PLANTEAMIENTO DE LOS ESQUEMAS

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Voy a establecer un esquema dialectico sobre el cual hacer reposar las contradicciones latentes entre cosmovisiones materialistas y espiritualistas respecto a la idea de religión. De modo que pueda iniciarse un análisis de la misma que podría proseguir todavía más, si es que tan sólo supiéramos rebasar estas restricciones ideológicas que nos impiden su estudio no místico, sino filosófico, histórico, político, etc. A saber, querer reducir la religión a prejuicios denigrantes tales como: "perniciosa, dañina, etc." De modo que, para evitar que se nos malinterprete, nosotros no defendemos una religión de otra como lo haría el creyente, que de algún modo le otorga una sustancia ultraterrena y mágica a su idea de deidad, o espíritu. Nosotros defendemos una religión frente a otra según su potencia institucional, esto es: según la efectividad y longevidad de sus instituciones a lo largo de la historia. Por lo cual, resultaría ineludible no atribuir importancia a religiones tan arraigadas en nuestra sociedad como vendrían a ser el cristianismo o el islam.

Pero dado que, la comparación de dichas religiones respecto a criterios terciarios que nos permitan optar por la mejor "respecto a algo", implicaría un estudio detallado y minucioso de ambas religiones, nosotros, por ahora, únicamente formalizaremos en simples expresiones lógicas, descripciones filosoficas respecto a los sentidos en que pueden entenderse algunos fenomenos propiamente religiosos.

Para empezar: basados en una simple posición empirista, nosotros negamos la realidad puramente sustancial o material de una realidad ideológica, artificial y ultraterrena, esto es, la escatologia cristiana o musulmana, por ejemplo. Aunque sí podamos situar dichas realidades místicas más bien en un campo ideológico, formal e inteligible. No sustancial ni material (aunque puedan darse casos de coherencias históricas entre libros y hechos). Es aquí donde nos distanciamos del creyente y nos posicionamos en un ateísmo riguroso. Pues nosotros decimos que la materia no depende del hombre ni de deidad alguna para existir; pero que las deidades sí dependen del hombre y la materia para existir. Vamos a formular lo siguiente empleando el símbolo "⊂".


Siendo:


Materia: M

Hombre: H

Deidad: D.


Entonces:


(D ⊂ H ⊂ M)


He aquí formalizado nuestro esquema materialista, a saber: "tanto la deidad como el hombre están contenidos en la materia". Pero en términos más claros, diremos que tanto la idea de deidad como la idea de hombre están determinados por la idea de materia, que sería el determinante máximo de ambas. Obviamente, si afirmamos este esquema, negariamos el contrario, que vendría a ser el siguiente:


(M ⊂ H ⊂ D)


Esquema correspondiente más bien a una cosmovisión espiritualista de la materia, a saber, que "tanto la materia como el hombre están contenidos en la deidad", o en términos más claros, que tanto la materia como el hombre están determinados por alguna deidad especifica; tesis que, por otra parte, sería ampliamente aceptada por todo tipo de espiritualistas.

Para entender mejor la estructura inteligible que nos proponemos ofrecer, veamos ambas cosmovisiones reunidas en una sola expresión general, que sería la siguiente:


(D ⊂ H ⊂ M) ∨ (M ⊂ H ⊂ D)


Ahora bien, un esquema es opuesto al otro gracias a la disyunción que empleamos para separarlos. Por lo cual, deberemos optar por una u otra expresión para afirmar o negar lo que digamos en cada caso. Empecemos por la segunda expresión. Si la materia estuviese contenida en el hombre, entonces el hombre podría modificar la materia a su conveniencia, lo que puede ser cierto en diversos casos, el problema con este esquema empieza cuando afirmamos que tanto la materia como el hombre están contenidos en la deidad. Entonces, el misticismo del esquema no puede ser más evidente. Dado que, si el hombre está afectado por la deidad al estar contenido en ella, entonces el hombre afectaría la materia manipulada por él según esa deidad lo haya afectado primeramente a él. Siendo así, declaramos este esquema "espiritualista". Ya que pone a los espíritus, ósea, las deidades, como continentes máximos de la materia y el hombre, cosa inaceptable para un materialista, que, respecto a su cosmovisión filosófica, elegiría el primer esquema antes que el segundo por las implicaciones lógicas y rigurosas que plantea.

Por ahora, vamos a demostrar que en ciertos casos puede aplicarse un esquema, y en otros, el esquema contrario. Lo haremos con el fin de probar que un esquema y otro no es absolutamente verdadero en general, sino que, según cada caso, un esquema será cierto y otro no.



Esquema analítico para la interpretación de la religiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora