¿CÓMO SERÁ LA EVOLUCIÓN DE LA FAMILIA?

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La familia, tal como la conocemos en occidente desde hace ya varios siglos, es hoy en día una idea muy problemática que parece estar siendo atacada por todos los frentes posibles. Al menos, la familia modélica a la que estamos acostumbrados, esto es, la familia monógama.

Y han sido los antropólogos los que han colaborado con esta apertura a la equivocidad en lo que respecta a la idea de familia. Sin embargo, son hechos irrefutables de los cuales no podemos prescindir si es que queremos entender correctamente el tema. Pues ellos descubrieron en ciertas sociedades aisladas (punaluas, por ejemplo), que los modelos de familia en tanto configuración cultural eran muy diversos y opuestos a nuestro modelo familiar establecido.

Ahora bien, la idea de familia no puede ser estática ni tampoco inmutable, dado que las evidencias de familias sindiasmicas y consanguíneas demuestran que no podemos ceñirla a una sola posibilidad de ser. Dado que, vuelvo y repito, la equivocidad de la idea de familia surge de su misma pluralidad empírica. Así pues, si una sociedad dispone de un modelo familiar determinado y otra sociedad de un modelo distinto, eso es prueba de que no hay univocidad en la idea de familia.

Llegado a este punto, nos parecería necesario disponer de una coordinación histórica y lógica entre uno y otro modelo familiar que nos permita ordenar cada modelo según el orden establecido. Por ejemplo, como Engels propone en su obra "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado". "Al salvajismo corresponde el matrimonio por grupos; a la barbarie, el matrimonio sindiasmico, a la civilización, la monogamia con sus complementos, el adulterio y la prostitución" (II. LA FAMILIA. Pag 33. Archivo Marx-Engels de la Sección en Español del Marxists Internet Archive (www.marxists.org), 2017.) Por lo que notamos, la familia sería entonces una secuencia de modelos configurados en sentido ascendente, al menos como Morgan lo suponía al afirmar que la familia "nunca permanece estacionada, sino que pasa de una forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad evoluciona de un grado más bajo a otro más alto" (Pag. 7). Sin embargo, esta ascensión, al parecer, conlleva ciertos componentes de la anterior etapa como se nota cuando Engels afirma que la monogamia implica también al adulterio y a la prostitución. Inclusive, Engels habla de una poligamia desigual que sería evidente entre musulmanes, donde la poligamia es permitida, mientras que la poliandria es condenada cruelmente. De aquí que sea licito hablar de una poligamia desigual. Y aunque sea evidente que hoy por hoy la monogamia sigue envuelta por toda una serie de fenómenos propiamente polígamos (infidelidades, prostitutas y prostitutos, despedidas de soltero, etc.), nosotros afirmaremos que la monogamia no se sustenta ni con poligamia desigual ni con poligamia igualitaria, como promulgarían los amantes del "amor libre" en nuestros tiempos.

Y es que, si tomamos posiciones más actuales respecto a la liberación sexual y movimientos sociales modernos que pregonan por matrimonios distintos, leyes respecto a la identidad sexual, etc., resultaría ineludible realizar la siguiente pregunta: ¿qué impide a cualquier sociedad la regresión de un estadio superior de la familia a otro inferior?

Como íbamos diciendo, la poligamia desigual y la satanización de la poliandria no implica que la monogamia pueda perdurar. Hablamos, por supuesto, de casos monógamos. Ya que los musulmanes no son propiamente monógamos sino polígamos, con la diferencia de que no aceptan otros esposos, por supuesto. Pero concentrémonos en una pareja monógama en la cual ambas partes consideran que la poligamia desigual está bien, pero no lo confiesan. ¿Podrá ser perdurable la monogamia que se controla bajo semejantes preceptos? Definitivamente, parecería que no. Luego, podríamos optar por una monogamia tolerante frente a la poligamia y la poliandria, ¿será que, mediante la poligamia y la poliandria, se sustenta la monogamia? Evidentemente, tampoco parece un buen camino a seguir si lo que deseamos es defender la monogamia. Ultimadamente, parecería que la monogamia no puede sustentarse ni a través de la poligamia ni a través de la poliandria, mucho menos a través de ambas, de modo que sólo quedaría una salida, algo absurda y algo confusa, pero, al fin y al cabo, una salida, esto es, que la monogamia se sustente a sí misma. De modo que para mantener la monogamia no hagan falta amantes externos que "la sustenten", sino que más bien, deberían ser ambos integrantes monógamos los que sostengan dicha monogamia por voluntad propia, y no por intromisión de un tercero (exceptuando psicólogos, clérigos, u otro tipo de obreros semejantes). Esto es: la monogamia se sustenta binariamente, no a través de una triada, como postularían los tolerantes a la infidelidad masculino mas no a la femenina, ni tampoco a través de una cuaterna, como promulgarían aquellos defensores del amor libre, etc. En cualquier caso, diremos que tales visiones se corresponderían con familias más bien polígamas o ceñidas a la poliandria, que con familias propiamente monogamas. Obviamente, con esto no negamos la necesidad de amigos para cada una de las partes, y, sin embargo, sí negamos las relaciones demasiado íntimas, amorosas y sexuales entre dichos amigos, porque se corresponderían a un adulterio, o serían una amenaza de él. Y nosotros concluimos que la monogamia se quiebra con el adulterio, y no es que la monogamia se cure a través del adulterio, más bien, se dañaría todavía más.

Ultimadamente, surgiría una pregunta necesaria para concluir nuestro ensayo, a saber, ¿cómo se sustenta la monogamia a sí misma? Para conseguir esto, es necesario que la pareja implicada desee sustentar algo común, esto es, que, si una de las partes quiere fundar una familia, la otra también lo desee. Sólo cuando el deseo de sustentar algo sea común a ambos, la relación podrá armonizarse a sí misma cuando una de ambas partes decaiga y la otra deba erguirla y apoyarla. Pero no sólo la familia es un ejemplo de sustento común, también un negocio lo puede ser, aunque usualmente, en estos escenarios nos encontramos con timos y estafas producto de una ilusión amorosa. Razón por la cual, nosotros afirmaremos que la monogamia se sustenta a sí misma a través de la familia, esto es, un par monógamo puede sustentarse a sí mismo cuando el deseo de sustentar una familia es común a ambas partes. De lo cual diríamos que, sin deseo de sustentar la familia en una de las partes, sería más fácil que dicha parte caiga presa del adulterio y la poligamia. Por ello, concluimos que la monogamia puede ser sustentada cuando ambas partes dignifican la familia monógama por igual, ya que si una la denigra y la otra la dignifica, difícilmente llegarán a un acuerdo y más difícilmente podrán armonizarse mutuamente. De lo cual sólo hay un resultado ineludible: la intromisión de un tercero, el adulterio, y en cualquier caso, el divorcio o el rompimiento.

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