Rutina.
La misma rutina de siempre, y ni siquiera un beso en la mejilla. Me pregunto, ¿ya no es lo mismo de antes? Cuando hablo de antes, me refiero a esa increíble vida de recién casados; no pasó mucho tiempo, sólo dos años.
Fue algo bonito, una boda de ensueño... Felicidad, amor, riqueza y sobre todo, buen sexo. Quizás eso no lo es todo en la relación pero es casi lo más necesario.
Entregarse el uno al otro es demostrarse amor entre las sábanas o en pequeños detalles que podrían hacer al otro feliz.Pero nada de eso estaba, todo se había esfumado y es lo que más me preocupa.
Me preocupaba el que ellos tenían razón; me preocupaba de que fuera verdad lo que ellos decían.. El que él sólo estaba conmigo por mi dinero y entonces, comencé a ver pequeñas acciones que me demostraban lo correcto; el bastardo sólo quería mis tarjetas de crédito.. Pero, ¿cómo podría enfrentarlo? no me veo con la voluntad suficiente porque el miedo me gana.
¿Cómo podía quitarle la vida que el deseaba? y sobre todo, ¿cómo lo alejaría de mí? El cariño que siento por él es más que grande, lo amo y no quiero que terminemos con todos estos años de estar juntos.
Además de que él fue el único que estuvo a mi lado cuando yo me ahogaba en la miseria de la angustia y depresión; cuando estaba acabado y todo lo que había construido con esfuerzo, se caía a pedazos.Me dió amor cuando todos me daban la espalda; me dió su mano y confió en mí. Y aunque me duela su traición, no podría alejarlo jamás.
Por eso es que decidí hacerle caso a uno de mis amigos. Quizás salir a divertirme y olvidar por un rato todas las cosas que me atormentaban serían una buena opción.
Ahora me condujo a uno de esos tantos bares que muchas veces frecuenté pero en mi adolescencia.night pleasure.
Ingresé aquél burdel luego de estacionar mi carro una calle antes, observando su interior y suspiré, caminando hacía la barra; observando también a mi alrededor donde una cantidad de hombres iban de aquí para allá, algunos acosando a las meseras y meseros, otros simplemente bebiendo con tranquilidad.
Parecía que hoy era un día especial porque según mi amigo, era un lugar tranquilo para disfrutar; pero en este día, la gente se movía de aquí para allá, la música era más fuerte de lo que correspondía y los atuendos de los trabajadores eran más brillantes y provocadores.
Hacía mucho no pisaba estos tipos de lugares y ahora parecía estar más renovado y con mejor mercancía; las mujeres no eran ni son de mi agrado pero aquí había muchas y con cuerpos de infarto, los hombres por igual. No venía a buscar sexo, o eso es lo que pienso.. tengo mi esposo y por más que él sea un idiota ambicioso, yo lo respetaré y amaré siempre.
Me senté en los taburetes de la barra y le pedí al barman su mejor bebida; observando hacía el escenario que lo estaban preparando, al parecer para un buen show ya que ponían todo su esfuerzo en los juegos de luces.
Suspiré y bebí con tranquilidad de la copa cuando el hombre detrás de la barra me entregó la bebida; mi garganta ardió pero sólo unos segudos, ella ya estaba acostumbrada a los tragos fuertes así que pedí otra pero esa la tomé con tranquilida, no quería estar ebrio en cuestión de segundos.
Aflojé mi corbata mientras observaba a mi alrededor, los que parecían ser meseros/as caminaban a mi alrededor y mis ojos sin duda se posaban en los cuerpos se esos hombres candentes y provocativos; aunque ninguno llamaba mi atención y estaba bien con eso, no quería problemas con él cuando llegara a casa.
Esos pensamientos cambiaron cuando lo ví.
Las luces de neón habían bajado su intensidad, haciendo que el escenario sea el único más iluminado; entonces lo ví, con aquél traje brillante de color rojo intenso, tacones no tan altos pero si dándole una buena altura. No era estúpido, aquél era un hombre, un hermoso hombre de facciones delicadas pero mirada dura y provocatica.
