C A P I T U L O 1

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Camino por la calle con una café en mi mano, creo que es lo único que me mantiene despierta, el aroma y sabor amargo del café logra alegrar la mañana que comienza; no soy muy madrugadora que digamos, por lo que siempre que voy a trabajar paso por mi cafetería favorita comprando un café bien cargado.

-Buen día Annabel! Como esta tu mañana?- pregunta el gran Roberth, es el portero de la empresa, pero también se ha llegado a convertir en alguien muy importante para mi; desde que llegué a Londres extraño mucho a mi familia y Roberth ha logrado ser como un recordatorio de que en todo lugar hay personas que se preocupan por ti.

-Bien Roberth! Qué tal amaneciste? Cómo están los pequeños en casa?- preguntó mas por curiosidad que por cortesía, la familia de Roberth me ha sabido acoger desde mi llegada, demás esta decir que se han convertido en un hogar para mi.

-Los chicos siguen molestando con el tema de las vacaciones, pero sabes que es difícil conseguir unos días libres aquí.- pobre Roberth, aunque se vaya a jubilar en poco tiempo, aún lo presionan con el tema de las vacaciones.

-Es como si fuéramos esclavos!- los dos reímos por mi comentario, pero es completamente verdad, en una empresa como Malik Inc. siempre te van a exigir al máximo, y más ahora cuando se quiere expandir la empresa internacionalmente. Últimamente todos estamos muy ocupados, papeleo por aquí, archivos por allá, firmas de contratos; creo que algunos empleados ya han sufrido colapsos nerviosos, como Martha, la de administración, le tuvieron que dar unas vacaciones indefinidas después de que casi sufre un desmayo en la oficina... Mmm, vacaciones... Casi puedo saborear la felicidad que te causan las vacaciones.
El sonido de mi celular me saca de mis ensoñaciones.

-Hola pequeño! Cómo estas?- se preguntaran por qué yo, una enana de 1,69 metros, llama alguien pequeño, pues verán con Richard, mi mejor amigo en la empresa, hicimos un pacto, el me llamaría grandulona mientras yo lo llamaba pequeño; según él el pacto surgió para que no me sintiese mal al ser casi la mas pequeña de la empresa.

-Annabel?- extraño... Richard nunca me llama por mi nombre, a menos que esté enojado o en problemas- paso algo en la empresa.

-Que está ocurriendo Richard?- mi tono juguetón cambia a serio drásticamente, me estoy comenzando a preocupar.

-Recuerdas que ayer en la noche se llevaría acabo una reunión con algunos accionistas?- inquiere de manera cautelosa.

-Si, lo recuerdo... Puedes ir al grano de una vez por todas? Sabes que no me gustan los rodeos.- estoy ansiosa y preocupada y en mi esa combinación de emisiones no es buena; siento que alguien toca mi hombro, es Roberth, Jesús!, me había olvidado que estoy casi en las puertas de la empresa, le doy una sonrisa tranquilizadora a Roberth, espero que entienda que estoy bien, y comienzo con mi caminata hacia el elevador, en ninguno de estos momentos quite mi celular de mi oído.

-Bueno, el punto es que olvide de entregar algunos archivos que se utilizarían en la reunión- suspira de manera cansada- soy un idiota lo sé...

-Debes estar bromeando?! Es la tercera vez que te pasa!- estoy enojada y ni siquiera trato de ocultar mi enojo, algunas personas en el ascensor me miran como si estuviese loca, pero si lo tuviera al frente le arrancaría los ojos.-Sabes que te pueden despedir, no, perdón, que te VAN a despedir por esto verdad?

-Si lo sé ... Es por eso que no voy a ir a la empresa, mandaré un correo electrónico pidiendo mi despido- no pues si, esta completamente loco.

-Escucha bien esto- respiro profundamente para calmarme y no gritar; pero Dios! Siempre es lo mismo, yo debo solucionar los problemas de los demás-me haré cargo de tu problema, ya veré como lo arreglo.

Decir "Lo Siento"  • ZMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora