culpa

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La culpa baila descuidada, sin importar en dónde debe o no debe estar.

La culpa se hereda, se aprende. Pasa de generación en generación como una enseñanza hasta volverse una enfermedad. Es una epidemia de la cual nadie está conciente. Alguien le hereda la culpa a quien sea, dejando un huevecillo de egoísmo dentro de sí mismo  para que la culpa migre y llegue a otro corazón.

No es la culpa de la vaca que la leche sea de chocolate y no de fresa. Pero el humano es tan poderoso y terco que puede hacer que se sienta culpable de ello.

No es la culpa del cielo que no llueva como antes, pero es señalado día a día.

Tampoco es culpable el niño de heredar la humanidad, pero está condenado a serlo.

Es libre aquella vaca que sabe hasta el final que ella hizo la mejor leche de fresa del mundo.


Pastel EmocionalWhere stories live. Discover now