Capítulo 3: Lo quedaste mirando.

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La risa de Liam estalló y resonó por todo el lugar cuando vió lo rojo que se había puesto el chico de ojos esmeralda, que ahora estaba sentado en un banco en su sala de descanso, aún con su disfraz de helado, pero sin la parte de arriba.

-¡Debiste ver tu cara!-chilló Liam sin parar de reír.-¡Parecías un foco de navidad, Hazz!-

Los ojos de Harry estaban concentrados en el piso, mientras sentía sus mejillas arder con la intensidad de mil soles, y como su respiración continuaba irregular después de lo ocurrido. Louis lo había visto, en un disfraz de helado, y con las mejillas encendidas como la nariz de rodolfo el reno.

-¡Era Harry el reno!-cantó Liam.-Que tenía sus cachetes, ¡Rojos como tomates! ¡Y con brillo singular! ¡El chico que le gusta, se reía sin parar! Y nuestro buen amigo, ¡No paraba de enrojecer más!-Liam estalló una segunda vez en carcajadas después de entonar aquella graciosa melodía, que solo provocó que Harry se avergonzara más.

Antes de que Harry pudiera callar a Liam, pegarle un puñete, o reírse con él, irrumpieron en la pequeña sala de estar.

-Liam, Hazz, los necesitan allá, el turno aún no ha acabado.-espetó un poco molesto el sub-gerente de la heladería.

-Tranquilo, Ed, vamos para allá.-dijo Harry, poniéndose de pie, a punto de sacarse el disfraz para seguir trabajando.

-Si, Sheeran, sabemos que el turno aún no acaba.-dijo Liam un poco molesto porque habían cortado la racha de sus chistes.

Ed salió de la sala, negando con la cabeza, en desaprobación.

Cinco minutos después ya estaban de nuevo en la caja, vendiendo helado, mientras la heladería estaba a reventar, por el calor que hacía, a la gente se le apetecía un frío helado.

-Hazz, necesito que vayas y le des la factura a la mesa 5.-dijo Liam mientras imprimía una factura atrasada. Harry buscó con la mirada la mesa cinco.

Vaya que tenía suerte.

Louis yacía sentado en esa mesa, conversando con otros dos muchachos que igualmente lo habían visto con aquel ridículo disfráz.

-Eh...¿Liam?-llamó.

-¿Qué pasa?-respondió Liam mientras le cobraba un helado de mora a un cliente.

-¿No puedes ir tu a darles la factura?-dijo nervioso.

-Hazz, estoy ocupado aquí, ve tú porfavor.-dijo mientras seguía facturando.-Y rápido.-

El chico de los rulos color chocolate tragó saliva, pestañeó un par de veces y respiró, intentando calmar las ansias de su cuerpo. Caminó con paso tembloroso hacia la mesa cinco, sintiendo la mirada de Louis sobre él. Llegó y atrajo la mirada de los dos chicos que acompañaban a Louis, uno moreno y de ojos color café, y otro rubio, y blanco un poco bronceado, de ojos celestes, incluso más claros que los de Louis.

-Su-su factura.-balbuceó. El moreno la tomó del par de manos de Harry.

-Gracias.-dijo sonriente.

Harry estaba a punto de regresar a su trabajo, cuando una voz lo llamó.

-¡Espera!-

Harry sorprendido se volteó, encontrándose con el rubio a media palabra.

Sintió un pequeño grado de decepción al ver que no era Louis quien estaba llamándolo.

-¿Eres Harry?-preguntó.

¿Cómo sabía su nombre? ¿Acaso Louis había hablado de él con sus amigos?

-Eh...Si.-dijo titubeando.

-¿Conoces a mi amigo Louis?-dijo jalando el brazo del castaño con ojos celestes, quien de inmediato enrojeció y miró a Harry con verguenza.

No sabía qué responder. ¿Si? ¿No? ¿O solo irse? No lo pensó, ni si quiera.

-Tal vez...-dijo inconcluso.-¿Por qué lo preguntas?-

Las miradas de Harry y Louis no se separaban, el rubor en sus mejillas era igual de intenso, y ambos corazones latían desbocados.

-Lo quedaste mirando.-

Harry palideció, sin tener una respuesta coherente ante aquello.

-¿Ah...si?-dudó.-No lo noté.-

-Yo sé que si.-

La tenacidad del rubio lo sofocaba, mientras Louis le enviaba miradas suplicantes de perdón, y el moreno solo miraba la escena divertido, mirando al rubio con atención.

Harry no supo qué más decir, solo miró al piso, y ni si quiera podía moverse.

-Vamos Niall, es suficiente.-

Harry alzó la mirada en busca del salvador que había dicho aquellas palabras. Los ojos de Louis estaban echando chispas ante las palabras de Niall, por lo que no dudó dos veces en hacerlo callar para que dejara al oji-verde en paz.

-Tu también lo quedaste mirando.-añadió el rubio, rompiendo la defensa de ambos chicos, haciendo que sus caras se tiñeran de nuevo de un color carmín intenso.

Ese rubio lo desesperaba.
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Holaa c:
¿Cómo están? c:
Les quiero agracedecer porque ya vamos 52 leídos c: (O al menos eso me dice a mi) Y ya, gracias por todo c:
Karen x.

Vanilla Ice Cream↯l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora