2. La confianza

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El fin de semana llegó y cuando Agustín se subió a esa camioneta se preguntó a él mismo si realmente la plata lo valía, miro sus zapatillas nuevas y recordó lo que había podido ahorrar, si el próximo mes eso era el doble definitivamente lo vale, hasta Fernando no le parecía tan desagradable ahora.

Diego y Facundo eran amigos, eso se denotaba, ellos dos iban adelante y no se cansaban de hablar sobre juegos o esas cosas, él no estaba acostumbrado a tener amigos, de hecho no recordaba haber tenido uno en toda su vida, Fernando que era lo más cercano a un conocido que el tenia en ese auto iba durmiendo pegado al vidrio del otro lado y a su lado iba alguien a quien habían presentado como Matías, si él tuviera que hacer su propio top de gente atractiva en ese auto definitivamente el moreno iria primero, pero esa pinta, Dios, esa pinta.

Una manera de describirlo que no fuera un insulto sería simplemente: mi madre me echaría de casa si me visto asi.

"¿Que wea te pasa?"

Agustín quito la vista enseguida mirando por la ventana de nuevo "Sorry, me quede pegado no más"

"No, si no lo digo por eso, teni una cara de mala onda desde que llegaste ¿Eri asi o es sin querer?" Agustín le volvió a mirar, el moreno elevo los hombros restándole importancia "Mis compañeros te dicen cara de weon, pero mala onda suena mejor"

Agustin resopló sin quitar la vista de la ventana "No me cae bien la gente" concreto.

"Chaaa... ¿Y que te crei muy bacan vo? Por que eri muy inteligente el resto somos muy weones"

"No dije eso" aseguró con un suspiro comenzando a molestarse.

"Pero lo pensaste po"

Se dio cuenta entonces mirando directamente al otro "¿Y tu te crees que por que te haces el machito das miedo? Te he visto en el colegio, y no day miedo, day pena"

El moreno pareció ofendido unos segundos, pero cambio su cara inmediatamente "Pero bien que me hay mirao'" Agustin comenzó a replantearse el atractivo de Matías y se dijo a sí mismo que no, no era gay, pero que decírselo a ese espécimen no era más que tiempo perdido. Honestamente él no pensaba que hablar con nadie en ese auto fuera un gran acierto, pero como en cualquier otro trabajo mientras le pagarán el no preguntaba ¿Por qué? si no que como nada más.

Fernando no despertó en todo el camino e incluso siguió roncando cuando ellos comenzaban a descargar las cosas del auto; Facundo fue el único que recuerdo ir a despertarlo cuando el resto estaba tomando sol al lado de la piscina, no quería empezar a correr, pero es que ¿Y si se había ahogado dentro del auto? Después de todo, si mataba a un menor de edad por que se le olvidó en el auto, quizas si era cuico.

Para su suerte cuando abrió la puerta, aunque hacía mucha calor Fernando seguía respirando y durmiendo, durmiendo sobre todo; estaba sudado aunque no olía particularmente mal, es más tenía algunos mechones de cabello rosado pegado a la frente y le pareció hasta lindo, por lo que no pudo evitar quedarse mirando esa cara un rato.

Las gafas le estorbaban asique cuidadosamente las quitó de su rostro.

Fernando no era un personaje tan molesto como Agustín proclamaba, Facu lo conocia por el consejo estudiantil (donde ambos formaban parte) y a pesar de que no habían cruzado mucho más que un par de oraciones, el sabia que no era alguien difícil de llevar: Fernando siempre estaba llevando risas allí donde fuera, aunque, precisamente ahora parecía haber sido aplastado por un camión con esas enormes ojeras "Oye" le hablo moviendo ligeramente su hombro "Feña" insistió, el chico finalmente pareció despertar, pero todo lo que obtuvo fue su peso cayendo encima de él al colgarse de su cuello. Facu se rió por lo bajo, él estaba acostumbrado a cuidar de otros chicos desde que conocia a Diego "Hey, estrellita, la tierra te extraña, es hora de despertar" apenas y lo movió un poco más, pero manteniendo sus brazos lo suficientemente firmes, para cuando Fernando abrió los ojos algo asustado por la situación el pudo evitar que su cara tocara el suelo.

Vamos a hacer un bromance!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora