Decir "Lo Siento" • ZM

C A P Í T U L O 2 2

Cuando llegamos a la cabaña omití completamente a mis compañeros, sé que ellos estaban preocupados por Annabel pero su condición mental era crítica y sin ganas de mentir la mía también, solo quería estar con ella acunarla en mis brazos y dejar que ella desahogara todas sus penas sobre mi pecho. Decidido a cumplir esto me propuse ignorar a todos y llevarla al cuarto que compartiríamos esa noche, cuando finalmente la recosté en la cama pude ver como algunas magulladuras recorrían sus brazos y piernas, sentí como mi interior comenzaba a arder con furia pero me detuve abruptamente cuando la vi temblar acurrucada en la cama.

Salí para confirmarles a los chicos que ella estaría bien y que no quería que nos interrumpiesen en lo que quedaba de vida.

-Zayn, los paramédicos están aquí para atender a Annabel, tienes que dejarlos verla- espetó Liam realmente preocupado, pero a decir verdad ni siquiera me molesté en mirarlo- nosotros estamos preocupados por su condición, dudo que sea favorable para ella permanecer aquí.

-Escúchenme atentamente- dije con un tono de voz amenazador- no quiero que nadie la toque, ella estará bien ahora, yo me encargaré de cuidarla como se debe, no quiero que nos molesten más. Además les exijo que retiren a los paramédicos de la propiedad hacen que ella se ponga más nerviosa.

-Zayn estas siendo irracional- espero Niall tratando de calmarse- debes dejarnos verla, necesitamos hablar con ella, nosotros también estamos preocupados. Además ella no te pertenece, es más por tu culp...

No lo deje terminar, sabía a qué llevaría todo esto y no me gustaba para nada el camino que seguía. Así que le di un buen derechazo, tan bueno como él me lo dio cuando llegué.

-Vuelves a decir eso y te juro que desfiguraré tu cara de niño bonito, ¿entendido?

Todo permaneció en silencio hasta que una voz temblorosa hizo acto de presencia.

-Chicos estoy bien yo... yo solo necesito descansar...- Annabel estaba apoyada a la pared tratando de detener los temblores que recorrían su cuerpo, era una imagen detestable pero sabía que verla así era mi castigo.

Me acerqué rápidamente hacia ella y la rodee con mis brazos, aprisionándola en mi pecho. Si tardaba un segundo más apuesto a que Liam o hasta Harry hubiesen aprovechado el momento y la hubieran alejado de mí, no podía permitirles tocarla, les arrancaría las manos si se atreviesen a poner una mano sobre ella. Nadie más que yo la tocará, eso lo prometo y lo cumpliré así me cueste la vida.

-Ya la escucharon- dije mientras me comenzaba a mover con destino hacia el cuarto que compartíamos con ella en mis brazos, sentía la mirada de incredulidad y de miedo en las caras de todos, es verdad puede que me comporte como un idiota en estos momentos pero ahora mismo nada importa en el mundo, solo ella y yo.

Al llegar a la habitación aseguré el cerrojo y rápidamente la recosté con cuidado en la cama, sentía que con algún movimiento brusco de mi parte lograría lastimarla así que fui demasiado delicado y precavido. Cuando ella estuvo en la cama segura yo me quede a su lado de pie, en un momento ella levanto su mirada llena de temor y sentí como si indagará algo en mis ojos.

-Si buscas repulsión o asco no lo vas a encontrar- le dije con una voz completamente serena- Annabel, tú jamás me darías asco, además lo que paso en el bosque no fue tu culpa pequeña- me agaché un poco a su altura para acariciar con delicadeza su rostro.

-Yo... yo... - y fue ahí cuando ella se rompió, comenzó a llorar como una niña pequeña, cada lágrima y gemido de dolor era una puñalada en el pecho, directamente en el corazón, no pude evitarlo así que llore con ella, llore por no ser lo suficiente bueno para ella, por ser un hombre que no valía la pena.