Rosas

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Hoy me diste una bofetada y saliste enojada de la casa, simplemente me quedé allí de pie sin entender que había hecho mal ¿O es que lo merecía? Catherine no haría nada que no fuera por mi bien

Ella llegó a mitad de la tarde, me encontró doblando la ropa, quería preguntarle que había hecho para que reaccionará así, pero otra vez como una buena chica me mordí la lengua.

Me abrazaste por detrás, y lloraste en mi hombro, dijiste que lo sentías tanto, pero que te habías enojado al verme hablando con otra mujer que no fuera ella. Me di la vuelta y te miré directo a los ojos, mi risa resonó por toda la habitación, pude notar como rápidamente endurecias el rostro.

—Eres una celosa cariño, yo sólo tengo ojos para ti

Diste un casto beso en mis labios y me sentí la chica más amada y especial.

—Que no se vuelva a repetir — sentenciaste y saliste de la habitación.

¿Pero tan mal estaba que tuviera amigos? Pero no importa, si tú dices que no, es no

Todo estará mejor

El asesinato de las floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora