Capítulo 2

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—¡Estoy cansado de que mis padres no me dejen en paz! —exclamó Shawn a los minutos de haber llegado a la casa de Lysander.

Lysander tomó la mano de Shawn guiándolo hacia el living de su casa, para luego sentarse en el amplio sillón.

—Cariño, sé que es difícil pero intenta relajarte. Ya sabes cómo son tus padres, no dejes que te afecte. Las cosas van a arreglarse, ya lo verás.

—No, no lo entiendes Ly. Esta vez fue diferente, pude verlo en sus ojos. No hay retorno, es como si me odiaran. —Los ojos de Shawn se llenaron de lágrimas, contenidas durante mucho tiempo.

Impotente ante las lágrimas de su novio, Lysander se inclinó hacia él para envolverlo en un abrazo contenedor.

Cuando finalmente Shawn logró descargarse, Lysander deshizo el abrazo y llevó su mano hacia la mejilla de Shawn para secar sus lágrimas.

—Puede que parezca pronto, pero, ¿quieres mudarte conmigo?

—No me tientes —respondió Shawn mostrando una media sonrisa, claramente tomando a broma la oferta.

—Hablo en serio. —Lysander tomó la cara de Shawn suavemente entre sus manos—. Quizás estoy yendo demasiado rápido, pero desde que te conocí, no puedo imaginar mi vida sin ti. Sé que eres la persona para mí. Si estuvieras dispuesto, hoy mismo iríamos por tus cosas a casa de tus padres. Incluso si quieres, puedo ayudarte a pagar tus estudios de arte.

Shawn había quedado con la boca abierta, sorprendido por la repentina propuesta. Nublado por las emociones del momento, no supo cómo responder.

—No es que no quiera ni que te esté rechazando, pero necesito que me des un tiempo para pensarlo. Sabes lo especial que Kaya es para mí, no sé si estoy listo para dejarla sola en esa casa. —Shawn tomó las manos de Lysander, para enfatizar sus siguientes palabras—. Te amo más de lo que puedas imaginarte, por favor no te enojes.

—Nunca podría enojarme por algo así. Entiendo perfectamente que se trata de una situación complicada. Tómate el tiempo que necesites. No pienso irme a ningún lado.

Horas más tarde, Shawn regresó a su casa, para encontrarse, como tantas otras veces, con la que la misma estaba vacía. Asumió que sus padres estarían de guardia en la clínica, por lo cual se sintió agradecido.

Mientras esperaba a que Kaya llegara a casa, decidió mirar Netflix un rato. Habiendo perdido la noción del tiempo, acabó durmiéndose profundamente en el sillón.

De repente, un ruido fuerte y extraño lo despertó sobresaltado, su corazón latiendo a mil por hora. Sin saber qué hacer, se quedó sentado por un momento, tratando de aclarar sus ideas. Sin embargo, el ruido se oyó nuevamente, aún más fuerte.

Dudoso, decidió buscar el origen del ruido y acabó frente a la puerta de entrada. Haciendo caso omiso al sentido común, abrió la puerta de golpe, sin ver por la mirilla.

Lo siguiente que sucedió fue algo que nunca esperó ver en su vida. El cuerpo de una mujer cayó sobre él, haciendo que trastabillara unos pasos hacia atrás, para que ambos no cayeran al suelo.

Tomándola por los brazos, la alejó levemente de su cuerpo para poder verla, descubriendo así, que se trataba de su propia hermana, Kaya.

—¡Kaya! ¡¿Qué rayos te pasó?! —Shawn la miró fijo, completamente pasmado por el estado en que se encontraba—. ¿Eso es sangre?

El cuerpo de Kaya estaba cubierto de pies a cabeza de sangre y su ropa rasgada. Inseguro y tratando de mantener la compostura ante la situación, Shawn la toma de la mano con mucho cuidado y la hace entrar en la casa.

Secrets of BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora