Dos meses después de la escena que acabamos de presenciar Albert recibió la primera carta de
Candy.
Junio 29 de 1917
Querido Albert:
Finalmente llegamos a París. Esta es la primera carta que puedo enviar desde que dejé América. Estoy segura de que has pasado muchos problemas por mi causa. No debió haber sido fácil decirle a todos acerca de mi decisión. Siento mucho haber dejado esa responsabilidad en tus hombros pero no pude encontrar otra persona que fuese capaz de realizar esa tarea mejor que tú.
Espero que entiendas mis motivos aunque se bien que me extrañarás tanto como yo a ti y a todos mis queridos amigos. ¿Recuerdas cuando fuiste a África? Era algo que habías soñado desde siempre. Algo que tenías que hacer para poder continuar con tu vida. La decisión de venir a Francia es un asunto de la misma naturaleza. Yo tenía que estar aquí. Es como si hubiese nacido para una ocasión como esta. No quiero decir que estoy haciendo cosas extraordinarias aquí pero creo que este es lugar en que debo estar. Ya he encontrado muchas razones para estar aquí ¿Sabes?
Por otra parte, no es tan horrible como la gente dice. Todos han sido muy amables conmigo. Sí, el trabajo es duro pero todos están tan conmovidos por el dolor en el hospital que la mayor parte de los buenos sentimientos salen a flote fácilmente en el corazón de todos. Trabajamos duro porque el personal no es suficiente para cuidar de todos los heridos que llegan todos los días del Frente Occidental, pero también somos recompensados cuando nos damos cuanta de que hemos logrado salvar una vida.
Hay solamente algo que me molesta profundamente, la frecuencia con la que se llevan acabo amputaciones. Algunas veces creo que los doctores deciden cortar una pierna o un brazo demasiado pronto. Es tan triste ver a esos hombres, algunos de ellos muy jóvenes, sufrir horriblemente cuando se dan cuenta de que han cortado uno de sus miembros. Recuerdo que el año pasado fui a una convención médica en el hospital Johns Hopkins, y algunos doctores estaban probando un nuevo proceso llamado irrigación para salvar un miembro de una amputación inminente. Ellos reportaron buenos resultados allá y yo solamente estoy esperando la oportunidad para sugerir el uso del tratamiento por irrigación aquí. Pero no va a ser fácil porque los doctores nunca confían en las enfermeras para diagnosticar tratamientos.
En asuntos más agradables debo decirte que me he reencontrado con una vieja compañera. ¿Recuerdas a Flammy, my condiscípula en la Escuela de Enfermería? Ella está aquí, y adivina qué. ¡Es la enfermera en jefe! ¿Puedes creerlo? Se que una vez te dije que nunca nos llevamos muy bien pero estoy segura de que nuestra relación mejorará ahora. Estoy consciente de que ella es un alma solitaria y a mi me gustaría mucho ser su amiga. Mantén los dedos cruzados por mi.
Por favor, dile a Annie que París es todo lo que ella me dijo una vez. La ciudad es tan preciosa como para quitar el aliento. Por supuesto, no tengo mucho tiempo para conocer la ciudad pero cada dos semanas tengo un día libre, bueno, solamente diez horas. Usaré ese tiempo para ver todo y como van las cosas por aquí, parece que esta guerra tomará todavía un rato para terminar. Así que tengo la oportunidad de conocer bien París.
Como estoy muy ocupada aquí no creo que tenga tiempo para escribir muy seguido. Mi siguiente carta será para Annie, después le escribiré a Archie y después a la Señorita Pony y a la Hermana María, y finalmente de nuevo a ti, así que se paciente y todos ustedes cuéntense lo que digo en mis cartas. Pero por favor no le digas a Annie lo de las amputaciones que te conté. No quiero que se sienta triste por eso.
Con amor
Candy
P.D.
Cumplí 19 años el mes pasado durante el viaje. Así que no te olvides de comprarme algo como regalo de cumpleaños y guárdalo bien envuelto para mi regreso.
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Reencuentro en el Vortice.
FanfictionEstan listos para esta nueva aventura con Candy?... les advierto que reiran, se emocionaran y llorarar pero sobre todo se enamoraran de estos personajes...