Algo cambió, Lucas- Lucas Zumann y tú (Terminada)

Capítulo 1

Antes de leer: la historia es muy corta, porque me dio paja hacerla más larga. El final es ✨decepcionante✨, yo por las dudas aviso :)
Editado: 6/11/20

Mierda, lunes, primer día de escuela, o mejor dicho, último primer día. Este es nuestro último año en la secundaria. Es unos de esos días en los que sentís a la realidad alterada, como si no fuese un día como cualquier otro. Algunos lo experimentan con alegría, otros con tristeza, con nostalgia, enojo, va variando. Yo por ejemplo lo experimento con ciertos nervios que se activan a dos cuadras del Instituto, mientras, me muero de sueño. 

Pero bueno, eso no va al caso. Son las 6 a.m., ya tengo que levantarme. Con mi pijama improvisado, es decir, el buso que le robé a mi mejor amigo, mi vecino, mi casi hermano, y un joggin gris, me levanto y voy directo al baño. Me visto y bajo para desayunar. Luego de terminar agarro mi mochila y dado que mi mamá ya está en el trabajo, abro la puerta para ir a la escuela, y como todas las mañanas, me espera Lucas en la puerta.

—¡Por fin te dignaste a salir! La próxima entro y te levanto yo. 

—¿Ups? ¡No es tarde, son las 6!

—En mi opinión, para ser nuestro último primer día, es tarde. 

—Cállate y camina.- Digo de forma cómica. 

En la escuela...

—Hey, ¿podes pasar por la secretaría a ver nuestros horarios? Es que tengo que ir al Departamento de Clubes, para hacer la reinscripción para porrista...

—Si si, de paso, ¿me averiguas por el club de fútbol? También tengo que reinscribirme...

—Ok, nos vemos en el patio. 

En el patio...

Estaba sentada con nuestro grupo de amigos, Kathe, Sam y Paul, cuando llega Lucas.

—¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? 

—Tenemos un problema, nos dividieron en diferentes clases, sólo coincidimos en una. Quedamos Paul, Sam y yo por un lado, y Kathe, Lila y ______ por otro. 

Todos nos lamentamos, siempre estuvimos juntos, el grupito de seis, y es bastante triste, porque es nuestro último año, no hay otra cosa que queramos más que disfrutar lo último que nos queda acá adentro juntos. 

Kathe y su actitud justiciera y algo caprichosa agrega:

—Imposible, debe haber alguna forma de estar juntos. ¡Y la hay! Puedo hacer que mis papás hablen con el director, después de todo, son los proveedores de la Universidad al setenta porciento de los alumnos de acá... ¿Quieren que se los pida?. 

—No sé Kathe, armaríamos mucho lío entre clases...

—Pero es nuestro último año, debemos pasarlo juntos...

—Tenemos una semana para hacer cualquier tipo de cambio en las listas, si queremos estar juntos, Kathe tiene que convencer ya a sus padres. 

—Yo digo que si. 

—Yo también.

—También yo.

—Bien bien, yo también.– Digo accediendo.

—Entonces decidido, habla con tus padres Kathe, por favor...– Dice Lucas.

—Obvio, déjenmelo a mi.- Dijo Kathe guiñando el ojo. 

En la salida...

Hallie, la chica más popular, y su novio Jordan se nos acercan.

—¡Hola chicos! Queríamos invitarlos a una fiesta por nuestro último año aquí , es en mi casa a las 21, ¿Vienen?.

—Mmm, está bien.–

—¡Genial! Ahí los veo. 

En camino a casa...

—¿Sabes? Te extrañé en las clases, después de tantos años de sentarnos juntos es como un  bum.– Me dice Lucas algo deprimido.

Me río, pero es la verdad, nos sentamos juntos desde siempre, él me molesta a mí y yo a él. Como todos los años vienen estudiantes de intercambio, les hacemos creer a las chicas que somos novios, (cabe decir que siempre quieren estar con Lucas, lo encuetran muy lindo) es tan gracioso ver sus caras cuando le digo: "Amor, ¿tú me quieres no?" Y asiente mientras acaricia mi naríz con la suya, es como si hubiesen visto al mismísimo diablo...

—¿Y si hacemos pijamada luego de la fiesta?.– Le propongo para sanar las heridas de no poder estar en el mismo curso. Tal vez exagero.

—¡Bien! ¿Te parece en mi casa? Mis padres no van a estar y no vamos a tener que molestar a nadie. 

—Dale, antes de la fiesta dejo mi mochila en tu casa.

—Si si, además de que me vas a tener que ayudar con la ropa, vos sabes de esas cosas.- Dice riéndose. 

Llegamos a nuestras casas y sólo quedaba esperar a la fiesta...