Narra Seiya: si esa noche fue magnífica, bueno, en el aspecto de conseguir mi pequeño delirio fracase, pero en lo demás no me puedo quejar, al regresar a mi casa vi las calles muy agitadas, mucho policía, creo que estoy dejando mucho rastro, se estaba poniendo peligrosa la cosa, lo había pensado hace dos semanas cuando fui a visitar a Yaten, mi primo, lo recuerdan, aquel que me dio aquellas pastillitas milagrosas, bueno lo fui a visitar para ver si me podia conseguir mas antes de usar algo como el cloroformo que sacaba de la escuela, lo usamos en la clase de biología, llegue tan alegre como siempre pero lo encontré en una situación comprometedora, hace tiempo el me dio una llave de su departamento por aquello de que lo quisiera utilizar, solo debía avisarle con anticipación, entre como si nada, pero la escena que vi me hizo regresar a la entrada y tocar la puerta, aunque fue demasiado tarde, la joven rubia que se encontraba con él ya me había visto.
Yaten: mierda Seiya, debiste avisarme que vendrías.
Seiya: disculpa bro, no pensé que estuvieras ocupado.
Yaten: no importa, que te trae por aquí.
Narra Seiya: pronto la mujer se cubrió con ambos brazos, mientras mi primo solo se quitaba de encima de ella, sonrojada tomó sus ropas y subió a la habitacion de mi primo, no cabe duda que no era la primera vez que estaba ahí, la seguí con la mirada por las escaleras dejando ver todo su frondoso trasero sonrojado, mientras mi primo se quedó sentado en aquel sillón mullido que compró desde el primer dia que se mudó, dejando al descubierto todo su ser, que asco, en verdad me dio igual pero por lo menos se pudo haber cubierto.
Seiya: solo venia a pedirte un favor.
Yaten: dime bro, qué favor es tan importante como para que me interrumpas.
Seiya: veras , recuerdas aquellas pastillas que me diste para pasar un buen rato.
Yaten: pero de eso ya hace tres años hermano, ademas segui tu consejo, ahora mi cuerpo es un templo de salud, ya no le hago a nada de eso, bueno a una que otra botella de whisky, pero eso es otra cosa, además con la escuela y eso de las leyes, no tengo tiempo de meterme porquerias, mi único desestresante son las mujeres.
Seiya: creo que ya somos dos, jajaja.
Yaten: oye pero para que las querías, que no sabes cortejar, o que rollo contigo, digo porque si tienes problemas yo te puedo presentar a muchas, tengo agendas repletas de números, alguna te a de venir bien.
Seiya: no es solo que aquella vez que la use funcionó tan bien, solo quería conseguir más, pero si no se puede ni modo que le vamos hacer.
Yaten: haces bien, además son muy caras, tu trabajo en la carnicería no sustentaría ese gasto, con el tiempo te destroza los nervios.
Narra Seiya: Yaten era mayor que yo, al menos 5 años mayor que yo, su pereza lo hizo retrasar su graduación de abogado, así es le gustaba aquello de las leyes, y las mujeres, lo único que me dejo sorprendido es lo que me dijo después...
Yaten: por cierto, vi como te le quedaste mirando a Mina, te gustan grandes he.
Seiya: no disculpa, no fue intencional.
Yaten: hace cuánto que tu no estas con alguien Seiya, tu hermano me a dicho que salen mucho a antros, pero que nada de nada, que pasa eres Gay.
Seiya: no, claro que no, como se te ocurre, solo que no quiero nada serio, asi como tu solo son de una noche, no más.
Yaten: bien, siendo asi, te puedo presentar a Mina, ella solo es una compañera de clase, también está por graduarse, y vino a revisar unos papeles conmigo, que dices te animas, esta noche iremos a el café Blue Moon, llevará a una prima que está de visita, medio mojigata, pero en la cama es puro fuego.
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Caníbal
Science FictionAltas, Chaparritas, delgadas, robustas gorditas, morenas, blancas, todas absolutamente todas saben igual, todas menos una, en esta travesía me di cuenta que no toda l carne humana se puede comer y menos aquella que sabe tan bien, ¿Quien soy? fácil...