¿donde esta?

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Narrador.

- ¡rafiki! - llamó un joven león mientras se detenía frente al árbol del mandril.

- ¿kion? - dijo sorprendido el anciano mandril saliendo de la cueva acompañado de su bastón. - ¿qué sucede? - preguntó con su peculiar acento.

- fuli tiene mucha fiebre. - dijo mostrando su preocupación. Fue fácil para el mandril notar su impaciencia. - debes ir rápido. - pidió.

- shuari, kion. - dijo para luego caminar junto al león, el cual le pidió que se apurara.

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Ya estando en la cueva el mandril tocó con una de sus manos la cabeza de la chita que se encontraba cerca del manantial, ya que no tuvo fuerzas para ir a otro lugar.

- valla, fuli tienes mucha fiebre y estas sudando más que un hipopótamo que lleva días bajo el sol. -

Fuli no le agradó del todo que usara esa expresión, pero se sentía demasiado mal como para intentar platicar con rafiki.

- ¿hay una forma de que mejore? - dijo kion acercándose hasta estar junto al mandril mirando muy preocupado a la chita más importante en su vida.

- ¿hay una forma de que mejore? - dijo kion acercándose hasta estar junto al mandril mirando muy preocupado a la chita más importante en su vida

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- pues, ahora que lo preguntas; hay algo en lo que puedes ayudar. - aseguró el mandril para luego acercarse a la oreja del León y contarle lo que necesitaba.

Fuli no fue capaz de oír incluso teniendo un buen oído, pero no fue capaz de acercarse a escuchar debido a lo débil que estaba.

- ¿estas seguro? - preguntó el joven a rafiki al no estar muy de acuerdo con su idea para ayudar a mejorar la fiebre de fuli.

- ¿estas seguro? - preguntó el joven a rafiki al no estar muy de acuerdo con su idea para ayudar a mejorar la fiebre de fuli

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- confía en mí. - le pidió el mandril mientras le hacía seña a kion de que tomara distancia.

El león pelirrojo no muy seguro decidió obedecerle, ya que esa era la única solución que tenían en mente. aunque estaba seguro que fuli lo odiaría durante el resto del día.

Fuli vió como kion se adentró al agua y se alejó un poco para luego mirar en dirección a ella.

Ella solo arqueó su ceja y preguntó débilmente. - ¿qué van a hacer? -

la guardia del león:  fuli enferma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora