Regrésame al pasado ♡ JV

03

-Entonces... ¿No recuerdas nada?.- mordía sus uñas con nerviosismo y un poco de desesperación.

Tal vez le dolía que no lo recordara,pues habían compartido más de la mitad de su vida, dolía mucho cuando veía la incomodidad de Jos por estar con algún “extraño”.

Lo visitaba todos los días, pero a veces la tristeza le ganaba y salía llorando de aquel hogar que lo acogió por muchos años, decían que se necesitaba tiempo para que Jos recuperara su memoria o para que diera señales de que probablemente tendría que iniciar su vida nuevamente, está idea le aterraba.

—No, realmente no te recuerdo, no se quién eres, y tal vez... Me siento incómodo contigo aquí.— susurro lo último, sin embargo Bryan lo escucho claramente, doliendole aún más su corazón.

—Y-yo lamento incomodarte.— hablo sorprendiendo al azabache —Se que soy un desconocido, pero me preocupas, he venido hasta aquí porque pensé que quizá estarías un poco mejor y nos recordarías, pero veo que... No es así, lo siento tanto de verdad.— suspiro frustrado sosteniendo fuertemente el dobladillo de su sudadera

—No quise que sonara así, disculpa se que...—

—No, no necesitas disculparte. S-será mejor que me valla.— tomo sus cosas y salió lo más rápido que pudo

La dulce voz de su madre sonó en la planta baja, después de ello la puerta principal cerrándose con suavidad. Fue duro, el lo sabía, pero no entendía nada, estaba confundido, demasiado.

Estaba tan frustrado por no recordar nada, ni a su familia siquiera. Su hermana le mostró algunos álbumes fotográficos, pero no servía de nada.

El necesitaba explicaciones, cómo por ejemplo, el porque escondieron una fotografía que estaba en el mueble junto a su entrada, aquella dónde estaba él y un chico pelirrojo abrazados. La vio cuando llegó después de que saliera del hospital. No la volvió a encontrar.

—¿Se puede cariño?.— unos toques en la puerta lograron sacarlo de su debate mental

—Adelante mamá, ¿Qué pasa?.—

—No debiste ser tan duro con Bryan hijo, se que tal vez no lo recuerdes, pero el y tú son mejores amigos, trata de ayudarte y tú no quieres.—

—Lo sé, se que me pase pero es frustrante que me pida recordar y no poder hacerlo, ¿Tan importante era para él?.— entonces se arrepintió de lo dicho al ver a su mamá con un semblante muy distinto

—Se lo necio que eres, así que no te preocupes, él me ha dicho que ya no vendrá para no incomodarte. También hablé a la universidad, cómo lo pediste. Te aceptarán y ayudarán en todo, debido a tu condición de salud, así que inicias en las próximas dos semanas, el médico ya dió la orden y permiso para que asistas, siempre y cuando no te excedas.— se levantó de la cama —La comida estará lista, te amo, bajas en un rato.— después de un pequeño beso en su frente su madre se fue sin más.

Tal vez, sólo tal vez, ya lo había arruinado y se sentía un poco mal.

(...)

Al poner un pie dentro de esa escuela, captó la atención de todos. Todo se sintió incómodo, desde miradas que no supo descifrar, hasta unos cuantos con sonrisas socarronas y burlescas.

Camino directamente a su casillero, encontrándose con aquel chico, ¿Bryan? No recordaba su nombre con exactitud. Se acercó y saco las cosas necesarias para su clase, de acuerdo a su horario, le tocaba “teorias de la edición”.

—Hola.— saludo tratando de sonar lo más cortes posible.

El chico a su lado lo observó de reojo, sin mirarlo directamente —Hola.—

—Hace 2 semanas que ya no vas a mi casa.— soltó

—Hum no, pensé que te incomodaba, por ello deje de ir.—

Algo se sintió mal dentro de el, tal vez sea por qué se siente como un estudiante de nuevo ingreso, o quizá... Porque le hacía falta la atención de aquel chico de cabello castaño y mechón verde.

—Bry.— hablaron interrumpiendo su respuesta —Vamos a clases, “Teoria de la edición” está apunto de comenzar.— tomo el brazo del chico tirando de el

—Espera, voy en un momento, me falta un cuaderno.—

—Esta bien, no tardes, recuerda que eres de mi equipo.— sonrió coqueta y se fue

—Nos toca la misma clase, así que ¿Quieres ir? O prefieres ir solo.—

Sonrió apenado —Eh si, voy.— cerró su casillero caminando a la par

El camino fue un poco extenso, y la mirada de todos seguía pegada a él, no comprendía nada, ¿Era de los populares? ¿Sufría bullying?, Estaba frustrado, tan frustrado, que sentía ahogarse. Al llegar al salón, Bryan le mostró su lugar y el se encaminó a otro.

—¿E-este no es tú lugar?.— señaló el asiento a su lado

—Si, es ese, pero dado que necesitarás tu espacio, cambie de escritorio.—

—¿Podrías sentarte conmigo?, Siento algo de pena y me siento muy expuesto.— miro a su alrededor y todos lo veían

—¿Estarás bien?.— pregunto un tanto dudoso

—Si, claro que sí.—

(...)

—¿Estás terminado conmigo?.— hablo indignado

—¿Acaso teníamos algo?.— dijo burlesco

—Se supone.— estaba tan molesto

—Bueno, para tí estábamos en una relación, para mí siempre estuve soltero.— frunció el entrecejo —Además, ¿Que te hace pensar que confío en ti y tu supuesto amor?.—

—Termine mi relación por tí, no es más que suficiente eso.—

—Excato, terminaste una relación de años, por una infidelidad, ¿Crees que caeré?, No lo creo, sabiendo que puedes hacer lo mismo e irte con el primero que cumpla tus caprichos.— escupió sin tacto —Olvidate de mi y de que alguna vez tuvimos algo, cuando en realidad no hubo nada.—

—Valla Alonso, golpe fuerte.— tocaron su hombro

—Callate Freddy, estoy tan colérico.— hizo puños sus manos

—El karma hizo justicia después de todo.— se sentó frente a el —Por cierto, Jos está de regreso.—

—Hasta que aparece, ¿Mes y medio sin venir solo por una ruptura? Valla, que dramático.— rodo los ojos

—Tal vez le pasó algo.— se hundió de hombros

—Este es le momento para poder jugar un poco con él.— sonrió burlón

—Ya déjalo en paz, no necesita que lo hagas sufrir más, no después de lo que pasó y de lo que te acaba de pasar.—

—Bah, tonterías, seguramente con un poco de teatro, el regrese conmigo.—

—Necesito ver eso.— sonrió burlesco, sabiendo que aunque Jos todavía lo quería no caería de nuevo.

Que mal estaban los dos.

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