6.

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6- Problemas.

14 años.

Gael.

C: ¿Y ahora, qué? - Suspiró.

G: No lo sé, ¿Se supone que era aquí? - Dije mirando el pasillo de la escuela, se supone que aquí nos encontraríamos con Angel y Emilce, la primera nombrada está aquí pero no hay señales de Emilce.

A: Estoy ansiosa. - Dijo caminando de lado a lado y miré a Cayden quien también me dirigió la mirada de "No me digas".

C: Sí, bueno.. ¿No consideraron que quizá se arrepintió? - Suspira nuevamente.

A: No lo creo, está loca por Gi y vendrá, no es tonta. - Respira profundamente.

C: Oh vamos, son las 6pm y todavía no aparece, debería estar en casa. - Se queja recargándose en la pared.

G: Estoy de acuerdo con él, - Señalé con el mentón a Cade - deberíamos irnos a casa, ahora.

A: Sólo.. cinco minutos, por favor. - Nos miró a ambos.

G: Ahora. - Cayden asintió estando de acuerdo y repentinamente se escucharon pasos rápidos, volteamos a ver y allí venía ella sacudiendo su melena colorada mientras corría por los pasillos.

A: ¿Lo ven? Era cuestión de unos minutos. - Gruñó, poniendo los ojos en blanco.

C: Oh, entonces la Chica Tomate decidió aparecer. - Enarcó sus cejas, reí.

E: Ya... Yo... - Paró a nuestro lado por unos minutos, tomando aire como loca y moviendo los pies y manos en direcciones raras, fruncí el ceño.

A: ¿Estás bien, Emilce? - Preguntó, robando las palabras de mi boca.

E: Vamos. - Pronunció volviendo a correr, yendo por el pasillo en que esperábamos adentrándose en la oscuridad. Suspirando, la seguimos.

C: ¿Qué le ocurre? - Gruñó irritado, mientras corría a nuestro lado.

G: No lo sé, sigámosla. - Continuamos corriendo, alcanzándola. Se metió en uno de los salones, entramos detrás suyo y la puerta se cerró suavemente en cuanto lo hicimos.

A: ¿Qué demo..?

E: Silencio. - Masculló, pegando la oreja a la puerta provocando que mi ceño se profundizace.

G: ¿Qué ocurre?

E: Alguien... - Su respiración agitada le impedía hablar, y sus señas con su mano eran tremendamente confusas.

G: Mejor... No quiero saber. - Terminé, asintió un poco aliviada.

Escuchamos pasos provenientes de afuera, pasos rápidos y luego voces:

Xx: ¿Dónde está esa niña? Es imposible que corra tan rápido, apenas podía.

Xx: No lo sé, pero debemos encontrarla antes de que alguien más sepa que esté aquí y tengamos problemas. Vamos por allí. - Ruidos; luego pasos rápidos. Era obvio que se habían ido.

C: ¿Entonces alguien te vió? - Emilce, ya completamente recuperada, asintió.

E: Iba caminando y simplemente no lo sé, salieron de la nada...

G: Oh vamos, Emilce por favor. - Me quejé, negando con la cabeza y ella se sonrojó.

E: Lo siento.

C: Sí, lo sientes. Ahora... Vamos, Emilce, ¿Dónde dices que están tus cosas? - Caminó a un muro que había en la pared de aquel salón.

E: En el despacho de la Directora, ¿Vamos allí? - Observó a través del vidrio en forma de barra larga que estaba en medio de la puerta en forma vertical.

Lo Que Una Sonrisa Puede ocultar. | G.V. (Christopher Vélez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora