Capitulo 4.

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La Chica de Falda Corta.

Quiero recapitular esta vez, al punto en dónde, yo estaba pasando un ciclo distinto apartado de ella.

aconteció, una mañana, justo cuando me fui al norte de la ciudad, a mi parecer, ya podía hacer lo que yo quería, y como no, si ya tenía mucha más libertad, tenía más espacio para conocer realmente la vida.


"si no pude hacer muchas cosas, estando cerca de ti, fue porque papá siempre fue, bastante estricto y casi nunca me dejaba salir de casa, espero entiendas esa posición, tú tenías más libertad que yo."


Viviendo ahora con mamá, las cosas eran distintas, porque ella siempre ha Sido bastante relajada con muchas cosas, así que creí que también era la oportunidad de pasear la ciudad e ir a visitar a mi chica o bueno por lo menos, esos eran los planes.

-Yo había decidido apartarme del lado de papá, porque quería más libertad, quería conocer la vida y ser libre. También porque planeaba por fin, estar con mi chica.

Pero realmente, no sabía que me esperaba, al lado de mamá, no sabía que conocería nuevas personas, tendría nuevos amigos y mi entorno cambiaría, ahora, desde cierto punto, debía hacerme cargo de mi mismo.

Desde comprar mis propios libros, hasta llevar una bolsa de leche a casa, me refiero a que, el trató con mamá, era que si yo quería libertad, debía ganarmelo, aportando en casa, con lo más mínimo y por eso quise comenzar a trabajar.

Digamos que los primeros días, junto a mamá, fueron los mejores, porque, los planes de ver a mi chica se estaban cumpliendo a la perfección y pues como no, si el 2010 a penas y estaba finalizando; Quiero decir, que todo se hacía fácil, porque el ciclo escolar había finalizado y no habían más clases, a su vez se acercaba la fecha de mi cumpleaños así que las probabilidades de ir de norte a sur era sencillo.

Claro está, que no podía viajar todos los dias, pero siempre le decía a mamá: es importante devolverme. Pero nunca le expliqué, porque era tan importante.

Así pasaron pocos días hasta que se acercó el día.

El día de mi cumpleaños.
Recuerdo haberla llamado y decirle que necesitaba despedirme, porque quizás sería la última vez en qué nos veriamos, así que ella acepto y me invitó a que llegara más temprano, como a eso de las seis de la mañana, para que Juntos fuéramos a la despedida de la secundaria.

Así que, sin pensarlo al otro día emprendi el viaje a su casa y confieso haber tenido muchísimos nervios y sentimientos encontrados, porque la hiba a ver, osea no importaba, si no éramos nada, lo importante era que la hiba a ver y eso era demasiado.

Al llegar a su casa, me llevo una sorpresa enorme, ella tan tierna y dulce como siempre, me recibió con una carta, un cartel y un cd. En el momento me dije dentro de mi:

-bueno, simplemente es un detalle nada más, alguna especie de recuerdo o algo así.


antes de irnos a la despedida de la secundaria, necesito que leas la carta y veas el cartel y me digas lo que piensas, me dice mirándome a los ojos con un tono de voz bastante bajo y dulce.

A lo que de inmediato, abro la carta y con una expresión en mi rostro de sorpresa leo.


Carta: "perdóname por haber Sido así contigo, sé que siempre te esforzaste por estar conmigo y nunca te di una oportunidad sincera, uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde.... Así que no te voy a dar una oportunidad, esta vez quiero que tu, me des una oportunidad a mi."


Realmente quede en shock, haber un momento, ¿esto realmente está pasando? ¿Eso paso? La verdad es que si.
Ahí estaba ella expresando sus sentimientos y pidiendo una oportunidad, ahí estaba, ella dejando una huella de elefante en mi vida.
Así que solo de los mismos nervios del momento no pude responder con palabras, pero sí, con un beso inolvidable, un abrazo de oso y esa sensación de estar enamorado y que se erice la piel, hasta el punto en que se desnuda tu alma.

¡Lo había logrado!


Al pasar las horas llegamos a la secundaria y era mi turno en el auditorio, el turno de cantarle a ella, compartiendo micrófono, pero en mi mente yo solo le cantaba a ella...


En fin, como todo tiene su final, la jornada había terminado y yo debía hacer nuevamente ese viaje, está vez de sur a Norte, sin saber lo que me esperaría al llegar a casa.

Aquí, es donde comenzó el miedo, ese puto miedo de perderla, porque era un amor de lejos, un amor inocente, un amor de niños.

Está vez la manera de vernos ya no era de todos los dias, está vez era rara la ocasión en la que podía verla, y así no había hecho mis planes.

Cuando experimentas el hecho de tener un amor de lejos, se descuidan los detalles, las llamadas, la sensación de ser importante para alguien básicamente, se descuida lo bonito.

Entonces todo cambio, hasta el punto en que llegó un día en el que debía verla, ese dia, quedó en mi mente como uno de los más tristes.

Llegue a su casa y todo aparentemente estába súper bien, de saludo un abrazo y un beso "sincero", nos sentamos a charlar un rato y llegó el momento en el que el espacio y tiempo se haria, pequeños dentro de mi.

Recuerdo que estábamos sentados en un mueble de la sala de su casa y ella simplemente de dijo:

"he pensado las cosas y creo que lo mejor es que terminemos."

Yo - (simplemente la observaba con una mirada triste, y no creía lo que ella me estaba diciendo, es que la verdad eso no podía estar pasando, estábamos siendo felices o por lo menos yo lo era)

- tu sabes que la distancia, no está a nuestro favor.

(recuerdo haberla observado de pies a cabeza y verla fijamente a los ojos, porque algo dentro de mi se estaba desgarrando y me decía que era enserio lo que estaba escuchando)

Yo - No quiero que las cosas terminen, podemos intentarlo.

- No va a funcionar.

Yo - No entiendo porque la vida te ofrece las cosas, cuando ya para que.

La tarde había caído y ya debía irme, no podía estar más tiempo ahí, esa conversación había dolido, demasiado. Así que lo último que dije fue:

"No quiero que pase un mes o un año sin que te haya olvidado, quiero olvidarte y hacer como si no te hubiera conocido."

Ahí iba yo con el corazón morado en mano, y rumbo a mi casa de sur a Norte. Confieso que no entendía nada, solo lloraba y la gente me miraba de una manera extraña...

Ese ciclo.
Ese punto de mi vida.
De mi infancia.
Fue, el punto al cual desearía regresar, si pudiera volver al pasado.
Para luchar.
Para no retirarme como un pendejo aceptando su adiós, o simplemente para no repetir malas decisiones y evitar conocerla.

Renglones Torcidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora