Capítulo 2

12 3 0
                                    

Quisiera no haber visto nada. Quisiera estar en estos momentos en otro lugar.
Me siento asqueada, traicionada y sorprendida.

Mi padre, debe sentirse peor.

Los dos quedamos estáticos frente a la escena que acabamos de encontrar.

Mi madre, la que siempre vi como una gran mujer, un ejemplo a seguir, la esposa perfecta para mi padre.

Esos pensamientos ahora están en la basura.

Verla ahí, semidesnuda con un hombre, en MI cama, que es peor, me hace sentir horrible.

No puedo soportar esto, así que salgo corriendo de allí, bajo las escaleras lo más rápido que puedo, sin caerme, mientras que dejo atrás el escándalo que esta haciendo mi padre, los gritos de mi mamá defendiendo a ese hombre hace que me sienta peor por mi padre.

Abro la puerta y salgo corriendo para la casa de mi mejor amigo, que queda a una cuadra de mi casa.

Cuando estaba en camino, solo pensaba en esa asquerosa imagen, pensaba en ¿Desde cuando? Y ¿porqué mi mamá? Había leído mucho sobre infidelidades, pero nunca pensé que eso lo viviera mis padres.

Peor, mi papá debe estar devastado, el amaba demasiado a mi madre, y ver que la persona que amas te lastima frente a ti, a de ser muy doloroso, como cuando te apuñalan con un cuchillo en el pecho.

Llego a la casa de Jackson, y toco el timbre dos veces para que sepa que soy yo.

Es como nuestros códigos.

Espero solo unos segundos y Meri la ama de llaves me habré la puerta.

-Leah, ¿Como estas? Pasa- me dice amablemente mientras me habré la puerta.

Quisiera contestar esa pregunta ¿Como estoy? Pero me temo a que ni yo se como estoy.

-O hola, meri, disculpa ando apurada- la esquivo y me voy directo al cuarto de Jackson, es obvio que estará allí, hoy es martes, y tiene juego.

Toco la puerta ya que no se lo que estará haciendo, más vale prevenir que lamentar.

-¿Quién?- escucho que preguntan desde el otro lado de la puerta.

-Yo, Leah, por favor abre no me siento...- tarde, quebré en llanto.

En ese instante puedo visualizar a Jackson abrir la puerta, este cuando me llorando se sorprende y me dice que pase.

Entro a la habitación Jackson cierra la puerta y me abraza.

Yo le correspondo el abrazo mientras que mis lágrimas fluyen por toda mi cara, una vez leí que cuando lloras es cuando el cuerpo habla, porque no puedes decir lo que sientes con palabras.

Después de unos minutos, me separo de Jackson y decido hablar.

-Jack... No puedo creer lo que me esta pasando- me voy a recostar en su cama.

-Dime, ¿que te paso? A de ser muy malo para que tu llores, no me digas que... ¿Míster perfección te término por mensaje?, ese imbécil le voy a partir la cara cuando lo vea- golpea el escritorio.

-No... Dester no tiene nada que ver, Son mis padres, mi mamá mejor dicho- agarro una de sus almohadas y la abrazo todavía no asimilo esto.

-¿Que le paso a la señora colins? ¿Está bien?- veo en su rostro preocupación.

<Si supiera>

-Si esta bien, de echo el que estará mal es mi padre-

-Leah explica mejor porque no te comprendo, primero dices que es tu mamá, ahora dices que es tu papá no...- lo interrumpo

-Encontramos a mi mamá semidesnuda en mi cama con otro hombre- oh no lágrimas a flote.

Hundo mi rostro en la almohada, esta vez no lloro de dolor, si no de frustración.

-O... Leah no se que decir- escucho las pisadas de jackson venir hacia mi.

-No digas nada, solo dime ¿me puedo quedar a dormir aquí?- seco mis lágrimas y lo miro.

Jackson y yo hemos sido amigos desde la infancia, desde los cinco años, compartimos todo, nuestros secretos, comida, casa, excepto la ropa por obvias razones.

Sus padres son el matrimonio perfecto, como lo eran los míos, ellos me conocen desde los cinco, y me tienen mucha confianza, de echo me quieren como otra hija, ya que la señora Smith no pudo tener más hijos debido a un problema de fertilización, tuvo solamente a Jackson, así que no hay inconvenientes de quedarme.

-¡Claro que te puedes quedar! De echo quedate el tiempo que sea necesario, no creo que quieras ir a tu casa, y menos a tu cuarto- lo dice en modo de broma.

-Oye asco no... ¿Sera que no saben que existen los moteles? O... ¿que? Me van a decir que mi cama se veía mejor para jugar..-

-Podría ser, tu cama es cómoda, hasta yo la usaría- Se comienza a reír.

-No digas estupideces, asco jackson,- Le doy con la almohada

- Aaa- se lleva dramáticamente la mano al corazón -señorita, de por declarada la guerra- agarra la otra almohada y Me golpea.

-¡Guerra de almohadas!- gritamos los dos al mismo tiempo.

Parecíamos niños pequeños golpeándonos con las almohadas, usándolas de espada y escudo, hasta que sin querer lanzo la almohada hacia la mesita de noche, y se caen caen algunas cosas.

-O rayos- exclamé, me bajo de la cama y voy a recoger lo que tumbe.

Entre las cosas, me encuentro el frasco de medicamentos que Jackson toma para la epilepsia, lo agito y se encuentra vacío.

Si aunque no lo crean jakson es epiléptico, nació así debido a los problemas que tiene su madre para procrear bebés, el tiene que estar al día con sus medicinas, o puede sufrir un ataque de epilepsia.

-Jackson, el frasco de medicinas esta vacío... ¿Acaso no te la estas tomando?- me levanto del piso y volteo a verlo.

-O... Eso... Es viejo Leah, claro que Me las tomo- me sonríe para que me calme, pero no se que es más falso, lo que Me acaba de decir o su sonrisa.

-No te creo... Jack no sabes mentir, dime la verdad ¿Te la tomas o no?- Me cruzo de brazos esperando una respuesta sincera.

-No... No me las tomo desde hace un mes- baja la cabeza.

-¡Queee! ¡Desde hace un mes!- ¿Este chico tiene cucarachas en la cabeza? o ¿que? -¿Tus padres lo saben?-

-No... Leah deje de tomar ese medicamento, porque quiero ser un chico normal, sin estar tomando pastillas cada cierta hora, quiero vivir normal, no bajo el efecto de una droga- Me mira, y puedo notar que quiere llorar pero no lo hace.

-Jackson, tú no eres un chico normal, tienes que tomarlas, si no puedes sufrir un ataque epiléptico, o peor puedes...-

-Morir, eso ya lo se Leah, no me lo recuerdes, es más dejemos de hablar de esto, voy a jugar, ponte cómoda.-

Dicho esto se levanta y se va para el escritorio donde esta la computadora.

Suspiro, y vuelvo a ordenar lo que tumbe, cuando termino busco mi bolso para sacar mi celular y ponerlo a cargar.

Por suerte Jackson tiene un enchufe cerca de su cama, me acuesto y conecto el celular, lo enciendo mientras se carga para llamar a Dester.

Lo llame más de diez veces y no contestó, le deje mas de veinte mensajes y nunca respondió.
Me preocupa el siempre me contesta, pero recuerdo que tenía que ir a la empresa de su tío, a si que me supongo que todavía esta allá.

Me volteo y me quedó mirando la pared, pensando en como estará papá, donde estará en estos momentos.

Lo llamaré.

Pero igual que Dester no contestó.

No me queda de otra que dormir, y esperar a que este día pase ya...

Antes de dormir le echo una mirada a Jackson y veo que esta muy concentrado en su juego, así que no va hablar conmigo.

Mejor me duermo.

Ojala mañana sea un mejor día.

Te Encontré Con Un VersoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora