Capítulo 3: Margarita.

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En nuestro mundo, cuando alguien comete un crimen, debemos reportarlo con los Guardianes de la Reina. Ella tiene cuarteles de guardianes a lo largo de todo el reino, en cada pueblo. Cuando informamos lo que ocurrió ellos deben reportarlo a La reina, mientras comienzan una investigación para llegar al culpable, o de tener un sospechoso, se comienza una investigación del mismo. Desde el castillo son contactados los espías reales, que habitan de manera infiltrada su pueblo correspondiente. Ellos son quienes realizan un reporte sobre la información recolectada, para luego ser enviada nuevamente al castillo. Ahí La Bruja Madre y La reina discuten el caso, y dependiendo del parecer de la primera, se lo declara culpable o no al responsable, además de elegir su castigo claro.

En este caso, un asesino recibiría pena de muerte. No se aceptan actos violentos de ningún estilo, mucho menos en contra de mujeres. La Bruja Madre es la persona más respetada de todo el mundo, es incluso más respetada de La Reina, ya que sus poderes y sus millones de años existiendo la hacen infinitamente más sabia. Nadie sabe la edad de ella con exactitud, pero se cree que ella nació al mismo tiempo que El Universo.

Cuando comprendí que Iris había sido asesinada por alguien, intenté imaginar la reacción que habría en el castillo sobre esto. De verdad deseaba que el culpable fuera encontrado, que le mataran y todos conociéramos su rostro. Me dolía saber que cualquier niña llamada Margarita podría ser la siguiente. Habían pasado tres días y el pueblo estaba vacío, por lo que mamá decidió cerrar la tienda durante una semana. Gianna fue a visitarme con su madre durante todos esos días. Mientras nuestras progenitoras conversaban acompañadas de mi hermana Cala, mi amiga y yo correteábamos por el patio. Aunque nos gustaba mucho jugar, hablábamos mucho mientras investigábamos las plantas que teníamos en mi pequeña huerta. A ella le encantaba enseñarme sobre Jardinería, me explicaba cómo funcionaban las estaciones, en qué época se plantaban algunos árboles, la manera correcta de podarlos, cómo hablar con nuestra huerta o macetas, como sacar gajos de una planta y cómo plantarlos. Cómo elegir fruta, cuándo saber que nuestra flor está triste, y cuando regarla. Yo podía (y podría en este mismo instante también) escucharla hablar sobre eso por horas. Su rostro se iluminaba con felicidad. Por aquel tiempo, ella trajo su libro para mostrarme todas las flores que había en el mundo. O al menos, las que conocíamos en aquel momento.

En una de las charlas que nuestras madres tuvieron, yo recuerdo escuchar a la mía describiendo las semillas encontradas junto al cuerpo de Iris. Le repetí la descripción a Gianna, esperando que ella conociera las semillas. Eran en efecto, semillas de margarita. Había cinco mujeres y niñas en el pueblo llamadas Margarita, una de ellas era mi amiga. Era una niña de ojos celestes, cabello amarillo como el centro de la flor que le daba su nombre, y pequitas anaranjadas por toda su carita. Era algo mayor que yo, pero solía invitarme a jugar en el parque, donde me enseñó a meditar. En la única persona que podía pensar por las noches antes de irme a dormir, era aquella brujita rubia. Cerraba los ojos para concentrar toda mi energía en enviarla hacia ella y las demás Margaritas. Imaginaba mantos de protección para ella todos los días cuando me levantaba, y a escondidas en mi habitación, hacía saquitos con piedras energéticas, encendía velas, además de trazar sigilos con mis dedos sobre hojas con su nombre escrito.

Un día fue el funeral de Iris, y aunque deseaba con toda mi alma ir, mamá no me dejó. Me tocó quedarme en la cabaña con Cala. Lo único que sé a día de hoy, es que la familia de la muerta no lloró. Estaban enfadados, y decidieron ir al castillo a colaborar con la reina en su investigación.

De nada sirvió sus deseos de ayudar, mucho menos mis gestos de protección hacia las posibles víctimas, porque encontraron muerta a mi amiga luego de un mes del asesinato de Iris. La encontraron en el parque muerta entre las margaritas. Todo el pueblo estaba enfadado con La Reina y los guardianes, ya que no había noticias de un sospechoso. Nunca en la vida me sentí tan decepcionada de La Bruja Madre como aquel día. Gianna estuvo presente en el momento que encontraron a Margarita y todos nos enteramos. Mi madre lloró como nunca. Orazia también, mi hermana trató de no hacerlo por mi amiga y yo. Intentó distraernos con juegos, pero no pude evitar llorar. El recuerdo de escuchar a mi madre diciéndome que podía asistir al funeral de Margarita aún me destruye. No quise ir.

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⏰ Última actualización: May 18, 2020 ⏰

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