Melissa era una joven deslumbrante, entraba a cada habitación como un rayo de sol que entra por la ventana. Tenía unas cuantas marcas en su rostro, por supuesto nada que no pudiera ocultarse, su actividad favorita, en especial al tratarse de su mirada, siempre debajo de un cristal, siempre a la sombra de su largo cabello oscuro. Ella solía detenerse cada que encontraba algo novedoso que pudiera usar para cubrir sus ojos, jamás decía las cosas de frente, parecía tener que bajar los párpados para recordar y así dar una respuesta.
Sinceramente ella me volvía loco, cualquiera caminaría con miedo si no pudiese ver lo que hay delante, nadie podría cruzar las calles como ella lo hacía, incluso he llegado a observar personas sumamente cuidadosas ser arrolladas en un descuido, pero al parecer nada le afectaba. Hubo una historia peculiar en los pasillos de la escuela, sobre el viaje de campo a las ruinas, un lugar distante y solitario, de noche un santuario para quien busca una aventura. Melissa solo acudió por el carácter obligatorio pero se rehusó a quedarse toda la noche como todos los demás habíamos querido, nadie la detuvo sin embargo nadie vio que fueran a recogerla solo se le vio caminar hasta perderse en la lejana oscuridad. Al volver a clases ella estaba ahí, se veía incluso más joven, más deslumbrante, pero debido a su indiferencia nadie se atrevió a preguntar cómo lo había hecho siendo que era un viaje largo.
—Liam, me encuentro obligado a preguntarte ¿Es necesario empezar desde aquí?
—Me pareció escuchar que necesitaba entender por completo mi situación.
—Puedo darte todo el tiempo que necesites, solo necesito saber ¿Me contarás todo?
—Quizá le esté dando la espalda pero le aseguro que no me estoy burlando de usted. Permítame continuar.
Fue curioso la primera vez que intenté conocerla, como mencionaba ella parecía no mirar en ninguna dirección cuando caminaba, pensé que sería divertido sorprenderla, provocarle un gran susto y de ese modo averiguar porque se comportaba de tal modo. Intenté un par de veces ocultarme al final del corredor para causarle una gran impresión, incluso en una ocasión me metí en problemas por romper las lámparas del pasillo, pero sabía que ella no tendría miedo a pasar por ahí pese a los vidrios rotos en el suelo. Aún así me parece que ella noto que se trataba de un simple compañero, no le provoque reacción alguna, como si no escuchara, como si no estuviera entre nosotros.
Solo sabíamos de su nombre porque los profesores lo mencionaban, a ellos no les molestaba que no respondiera sus preguntas, después de todo, ella era una estudiante excelente. Recuerdo haber pasado un fin de semana completo buscando unos lentes de sol increíbles, unos que ella jamás hubiera podido encontrar pues nunca acostumbraba a ir muy lejos. Gaste casi por completo mis ahorros, de cualquier modo, me era imposible pensar en otro modo de acercarme a ella. Decidí pasar frente de su lugar para dejar sin siquiera mirarla los lentes frente su pupitre y fue justo como había pensado ella no dijo no una sola palabra e incluso al terminar la clase mi regalo permanecía en la misma posición. Todos habían dejado él aula excepto nosotros dos, pero entonces decidí que también debía irme y justo al levantarme Melissa hizo lo mismo. Por un momento mientras se me acercaba creí que la escucharía hablar por primera vez, por otro momento pensaba que ella quería tomar mi mano, pero sólo quería darme discretamente una nota doblada en cuatro partes con una leyenda por encima "No ahora".
La vi usar mi obsequio todos los martes, justo el día que más clases compartíamos, no podía dejar de mirarla, y podría apostar a que su cabello siempre conservaba el mismo largo, el mismo volumen, parecía no cambiar jamás. Pese a mi curiosidad no encontraba una buena razón para leer la nota, después de todo ya había conseguido lo que quería, ella sabía que yo existía.
—¿Podrías decir que compartían un vínculo, algo especial?
—Nada, no había absolutamente nada entre nosotros hasta ese día.
—¿Te refieres al anterior de tu llegada a este lugar?
—En absoluto, creo que usted habla del día en que todo terminó. No quiero hacerle perder más tiempo así que voy a continuar.
Nadie en la escuela la molestaba, lo cual era muy lógico pues ignoraba a todo el mundo, por lo cual se perdía el sentido, si molestas a alguien es porque te parece divertido como se enoja o como sufre al respecto, pero ella era inexpresiva, poseía la habilidad de desconectarse a voluntad de este mundo. Fue cuestión de tiempo para salir de viaje de nuevo entre estudiantes, esta vez se visitaría un museo cerca de un lago, y al ser temporada de lluvia podría resultar muy divertido. Parecía la oportunidad perfecta, no salía de mi mente la idea de acompañarla si decidía irse antes de tiempo. Terminó la visita al museo y estaba por anochecer el cielo se infestó de nubes, seríamos decorados por una lluvia fuerte, lo que nos motivó más a pasar la noche junto al lago. Melissa nos acompañó, se sentó bajo un gran árbol con vista al agua cristalina, uno de los pocos lugares donde no se mojaría su cabello.
Me acerqué sin decir nada y me senté a su lado. Intenté por unos minutos contemplar el mundo como creía que ella lo hacía. Sin embargo, me mataba el silencio entre los dos, de no ser por la lluvia habría sentido que estaba sordo. Fue entonces que saque de mi mochila la nota que ella me había dado, pero inmediatamente ella colocó su mano sobre la nota. Pude entender que aún no era momento, y me parece que entendió a la perfección mi cara de frustración pues señaló la luna en su punto más alto, y deslizó la mano hacia abajo abrió la palma de su mano y la acercó a su rostro como si estuviese leyendo algo.
Tuvimos que volver con los demás, pero apenas me distraje ella dejó el lugar, si alguien la vio no lo mencionaron, para todos fue como si ella nunca hubiera estado ahí, pero dentro de mi existía algo más que solo interés, pues Melissa en ese momento dominaba mis pensamientos sin haberme dicho jamás ni una sola palabra.
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En tu mirada
Mystery / ThrillerLiam, un joven estudiante no muy dedicado comienza a obsesionarse con Melissa una joven que nunca mira una dirección que no sea su propio camino. Conocer los misterios detrás ella provocará un cambio irreversible en la vida de Liam quien nunca será...