Dulce |Ranpoe|

Parte única

Para Poe, aquella rivalidad que tenía con Ranpo era de lo más extraña. ¿Cuál era el significado de rivalidad? Poe estaba bastante seguro de que, a pesar de que Ranpo fuera su rival, no significaba que tuvieran que llevarse mal. Rivalidad no era lo mismo que enemistad, solo mantenían una competencia sana entre ambos -aunque en realidad para Ranpo apenas hubo una competencia real-. Poe sonrió ante aquel pensamiento. Por supuesto, él no podría odiar a Ranpo, era el mejor rival que había podido encontrar, ¡incluso se llevaba bien con Karl! Aunque en ocasiones llegaban a pelear por los dulces que Poe guardaba en su hogar.

Apretó la bolsa entre sus manos, los nervios tratando de escapar a través de aquella acción. No, no era la primera vez que iba a ver a Ranpo a su trabajo y, muy posiblemente, tampoco sería la última. Sin embargo, no podía evitar que su corazón saltase debido al nerviosismo que le ocasionaba ser el centro de atención los leves segundos en los que abriría la puerta.

Dio un par de toques, no muy decidido, cuando Karl hizo un ruido cerca de su oreja; casi como si tratara de decirle "ahora o nunca" en una extraña muestra de ánimo. Abrió con lentitud, saludando y recibiendo unas miradas que prefirió no corresponder.

—¡Poe-kun!—Como era habitual, Ranpo saltó de su asiento. Una sonrisa afloró en los labios de Poe muy levemente por encima de sus nervios, se acercó al chico más bajo con paso que intentó fingir ser tranquilo mientras sus botas hacían ruido a cada paso que daba—. ¿Qué traes?—preguntó Ranpo bastante seguro de que Poe no había estado escribiendo nada últimamente que quisiera enseñarle. Se colocó correctamente en su asiento, apartando un par de botes con galletas para que Poe pudiera apoyar sus pertenencias.

—Es un regalo para animar a Ranpo-kun—anunció en un hilo de voz escasamente más fuerte que un susurro. Ah, le daba tanta vergüenza estar ahí de normal, y venir con un regalo que no tenía realmente una intención le avergonzaba más. Ranpo enarcó la ceja, sus ojos verdes se mostraron con curiosidad fingida. Poe supo que ya lo sabía, tanto el qué traía como el por qué, y deseó que el chico más joven hablara para evitarle vergüenza. Sin embargo, Ranpo no era así, simplemente sonrió esperando que el contrario continuara su explicación. Poe miró levemente a su alrededor, feliz de comprobar que los amigos de Ranpo estaban demasiado ocupados en sus quehaceres—. Has estado trabajando varios días durante largas jornadas, así que pensé que te animarías con esto.—Poe apoyó la bolsa con delicadeza sobre el lugar, sacando con lentitud lo que había en el interior. Ranpo se acercó, una verdadera curiosidad impaciente como la de un niño, mientras lentamente el contenido se mostraba. Poe sonrió con suavidad, admirando en silencio el inocente rostro de su rival.

—¡Dulces!—afirmó en una exclamación Ranpo, acercando su mano casi de inmediato al contenido. Pareció analizarlo con la vista, antes de probar sin importarle si manchaba su lugar de trabajo. La sonrisa en Poe se agrandó ante la sonrisa que Ranpo mostró debido al agradable sabor del dulce exquisito. Poe no temía gastar su dinero, mucho menos en alguien como Ranpo. Si tenía que traerle dulces, traería los mejores dulces que pudiera encontrar en ese momento.

Tal vez estaba distrayendo a Ranpo de su trabajo, y Kunikida se lo recordó pocos segundos después, pero no diría que se arrepentía a pesar del susto que Kunikida le había provocado con sus gritos.

Tal vez la rivalidad entre ambos era algo extraña, pero era una rivalidad a fin de cuentas.

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Buenas! Este es mi primer fic dentro del fandom de bungo stray dogs y estoy emocionada.

El primero tenía que ser Ranpoe por el simple hecho de que lo merecen, este par es genial.

Muchas gracias por leer

Soul Free