Plena tarde de viernes. Primavera, pleno octubre.
Los rayos del sol entraban alumbrando sus piernas, la brisa cálida movía la cortina. Desde donde se encontraba se veía el celeste de un cielo claro.
Echada en el sillón con las piernas una sobre otra. En sus manos sostenía un libro llamado Las voces del desierto, que leía pero no prestaba atención, su mente viajaba impulsada por la ansiedad a la invitación de esa noche.
Nada especial, solo el cumpleaños número veintiún de un ser querido, pero por cosas de la vida seguro no podría asistir.
La culpable era la vida -o eso quería creer- pero todos en su equeño círculo social sabían que no era de ella, aunque nunca se lo discutían.
Siempre sintió la necesidad de echarle la culpa. Le costaba reconocer de quien era realmente.
Era difícil.
La dichosa invitación desató en su cabeza montones de recuerdos con las personas que alguna vez cumplieron la función de amigos. Pero hoy ninguna de ellas ocupaba ese lugar. Esa era una injusticia a la que nunca pudo encontrarle respuesta. La vida cambia, pero nunca pensó que terminaría sin amigos.
Soltó un bufido de frustración.
Sabía que esa noche habría vino y faso, sonaría un buen rock y saltaría junto a su hermana Panic Show con el vaso en la mano. Sabía que si estuviera entre ellos esa noche se divertiria como hacía tiempo no se divertía. Vería a esos amigos de sus hermanos que les caían bien pero con quienes nunca pudo desarrollar un vínculo más cercano, también vería a su cuñada a quien por casualidad se encontraba alguna vez.
Pero decidió espantar esas imágenes de su cabeza. Porqué siempre que tenia algo que la entusiasmaba creaba una secuencia de imágenes de lo que sería la ocasión. Era involuntario, ridículo y triste a nivel personal hacer eso. Pero seguía haciéndolo sin darse cuenta.
Se levantó del sillón y dejo el libro en el lugar que había ocupado. Caminó a la ventana, en el alféizar estaba la gata blanca de su hermana durmiendo al sol, se colocó a su lado, a lo lejos vio pasar a su padre arreando las vacas.
-Que hermosa tarde -comentó su hermana apareciendo junto a ella.
-La verdad que sí.
Y volvió al sillón a leer sin prestar atención.
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Para los interesados Las voces del desierto de Marlo Morgan es un libro muy bonito, ligero.
Marlo cuenta su experiencia con una tribu de aborígenes de Australia que se hacen llamar los Auténticos, en ese viaje por el Outback descubre muchísimas cosas y aprende mucho sobre la vida y el ser humano.
Por otro lado la canción que menciono Panic Show de La Renga es un tema que esta super y estaría genial que lo conozcan. En lo personal es una de mis bandas favoritas así que también les super recomiendo la banda.
