Mentira; Trueno.

Tres.

Mateo

- Boludo, como no me dijiste que andabas de novio.- Se quejó Camilo cuando todos llegaron a nuestro lado. Yo sonreí de lado y me encogí de hombros, esperando que Oriana respondiera por mí.

- No llevamos juntos mucho tiempo, igual, solo una semana.- Mintió con una sonrisa de oreja a oreja, mirando a sus amigas y abrazando mi brazo.

- ¿Y cómo se siente salir con el pibe más solicitado del país?- Bromeó Agustina y mi "novia" le dirigió una mirada de confusión.- Con Trueno, tonta.- Aclaró haciéndonos reír a todos, menos a Oriana. 

- Es interesante.- Improvisó su respuesta y yo la miré de reojo. Ni siquiera sabía quien era, no sabía nada de mí y pretendía hacer creer a mi mejor amigo que estábamos juntos.

- Nos conocimos por el barrio, ¿verdad?- Apunté golpeando disimuladamente su espalda, con la esperanza de que me siguiera la mentira.- Justo estábamos hablando y una fan se acercó a pedirme una foto.- Comenté con una sonrisa. Ella lucía cada vez más confundida.

- Bueno, pues preparate porque lo paran cada dos segundos siempre que vamos por la calle.- Rió Lu apartándose el pelo de la cara con un gesto demasiado exagerado. Yo sonreí, inocente y me moví para que Oriana soltara mi brazo.

- Ya tenemos que entrar a clase.- Llamó Cami nuestra atención, mirando la hora en su celular.

- Tenemos biología en el laboratorio a primera hora, y tenemos que juntarnos las tres clases del curso, así que voy con ustedes.- Informé agarrando mi balón de fútbol del suelo y poniéndome en marcha junto con las tres chicas y mi mejor amigo.

- Eh... Amor.- Me llamó Oriana haciendo una mueca y yo me giré para mirarla.- ¿Podemos hablar un momento... solos?- Pidió con el ceño fruncido y yo asentí pasándole el balón a Camilo.

- Ahora los alcanzamos.- Afirmé y ellos asintieron con la cabeza antes de echar a andar por el pasillo. Oriana me agarró de la mano y me arrastró hasta una esquina en la que no había nadie, haciendo que la mirase interrogante.

- ¿Sos famoso?- Preguntó directa. Yo hice un gesto con las manos para que se calmara y sonreí de lado.

- Bueno, ni tanto. Solo un poco conocido.- Le quité importancia y ella me miró insistente.- ¿Por qué?

- Se supone que sos mi novio, debería saber de vos.- Habló obvia, haciéndome rodar los ojos.

- Boluda, nos conocemos hace veinte minutos, tampoco es que te vaya a dar mi número del DNI.- Hice una mueca y ella golpeó suavemente mi brazo.

- Dale, ¿cuántos seguidores tenés?- Inquirió y yo suspiré.

- Y, no sé... 4,5 ponele.

- ¿Mil?

- Millones.- Murmuré y ella abrió mucho los ojos.

- Menos mal que solo eras "un poco conocido".- Se quejó imitando mi voz y yo rodé los ojos.

- Sos re densa.- Ella iba a decir algo, pero yo la corté.- Mirá, esta tarde arreglamos y hablamos de esto, pero ahora tenemos que ir a clase.- Dije firme y me di media vuelta para comenzar a caminar por donde se habían ido mis amigos. En seguida la chica se puso a mi altura y la miré de reojo. Estaba colorada y se colocaba bien el bolso de marca que había llevado consigo toda la mañana.

Nos frenamos al llegar a la puerta del laboratorio y yo agarré su mano, entrelazando sus dedos con los míos antes de entrar a la sala. Camilo, Lucrecia y Agustina nos miraron desde una de las mesas con una sonrisa y nosotros caminamos juntos hasta ellos, sin soltar nuestras manos. Separé una banqueta de la mesa para dejar que Oriana se sentase y dejé un rápido beso en sus labios antes de sentarme a su lado, haciendo que me mirase mal, con los cachetes un poco colorados.

- ¿Qué te sonrojas?- Jodí haciendo reír a nuestros amigos y ella soltó mi mano para cruzarse de hombros con un puchero.- Bueno, pero no te enfades, amor.- Separé sus brazos y me coloqué frente a ella, dándole la espalda al resto. Sonreí burlón y ella me dirigió una mirada fulminante antes de que yo juntara nuestros labios de nuevo.

ahre, no me sale escribir, perdón