꒰ ⌦ Cinco: Comparando

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Rick se había emborrachado con su nuevo licor. Se quedó dormido sobre la mesa del garaje, con un montón de botellas y líquidos frente a él. Eran apenas las dos de la tarde.

Morty llegó de la escuela y lo vio, pensaba en pasar y saludar, pero se lo encontró así. Se detuvo en el marco, viendo su espalda totalmente despejada del respaldo de la silla, a punto de caerse. Tenía la boca abierta, y roncaba por lo bajo.
El menor no evitó sonrojarse cuando recordó esa escena que no paró de releer:

Era de noche, y mientras Rick dormía en el garaje, su Morty se acercaba a él, confiado y con una sonrisa en su cara. No se acercó para despertarlo, sino para dejar un suave beso en su frente y susurrarle "buenas noches" en el oído. El Rick se despertaba y lo atrapaba. Los dos reían, sin pena. Uno le sugirió ir a dormir en su habitación, ya que estaban, pero el otro dijo que era peligroso. El resto de la familia seguía en la casa.

Sin miedo, el Morty insiste.

Rick cede, y le hace caso. Van a la habitación del castaño usando la pistola de portales para no hacer ruido con las escaleras. Pero antes, el mayor lo carga en sus brazos y así pasan a través del portal.

C-137 no dejó de pensar en esos últimos cuadros del capítulo. Él y todos en los comentarios estaban muriendo de la ansiedad por la continuación. Más de uno se puso colorado con ese cierre. El autor estaba tardando más de lo usual en actualizar. Todos los comentarios se saturaron de gente preguntando por él. Hasta los Ricks curiosos dejaron su comentario de preocupación.

Se sentía en la misma situación que la del cómic. Fue gracioso y curioso al principio, como estar en una escena famosa de televisión, pero se dio cuenta de que no estaba dispuesto a irse, incluso tras hacer su broma interna. Sus piernas no se movían, y no dejaba de mirar a Rick.

Caminó hacia él, creyendo que sería bueno ayudarlo a acomodarse en la silla, antes de que caiga.

Se puso nervioso. Como el Morty de la historia, no tenía ganas de despertarlo, sino, de besarlo...

Compartió su drama sentimental con las otras versiones de sí mismo. Empezó una cadena involuntaria, donde las respuestas se saturaron de puros: "Igual. Relatable. Soy yo. Te entiendo. X2".
Nadie le dio la contestación que buscó tener. Eso lo frustró. Porque seguía sin saber cómo tomarse esos sentimientos.

Miró la cara de Rick. Estaba tan tranquilo como borracho. Estaba como dibujarle algo en la cara. En una fiesta adolescente, habría sido carne fresca.

Intentó acomodar la silla pero su abuelo era demasiado pesado como para moverla sin provocarle un rudo movimiento.

Pensó en dejarlo así e irse. Quería salir de ahí y distraerse con la computadora. Entonces, ¿por qué no juntaba la voluntad para largarse?

Traqueteó sus dedos sobre la mesa, molesto.

Volvió a mirarlo, ojeándolo bien. Tenía ganas de plantar un beso ahí, en su frente. Quería copiar esa escena. Esperaba que se despertara y lo cargara en brazos hasta su habitación. Creía que iba a suceder con un poco de suerte, pero no se animó a intentar.

Rick despertó unos segundos después, alarmando bastante al castaño que estaba al lado.

-¿Qué hora es? -preguntó, estaba desorientado.

-Las dos y media -respondió. Estaba en un muy forzado intento de verse natural.

Gruñó. Ni le interesó la presencia de Morty. Se levantó, y le sugirió ir a una aventura. Estaba aburrido.

Aceptó de inmediato. Y aunque no cruzó el portal siendo cargado en sus brazos, lo cruzó sabiendo que ese momento tan incómodo quedó entre él y el silencio del garaje.

❝The Comic❞ RickortyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora