Parte I

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Caminando por la calle esta noche
Tengo mi parte de malas intenciones
No sé lo que está mal o bien
Y olvidé mencionarlo
(...)
Tengo un secreto que contarte
Por que sé que no lo has escuchado
Pero, ¿y si te dijera cuánto te necesito?

— Staring, Tipling Rock.

— ¡Habla maldita rata de pacotilla! — exclamó histéricamente — ¡¿Porque demonios tengo que venir a sacarte de la comisaría a las tres de la mañana?! ¿Qué sigue? ¿Nadar con vagabundos?, ah no, eso ya lo hiciste

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— ¡Habla maldita rata de pacotilla! — exclamó histéricamente — ¡¿Porque demonios tengo que venir a sacarte de la comisaría a las tres de la mañana?! ¿Qué sigue? ¿Nadar con vagabundos?, ah no, eso ya lo hiciste.

Denki lloriqueo, la muchacha lo había tomado de la oreja izquierda en cuanto lo liberaron y lo había arrastrado de ella hasta la salida de la estación de policías.

— ¡Alterar el orden público! — estiró más fuerte la oreja del rubio — ¿En qué demonios estabas pensando? No, no, no; no estabas pensando, tu no piensas, tienes a un mono con tambores en lugar de cerebro en la cabeza.

— Jirou — sollozó el rubio — sueltame, me duele.

Jirou lo soltó y se posicionó en frente de él.

— Ahora mismo me vas a explicar lo que pasó — posicionó sus manos en su cintura y lo observó molesta.

Denki observó a su mejor amiga y le dedicó una pequeña sonrisa nerviosa, la muchacha frente a él lo iba a matar en cuanto le contara su historia; iba a morir virgen, miserable y sin saber la respuesta de su amado.

— No me lo vas a creer...

***

Denki Kaminari despertó por la mañana pensando que iba a ser un día completamente normal y tranquilo, como cada uno de sus días durante sus veintiún añitos de vida.

Desayuno unos ricos hot cakes y pasó la mayor parte del día jugando videojuegos e ignorado completamente el montón de libros y tareas que tenía que entregar el lunes por la mañana, después de todo era sábado y como buen universitario la ley sagrada era hacer todo una hora antes de entregarlo, la vida es un riesgo y a Denki le encantaba probarlo.

Así que cuando Kirishima le mandó un mensaje invitándolo a una noche de chicos en casa de Sero no lo pensó dos veces. Tomó una mochila de la colección que tenía y la atiborro de ropa, videojuegos y su libro de algebra, iba a aprovechar para que Bakugou le hiciera toda la tarea.

Al llegar a casa de Sero lo primero que lo recibió fue el olor a incienso y galletas de chocolate, su amigo había comenzado a entrar al mundo hippie en cuanto entraron a preparatoria y hasta la fecha continuaba con ese mismo aire.

A denki le encantaba visitar a Sero, cocinaba de maravilla y siempre tenía algo que picar en su casa desde que entró a estudiar gastronomía, la mayoría de las veces Kirishima, Bakugou y él se convertían en conejillos de indias para poder probar todos los platillos que su amigo cocinaba.

El treinta por ciento de las veces terminaban muriendo en el baño, pero el porcentaje restante hacía explotar sus papilas gustativas con la combinación de sabores que su amigo creaba.

Era un precio alto que amaban pagar.

— Ya llego por quien lloraban — gritó entrando a la sala.

Kirishima y Bakugou se encontraban sentados en uno de los sillones con el pelirrojo abrazando al rubio por los hombros, en el sillón individual estaba el horrible gato esfinge de Mina — no tenía nada en contra de ellos pero ese gato parecía odiarlo —.

— ¡Ustedes dos! — apuntó a la parejita en cuanto se dejó caer en el sillón — separense, hoy es noche de chicos, nada de muestras de afecto, este día son amigos no pareja.

— Yo no tengo la culpa que ni una mosca quiera tocar tu trasero plano— respondió Bakugou sonriendo maliciosamente.

— Kirishima se fijó en tu cara de ogro y trasero plano, así que todavía tengo esperanzas.

En cuanto dijo eso se levantó de un salto del sillón y salió corriendo rumbo a la cocina riendo, podía escuchar a Bakugou maldiciendo a su espalda y a Kirishima tratando de calmarlo.

— ¡Sero! — gritó en cuanto entro a la cocina — ¿esta vez con que nos vas a deleitar?

Sero Hanata se encontraba sacando del horno una charola repleta de galletas y en cuanto Denki las vio su boca se hizo agua, amaba las galletas con toda su alma.

— Toma el recipiente azul que está en el lavado y llénalo de las galletas que están en la segunda charola — dijo este mientras dejaba las galletas recién salidas del horno en la encimera — De la segunda charola Denki, la primera son para un cliente.

— Sí, sí, sí — asintió distraídamente el rubio. — ¿Y Mina?

— Está de viaje con sus padres — respondió Sero — por eso tengo a Pinky conmigo.

— Pensé que estaría aquí — volvió a hablar.

Denki comenzó a pasar las galletas en el recipiente que Sero le había dicho mientras escuchaba atentamente a su amigo contarle sobre su linda novia — amiga de Denki, también — y el por qué no se encontraba con ellos.

Observó de reojo las galletas de la primer charola y se dio cuenta que estas tenían más chispas de chocolate que las suyas, así que despistadamente aprovechando que Sero se encontraba de espaldas ajustando el horno e intercambio algunas de ellas, nadie se daría cuenta de su pequeña travesura por lo menos no hasta el día siguiente.









Okey, se qué tengo dos historias en curso y una week sin terminar pero en serio necesitaba subir esto jejeje

Va a ser algo muy, muuuuy cortito, le calculo unos 5-6 capítulos de 800 a 1,200 palabras por capítulo.

El cap de PM ya está casi terminado pero necesitaba distraerme con algo más ligero y así es como surgió esto, démosle gracias también a los memes, benditos memes 🙏🏻

Si encuentran algún error háganmelo saber plis ✨

Nos leemos pronto

Galletas de unicornio - ShinkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora