Reflejo De Luna (Namjin)

Olvido🤍

Kim Namjoon no estaba seguro de si lo que dijo aquel hombre fuera verdad o si con eso lograría mejorar a su hijo, pero lo intentaría. Con pasos seguros y decididos fue en busca del cambiante con el que chocó momentos atrás. No entendía cómo es que entablar una amistad con el cambiante haría que su hijo mejorará pero lo intentaría si su pequeño Soobin se mejoraba, ya había perdido a su esposa que si bien no era su pareja destinada fue una buena cambiante, educada, cálida, cariñosa pero sobre todo bondadosa que decidió salvar la vida de su hijo antes que su propia vida. El médico le dijo que era mejor interrumpir el embarazo porque su cuerpo no resistiría al parto pero Solar se negó rotundamente, decidió tener a su pequeño sin importar morir en el parto.

Cabalgó su caballo hasta las puertas del pueblo, ahí su sirviente lo esperaba, le entregó el caballo para que fuese a dejarlo a casa y él fue rápidamente a ver si lograba encontrar al cambiante llamado Kim Seokjin y cuando apenas pisó la calle principal, ahí estaba, con una bella sonrisa en sus labios observando cada puesto y artesanía que podía ver, comprando algo por aquí y por allá obsequiando el objeto después a cualquiera que se le atravesara en su camino. Era alguien un poco peculiar se dijo, pero parecía amable.

-Buena noche-Saludo cuando estuvo lo suficientemente cerca.

-Buena noche-Respondió sin alzar la vista y cuando lo hizo sus ojos parecieron sorprenderse.

El dios de la luna estaba asombrado al ver nuevamente al alfa con el que chocó momentos antes de ir a ver a la omega Soeun y a su alfa, el príncipe Kim Bum que estaban en los jardines del palacio en un bonito y romántico paseo. Tan feliz estaba que no quiso regresar al cielo, al menos no por un rato, por lo que decidió ir a pasear un poco más y ahora el alfa de lindos ojos azules estaba frente a él.

-Me preguntaba si desea algo de compañía, no lo había visto por aquí, si me permite me gustaría mostrarle el pueblo.

-No es necesario que se tome su valioso tiempo.

-Claro que es necesario, venga por aquí, seguramente aún no ha comido, ¿qué le parece si le muestro el mejor lugar para comer que hay por aquí?

-Am... yo... está bien-concedió, la verdad es que cuando estaba en la tierra su cuerpo solía pedirle comida.

Y así ambos se enfrascaron en una agradable charla acerca de los ciudadanos del pueblo, de los alrededores, de la comida y cientos de cosas más, pasearon toda la noche hablando y cuando el festival terminó Jin se despidió aunque no quisiera hacerlo. La luz de la luna pronto desaparecería entre las montañas y si no regresaba al lago no podría regresar hasta la noche siguiente cuando los rayos de la luna volvieran a tocar el agua del lago.

Después de esa noche Seokjin, como decidió llamarse, bajó todas las veces que la luz de la luna llena tocaba el agua del lago. Conversar con Namjoon le resultó fascinante, pasar el tiempo con el tigre fue totalmente hermoso, era tan elocuente y sabía muchas cosas que él ignoraba, cada pequeño detalle de los inventos de los cambiantes le fue explicado con detalle. Namjoon era un comerciante de telas y seda, le había explicado como hacía todas las telas preciosas que se usaban para hacer hermosos trajes y muchas cosas más.

Sin darse cuenta quiso pasar más tiempo en la tierra y así lo hizo, cada vez fue prolongando sus visitas, incluso se permitió pasar días y semanas con Namjoon, sin darse cuenta que cada día que pasaba estaba volviéndose mortal.

Sabía que estaba haciendo algo totalmente prohibido, pero al decir acepto ante la ley de los cambiantes de la tierra se sintió más libre que toda su vida inmortal como un dios. Los meses después de la boda con el alfa tigre pasaron hermosamente, el alfa tenía un adorable hijo, el cual había estado un poco enfermo pero se estaba recuperando con un medicamento el cual su ahora esposo conseguía de un viejo lobo.

Con el pasar de los días su cuerpo estaba cada vez más extraño, su olfato estaba mejorando día con día y una preciosa alma de tigre se fue formando en su interior, en un inicio era un pequeño tigre que fue creciendo rápidamente, no entendía cómo es que algo como eso llegó a pasar pero estaba feliz de poder tener un tigre en su interior, luego de su primer cambio, amó tanto a su tigre que no quiso regresar nunca al cielo y menos cuando Namjoon mordió su cuello por instinto, era una manera muy extraña de decir que estaban unidos pero esa mordida había significado tanto que la unión de sus almas ahora era irrompible.

Esa era la manera de hacer palpable su unión, cuando aún era un dios siempre se preguntaba el porqué de ese asunto y pese a haber preguntado cientos de veces a su padre y hermanos estos simplemente le decían que así era como era y nada más, Se supone que él al ser el dios de la luna y ser encargado de unir a las almas debía saber eso pero no lo sabía, era extraño.

Su mente poco a poco fue olvidando lo que era, a sus hermanos, a su padre que residían en el cielo, todas sus responsabilidades estaban siendo olvidadas poco a poco.

Una mañana cuando su cuerpo se sentía caliente un extraño hombre apareció con su esposo, le dió a beber algo extraño y cantó un extraño cántico y su cuerpo ardía, quemaba, parecía que brazas ardientes se deslizaban por cada parte de su ser, y él no podía moverse, no podía gritar y luego su tigre llamó a su alfa, el cual estaba a su lado sujetando su mano y cuando al fin el anciano terminó de cantar una extraña canción de un pergamino le dió a beber un líquido, el cual lo dejó inconsciente. Al día siguiente despertó y su tigre estaba como loco llamando a su alfa.

Sin saber porque su apetito sexual se disparó hasta las nubes hizo que su alfa lo tomara durante más de tres días, todos los residentes y el servicio tuvieron que salir de la casa principal dejándolos solos. Namjoon le explico que lo que estaba pasando era su celo y así lo pasaron, ambos juntos amándose día y noche, a cada momento, todo el tiempo.