Recuerdo ver la luna caer y que el tiempo parecía no transcurrir con normalidad, ella no me miraba, no sabría si vería la nota antes de la hora que me indicó, pero por alguna razón para mi tenía importancia seguir su petición, de cualquier modo, conocer el contenido de nada me habría servido a la mitad de la noche, hay cosas que es mejor ignorarlas. Me sorprendió el hecho de que no hubiera una sola palabra escrita dentro de la hoja, solo un dibujo pequeño, muy detallado, algo que solo podría hacer alguien con memoria fotográfica o que haya pasado la mitad de su vida en un mismo lugar, afortunadamente pude reconocerlo, el edificio era único.
El instituto Saint Louis era un emblema de solidaridad en nuestra comunidad, en el se ayudaba a las personas ciegas a continuar con una vida normal, a superar su miedo a permanecer en la sociedad y por supuesto cosas nuevas para su vida, tanto académica como laboral. El lugar representaba muchos valores de los que se carecían fuera de el, exigía preparación para poder pertenecer, es por ello que me cuestione muchas veces por qué ella quien desde joven ya formaba parte importante de ese lugar.
Asistí al instituto de manera discreta, mi pretexto fue un trabajo escolar sobre la labor social que se llevaba acabo. Melissa daba unas terapias con sonido, daba las instrucciones con notas en braille, solo podía sentirse su presencia a través del olfato, podría jurar que utilizaba agua de rosas.
—Aún no puedo ver hasta donde quiere llevar con esta historia. ¿No podría limitarse a responder mis preguntas?
—Y ¿solo así? Si se encuentra fuera de contexto sabe que no podrá encontrar lo que busca.
—En lo que a mi respecta, solo necesito entender sus motivos. Le he permitido darme la espalda durante la sesión pero si no llegamos pronto a lo que necesito comenzaremos a hacer las cosas a mi manera.
—Aún cuando usted tenga lo que busca, le será difícil comprenderlo.
Las personas de Saint Louis hablaban maravillas de una joven que los había cautivado, algo que en la escuela jamás se escuchó de Melissa. Algo tenían en común ambos sitios, ella seguía siendo invisible, en uno de los lugares ella era la pintura desconocida y extraña que mirarías espontáneamente, en el otro la persona sin rostro, anónima, sin historia pero que ahí está y puede sentirse. Espere por varios días fuera del instituto para poder hablar con ella, pero era lo mismo que en la escuela, solo pasaba de largo sin mirarme, y cuando me sentaba junto a ella solo me ignoraba. Aún usaba los lentes que le regale, no podía hallar una explicación por la cual evadirme si ella me había llevado ahí en primer lugar. Comprendí que fuera de aquel lugar se comportaba diferente, tal y como si ella fuese ciega, pretendiendo no ver las cosas a su alrededor, ignorando que un mundo la rodea, pero dentro del edificio, prestaba atención a cada detalle para hacer de lo mejor su trabajo.
Las clases estaban por terminar, los aplicados comenzaban a exentar mientras los otros comenzaban a estresarse y pedían ayuda desesperadamente. Los profesores con más alumnos en riesgo propusieron a Melissa ser tutora, pero ella se negó pese a su talento para enseñar. Quería aprender de ella, pero no habría modo en mi condición, fue entonces donde todo comenzó a tener sentido para mi, había entendido su mensaje.
Comencé a visitar a Charles un hombre de facciones firmes, que siempre tenía un tema de conversación interesante que abordar, pese a quedar ciego desde un incidente a los 34 años parecía haber visto más cosas que mis antepasados juntos. Conversábamos por horas después de que Melissa se iba a casa. Él estaba dispuesto a contarte todo lo que pudieras pedir siempre y cuando fuera jugando una partida de ajedrez, lo cual podría parecer tedioso al tener que hablar cada movimiento pero comenzó a sentirse natural con el paso de los días. No todas las preguntas necesitan una respuesta, solía repetirlo por lo menos dos veces al día, sobre todo cuando le preguntan acerca de la chica que dedicaba sus tardes a enseñarles cosas nuevas.
Jamás me pidió una descripción visual acerca de ella, no hacía falta pues tuvo la oportunidad de conocerla de una manera menos convencional pero al parecer más acertada. Me hizo imaginar cómo se verían las personas en mis pensamientos si nunca las hubiese visto físicamente, quizá habría pensado dos veces antes de enamorarme o al elegir mis amistades, también sería interesante descubrir cómo sustituir mirarse fijamente, tal vez podría ser a través del corazón.
Charles disfruto mucho aprender a cocinar sintiendo los olores de los alimentos, para de ese modo determinar sin probarlos si podían combinar perfectamente en un platillo, era un estilo de vida fascinante a mi parecer por lo que comencé a cuestionarme si realmente era importante que Melissa formara parte del mundo que la rodeaba fuera de Saint Hills. A veces el me platicaba de los regalos que la joven llevaba para todos, y que para muchos en ese lugar era un miembro más de la familia, la describían como la mujer más humana que habían conocido e incluso imaginaban que su vida estaba llena de bendiciones, ojalá nunca se enteren de lo equivocados que estaban.
Después del último día de clases Melissa se ausentó por varios días en Saint Louis así que procuraba quedarme hasta altas horas de la noche. No había manera de contactarla, nadie tenía su número, ni siquiera un modo de escribirle. Sin embargo, una noche antes de nuestro festival de luces, uno de los más grandes atractivos visuales, el cual se celebra una vez por año y donde participan gran parte de la comunidad artística quienes dan a sus obras un toque luminoso y diferente, además se termina con fuegos pirotécnicos y un show de danza sin igual. De vuelta al punto, una noche antes decidí estar hasta la madrugada en el instituto porque me ausentaría al día siguiente a causa del festival, tuve que caminar pues ya no había transporte y para mi sorpresa las calles no estarían iluminadas ese día, quizá se trataba de arreglos para el festival. No podía evitar sentirme acompañado, poco podía verse bajo la luz de la luna y me hubiese gustado tener una lámpara conmigo, pues lo que vi esa noche no pude confirmarlo hasta varios días después. Aquel cabello oscuro relataba en la ausencia de luz, sin duda alguna se trataba de ella. Un grito desgarrador me dejo atónito, pero no era ella quien gritaba.
ESTÁS LEYENDO
En tu mirada
Mystery / ThrillerLiam, un joven estudiante no muy dedicado comienza a obsesionarse con Melissa una joven que nunca mira una dirección que no sea su propio camino. Conocer los misterios detrás ella provocará un cambio irreversible en la vida de Liam quien nunca será...