Comenzó a moverse sobre la tarima, deslizando sus gruesos muslos alrededor de aquél caño de pole dance; sus piernas no eran tan largas pero sí gruesas y bronceadas, aquellas se enrollaban alrededor del cañó y luego su cintura con sus brazos.
Quedé embobado en sus movimiento, en la forma que su cuerpo se movía con suavidad y experiencia; dejándose llevar por la erotica canción de fondo que era suave pero con letras profundas. Mi cuerpo no tardó en reaccionar extrañamente, sintiéndose estremecer ante aquél espectáculo.
No estaba comenzando a excitarme, o eso creía; sensaciones comenzaban a recorrer por mi espina dorsal, haciendo morder mis labios ante la vista que el chico me estaba dando. Me perdí en la forma de su mirada pero luego observé como aquellos hombres, algunos ancianos y otros jóvenes, comenzaban a lanzarles billetes como si fuera una...
Una puta.
O bueno, ¿por qué negarlo? su trabajo seguro va de eso; seducir a los hombres allí arriba y luego acostarse con ellos y que además, recibiera pago por hacerlo.
Negué levemente, tratando de no mirarlo mucho bailar aunque eso fue imposible cuando nuestras miradas se cruzaron y sentí un fuego encederse en mi interior por lo profunda que fue la forma de mirarme que fue como directo a una punzada en mi polla cuando se habia colocado en una posición bastante desvergonzada; estirando sus caderas hacía atrás, alzando su trasero y dejando una magnífica vista de aquél.
Era estúpido tener una erección con sólo un baile 'exótico' de un chiquillo sobre el escenario; pero es que aquél pelirrojo se movia de una manera increíble. Sostenía aquél tuvo con agilidad mientras sus piernas se enrollaban a el y con sus movimientos provocadores y miradas lujuriosas desataban morbosidades de aquellos hombres que sin importarle algo; le lanzaban cualquier cantindad de dolares a sus piés.
Quizás la falta de sexo en su hogar era lo que le hacía sentir aquella fuerte atracción al hermoso bailarín en cuestión de minutos que por un momento, lo había estado mirando. Quizás sus miradas se cruzaron en apenas unos segundos pero el sintió algo más y estaba dispuesto a pedir un rato con él; no para tener intimidad, si no para charlar, le daba curiosidad aquél muchacho.
Le fascinaba el traje que llevaba, marcaba perfectamente sus curvas y no quería tener que ser un pervertido, pero a simple vista tenía un dote de maravilla al moverse.
El show terminó antes de media hora mientras el terminaba su cuarto trago; pagó lo consumido y después de pedirle a otros bailarines que se encargaran de hacer que el joven que antes bailaba; se acercara aunque sea un rato a él, caminó hasta buscar una mesa alejada mientras escuchaba aplausos.
Se sentó en una de las mesas alejadas y esperó por aquél bailarín, jugando con sus dedos sobre las mesas; no por estar nervioso si no por lo ansioso que se encontraba por saber si el joven era también tan desvergonzado como cuando bailaba.
De un momento a otro un aroma dulzón se coló por sus fosas nasales, nada comparadoal ambiente del bar que era a distintas clases de cigarrirros y alcohol.
-hola cariño.-
Jeon escuchó y elevó su vista hacía donde provenía aquella voz, dejándose así mismo con los labios entre abiertos al ver el rostro del chico que antes estaba teniendo la atención de todos, a su lado y con una mano en su hombro, presionándola suavemente.
───┈───
sí, ggukminjin regresó.
espero que con cosas mejores.
será una historia un poco larga así que espero sean pacientes y disfruten de cada uno de los capítulos.errores hagánmelos saber.
edades ; jk 32 pero luce bastante joven y jimin 21.
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night pleasure | KOOKMIN.
Diversos│Cuatro años de casado y su matrimonio ya no era él mismo, ¿hasta dónde soportaría jeon? Nigth pleasure era el nombre de aquél burdel donde Jeon Jungkook se dejaría llevar por la tentación de poder sentirse querido y deseado por aquél bailarín pelir...