Capítulo III parte 1 "Corriendo a la orilla del acantilado"

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                                                         CORRIENDO A LA ORILLA DEL
                   ACANTILADO                                                                     

Vano afán

Dije a mi mano: arranca las ortigas

que junto de la fuente

aprisionan al mirto entre sus ligas.

Y mi mano obediente,

de raíz fue arrancando las ortigas.

Dije a mis ojos: cuando venga el sueño

a llamar esta noche aquí a mi puerta,

rechaza su beleño,

que si hoy quiero soñar, lo haré despierta.

Y en esa hermosa noche, en vez del sueño,

la luna entró por mi ventana abierta.

Dije a mi labio: pajarillo inquieto

que aprendiste ese nombre tan amado,

no lo repitas ya ni aun en secreto.

Y el labio enmudeció y está callado.

Y así de aquesta suerte,

como tan claro mi razón advierte

que al punto voy haciendo

todo lo que me place y voy queriendo.

Dije a mi corazón: olvida, olvida,

que libre de este amor ya quiero verte.

Y entonces ¡ay!, mi corazón me dijo:

vano será tu afán, vano y prolijo;

no pretendas luchar, serás vencida,

yo te domino a ti, yo soy el fuerte

mientras vayas errante por la vida,

al yugo de ese amor irás uncida;

si quieres olvidar, dame la muerte

María Enriqueta.




Tal y como la señorita Pony y la hermana María sospechaban, Candy no contaba en sus cartas ni la mitad de todos los horrores que estaba presenciando.

La guerra en Francia había sido desde el principio una lucha de trincheras. Desde el Sur hasta el Norte del país se habían construido trincheras a lo largo de las fronteras con Luxemburgo, Bélgica y Austria. Tanto Alemania como Francia había luchado ferozmente durante años, la primera intentando ocupar el territorio enemigo, y la última defendiendo sus tierras. A pesar de las sangrientas batallas en las cuales miles y miles de hombres habían perdido la vida, para 1917 no se habían logrado muchos avances. Ambas partes, los Aliados y la Triple Entente habían mantenido más o menos las mismas posiciones por largo tiempo y las hostilidades no habían cesado desde 1914. Toda esa gran área era conocida como el Frente Occidental, uno de los escenarios más horrendos de la Primera Guerra Mundial.

Los alemanes habían ocupado Bélgica sin ninguna dificultad durante el primer año de la guerra. Desde esa plaza habían tratado de invadir Francia y tomar así control del Mar del Norte. Un punto muy estratégico para una futura invasión al Reino Unido, el más poderoso enemigo que los alemanes tuvieron antes de que los Estados Unidos entraran en la guerra. La región deFlandes, una amplia área entre Francia y Bélgica, había sido prácticamente devastada en ese intento invasor. Cuando Candy llegó a París hacia fines del mes de mayo de 1917 una gran campaña estaba a punto de comenzar en Flandes, una vez más.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2020 ⏰

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