Los demonios del príncipe | taekook ♡.

₆| Noche Cinco.

♛ Noche | cinco ♛
12:00AM

Sin nota, otra vez. Nada que pueda moverlo en la realidad. Nada que le recuerde que no ante todo no debe ceder, que Taehyung haría todo lo posible para hacerlo tropezar, que era una escoria. Que dentro de él había pura maldad, estaba hecho de malas intenciones y quería enredarlo en ellas.

Bueno. No quería leer palabras así de todos modos. Ninguno de sus propios hermanos comprendió cuán torturado estaba el pobre Tae, día y noche, que no importaba lo que su pasado le había dicho, ahora estaba tan destrozado que ahora apreciaba las cosas más simples, como escuchar a alguien hablarle amablemente. Él fue tan incomprendido. ¡Y estaba tan solo! Que se había hecho amigo de sus sombras.

Y sabía que si seguía pensando así, en el momento en que él abriera la boca, Jungkook abriría la puerta con los brazos abiertos para él. Esas sombras en él eran sus demonios. Los merecía, por la razón que sea, y no se había enfrentado a la redención para deshacerse de ellos. Él fue manipulador y vil en un pasado. Pero de igual manera él ya estaba en su cabeza. Estaba desesperado por entrar con hacerle compañía.

Y es que él estaba tan solo. Y era tan amable con el azabache, aunque un poco obsesivo, pero eso era comprensible ya que era el único que se preocupaba por tratarlo como a un ser humano, y... ¿iba a levantarse de la cama pronto? No, necesitaba estar solo con estos pensamientos. Comenzaba la noche y lo único que Jungkook deseaba era poder escucharlo y verlo atreves del espejo, aún si no podía tocarlo.

-Mmm, buenos días -dijo al fin, todavía acostado en su cama. No se dio cuenta de que sus sombras lo habían liberado -. O... Buenas noches, supongo - Parecía cansado, pero cómodamente, con una gran cantidad de aliento relajado y una sonrisa pacífica en la cara.

Algo en esa voz áspera hizo que su corazón se acelerará. ¿Estaba realmente tan emocionado de verlo? Porque si buscáramos a profundidad en los sentimientos cálidos de Jungkook sabríamos que había algo más allá de encontrarlo atractivo. Estaba el deseo, el deseo loco y enceguecido de poseer su cuerpo.

El azabache se estremeció al darse cuenta por primera vez de lo frío que en realidad estaba la habitación. ¿Cómo es que no lo había notado con anterioridad? Y sin embargo el príncipe Tae, aún atado en su cama, con la desordenada cabeza de pelo que descansaba sobre una almohada regordeta, parecía agradable y cálido allí abajo. De hecho, parecía bien descansado; una mejora drástica desde la primera noche que el contrario lo conoció

Su cubrecama de color azul índigo se movió bruscamente y soltó un pequeño jadeo. Podía ver su hombro desnudo, pálido y cubierto de sudor, y en seguida se dio cuenta de eso con el corazón bombeando frenéticamente, uno: estaba desnudo; y dos: él estaba mucho más cálido de lo que estaba aquí arriba. La vista fue exquisita y se sintió culpable al aceptar que deseaba su cuerpo como el de ningún otro. Incluido su propio prometido.

Su respiración se tensó y el azabache se congeló, por un momento vio como sus ojos de cielo y tormenta rodaban y se cerraban, apretando la mandíbula. ¿Estaba sufriendo acaso? Porque eso era algo que el otro no quería ver. No quería su sufrir, sino todo lo contrario.

-He estado pensando en ti todo el día, querido - dijo, cayendo pacíficamente flácido con una rabieta -. La última vez que pensé tanto acerca de cualquier hombre... bueno, la situación no fue tan saludable como uno espera que sería.

-También pensé en ti -dijo antes de recordar que no podía escucharlo. Pensar en él lo había mantenido despierto la mayor parte del día, de hecho, cuando debería haber estado durmiendo. Era como si estuviera tratando de intercambiar su insomnio por un pacífico día de sueño. Y si ese fuera el caso, en realidad no le importaba en lo absoluto -. ¿Es ridículo que no me importe si estás tratando de manipularme? -reconoció en voz alta, encontrando consuelo en el hecho de que estaba fuera del alcance de su oído.