con la respiración agitada, y sin saber qué más decir, se abrazó a Aiden tan fuerte que sintió que podía desaparecer en cualquier momento.
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Tú Mi Destino - Saga Destino de Besos
RomanceSegunda parte de la saga Destino de Besos. Cuatro años después, Natalie y Aiden vuelven a encontrarse y todo resurge de las cenizas que quedaron. "Se besaron durante un buen rato solo parando para coger algo de aire. Cuando se separaron, Natalie est...