Vanilla Ice Cream↯l.s

Capítulo 18: Love Me Lights Out.

-¿Te gusta el bistec de carne, Harry?-Jay estaba preguntándole a Harry qué quería para almorzar. Al parecer, Louis era una persona quisiquillosa con la comida, así que Jay tenía una lista de comidas (aprobada por Louis) para prepararle el castaño mientras estuviera en casa.

-Eh-si, señora Deakin, cualquier cosa estaría bien.-Harry no era bueno para elegir cosas por los demás, pensaba que debería haberle preguntado a alguien más.

-Harry no me digas Señora Deakin.-Jay hizo una mueca muy "Louis".-Y quiero que tu escojas, eres nuestro invitado, y debo agradecerte por soportar a todas mis hijas que hoy te hicieron sentir por un momento como si fueras un muñeco de trapo.-

Un par de risas llenaron la cocina, una rasposa y aguda, y otra grave y alta.

-Oh no Johanna, no hay problema, de hecho me fascinan los niños pequeños. Siempre quise un hermano menor.-

-¿Eres hijo único, Harry?-

-No...tengo una hermana mayor.-miró a Jay quien lo miraba con cara de "continúa".-Se llama Gemma, eh-ahora debe tener...-contó con sus dedos.-24, creo.-

-Debe ser igual de bonita que tu.-Jay rió, ignorando el "creo" de Harry.-A ver...¿Te gusta la pasta? Creo tener un poco de salsa y...-

-No.-susurró apenas audible, sus ojos atónitos, mirada perdida. Respiraba con normalidad pero había perdido el hilo de su mente.

-¿Eh?-

Regresó a la realidad.

-Que-que si, está bien, si, claro...-

* * *

Holmes Chapel, hace 15 años.

-¡Harry! ¡Cariño ya es hora de la comida!-Anne llamaba desde la puerta trasera, viendo a su hijo de cabello lacio y un poco rubio jugar en la casa del árbol que su marido había construido especialmente para él.

-¡Ya voy, mamá!-el pequeño bajó por la escalera de soga con habilidad de trayectoria, y corrió hacia la casa.

En el hogar de los Styles se percibía un aroma a salsa, a carne, y a el delicioso pastel de manzana que la pequeña Gemma de 9 años preparaba.

Después de ambos lavarse las manos, discutir un poco como siempre, Harry y Gemma corrieron hacia la mesa, donde en cada uno de sus lugares había un plato de humeante pasta con espesa salsa roja y carne mezclada en ella. Tomaron asiento-discutiendo un poco más, por supuesto-,y Anne entró con una jarra de limonada en las manos.

-¿Y papá?-Gemma se atrevió a preguntar, al ver que no bajaba de su gran habitación.

-Uh, él vendrá pronto.-

Había una rara atmósfera desde hace ya varios días entre Anne y su esposo, Des. Los pequeños temían que el matrimonio de ambos adultos terminara.

La mesa se mantuvo en silencio, entre bocado y bocado nadie  decía nada, cuando, lentamente, Des bajó las escaleras, se sentó en la mesa, y sin mirar a su esposa ni a sus hijos, empezó a comer.

-Uh...¿Papá?-Gemma intentó llamar la atención de su progenitor.-Hice...pastel de manzana, por si...quieres un poco.-hablaba con cautela.

-Gemma, ¡Quiero comer en paz! ¿Es mucho pedir? Estoy las 24 horas escuchando tus boberías y las de Harry, solo quiero descansar un momento de ese martirio. Cállate.-

Anne abrió la boca en una mezcla de disgusto y sorpresa, mientras Harry ponía su mano en la de Gemma, quien estaba lagrimeando con la boca abierta en impresión.

-¡DES!-Anne reclamó.

-Agh, ¿Tu también mujer?-había ligero siseo en su voz.

-Estás ebrio.-exclamó Anne.-Después de 10 años...¡Y mandas toda tu sobriedad a la mierda en un segundo!-la mamá de los niños explotó.