재결합 [LuWoo & 2Min]

9

NaEun se dirigió a la casa de su madre para poder tener una plática amena con GaYoon, con el propósito de que su amiga le dijera todo lo que MinHo le había dicho de TaeMin, que tanto le había dicho y que no. NaEun necesitaba decirle la verdad, necesitaba hacerla ver la realidad, que sus esposos era más que unos mentirosos. Y que ellas no podían interponerse en unas pareja que parecía que era más que destinada para estar junta.

NaEun hizo pasar a GaYoon para que pudieran tomar asiento en la sala de la señora Son, madre de NaEun.
Las dos mujeres tomaron lugar, en un silencio que al poco tiempo comenzó a incomodar, NaEun no sabía el como empezar la conversación
—Me imagino que MinHo, ya te a hablado del TaeMin —dijo con un sabor amargo en la boca.
GaYoon asintió mientras salta un suspiro pesado.
NaEun solo asintió, no muy convencida
—Se conocieron desde secundaria —soltó una pequeña sonrisa— fueron pareja en preparatoria, y aún que yo pensé que sería algo pasajero termino siendo todo lo contrario.
GaYoon frunció su ceño en confusión
—MinHo me lo dijo hace un tiempo... —dijo con un poco de disgusto— pero no entiendo por qué me dices todo esto, las cosas del pasado no tienen en que afectarnos.

NaEun ignoro lo que GaYoon está diciendo, para poder seguir contando lo sucedido con sus esposos
—Sabias que ellos no terminaron por qué quisieran —ese comentario hizo que GaYoon levantará la mirada—. Ellos nunca terminaron, en realidad.
GaYoon acomodo una de sus piernas encima de la otra
—NaEun, yo encontré a MinHo, devastado, roto, por qué su pareja lo había dejado, ¿Cómo puedes decirme que ellos nunca terminaron? —hablo con desaprobación a lo que la menor le está diciendo.
NaEun cruzó sus brazos
—Yo conocí a TaeMin antes que MinHo, y yo más que nadie, sabe que la madre de MinHo no estaba a favor de esa relación, y lo mando lejos de TaeMin, y era obvio que TaeMin también estuvo devastado por eso —bajo su mirada—, yo estuve ahí con el, haciendo que TaeMin perteneciera con los pies en la tierra.
GaYoon comenzaba a desesperarse, esta conversación comenzaba a no tener sentido
—NaEun, esto no tiene sentido, ¿Porque me dices todo eso? Eso ya no importa, MinHo tiene una vida conmigo, y TaeMin contigo, dejemos este tema —dijo con fastidio—. ¿Para que me trajiste aquí? —pregunto.

NaEun negó con la cabeza
—Te traje para hacerte entrar en razón. Se que amas a MinHo, tanto como yo amo a TaeMin.
GaYoon se puso de pie
—Puedes ir al punto por favor, no entiendo cual es el motivo del por qué estoy aquí.
NaEun al igual que la madre de Yukhei, se puso de pie
—GaYoon, MinHo te fui infiel con mi esposo.
El ceño de la última mencionada, se frunció a un más
—Eso no puede ser posible. El me dijo que ya no tenía nada en común, el me dijo que ya no sentía nada por el.
La doctora sujeto el brazo de GaYoon para volviera a tomar asiento
—Lamento decirte que lo que te digo es la verdad. Ellos tienen esa conexión especial, ¿No te has dado cuenta? Aunque ellos se separen, se volverán a encontrar. TaeMin nunca me ha visto como ve a MinHo —GaYoon solo negaba con la cabeza sin poder verla a los ojos—, TaeMin me lo confesó hace un mes por esa razón me fui de la casa, mis hijos lo sabía y nunca me dijeron nada. Yukhei también lo sabía y nunca nos dijeron nada...

GaYoon negó rotundamente
—NaEun, MinHo nunca me a sido infiel, y tú no vendrás a crearme inseguridades, tu no destruiras mi matrimonio, así que dile a TaeMin que no meta a mi esposo en sus problemas —sus ojos se encontraban inundados en lágrimas.
NaEun negó desilucionada
—TaeMin no mentiría ante eso. Yukhei lo sabe, ¿Por qué no se lo preguntas, por qué no le preguntas a Min... — está no pudo terminar de hablar gracias a la bofetada que GaYoon le brindo.
La mayor se separó de la doctora
—Yukhei siempre me cuenta todo, por favor deja de meterlo en esto —su cara se encontraba roja de la fueria—. Estás mal interpretado, MinHo está enamorado de mi, así que deja de decir eso.
NaEun aguardo su enojo, no se pondría a pelear como quinceañera
—Te quiero en la casa de TaeMin a las 3:00 de la tarde —por último trago todos sus impulsos de enojó y pregunto—¿Te llevo a casa?