Cap.9: TENSIÓN

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Abrí mis ojos lentamente, la luz blanca del lugar aún no me dejaba ver hasta que pude aclarar la vista. Techo blanco, paredes pintadas del del mismo color, ese irritante pitido que haría que me explotara la cabeza, mi cuerpo lleno de vendas y una sábana y bata blanca, no he muerto, solo estoy en el hospital. No sé que sucedió y me gustaría saber como llegué hasta aquí, de hecho, me gustaría saber cuanto tiempo llevo aquí ya que no recuerdo absolutamente nada y tampoco como me hice estas, esperen un segundo, no tengo ninguna herida. Estuve así por un tiempo, cuestionandome, que pudo haber pasado hasta que mi salvación llegó.

— Hola Stiles ¿cómo te sientes? — dijo la madre de mi latino alfa.

— No siento ningún tipo de dolor pero no entiendo como — dije confundido — Tampoco entiendo que hago aquí, no recuerdo nada, ¿me desmayé o algo por el estilo?, ¿cómo llegué hasta aquí?

— Me alegra saber que tus heridas mejoraron — dijo la mujer de cabello rizado con una sonrisa.

— Melissa no estoy jugando, no evadas la conversación, ¿cómo rayos llegué hasta aquí? — estoy empezando a enfurecerme.

— Sti… relájate, por favor — dijo con voz tranquilizadora.

— No entiendo nada, ¿tuve un accidente?

— Creo que eso deberías hablarlo con alguien más.

— Conmigo — dijo mi padre apareciendo en el marco de la puerta.

— ¿Papá? — lo llamé confundido — ¿Qué haces aquí?, ¿qué sucedió?

— Stiles, necesito que respondas algunas preguntas.

En ese momento sentí que bajé de golpe del cielo al infierno, que el poco calor confortante que sentía se convirtió en un eterno frío, ¿había cometido un crimen?, quería desaparecer o caer en un sueño de veinte años o simplemente jamás despertar, era escalofriante, como si un gran monstruo o una ola de zombies te persiguiera y te acorralaran en un callejón sin salida.

— Los dejaré sólos — habló Melissa con obvias intenciones de abandonar el lugar — Stiles, necesito que mantengas la calma, ¿entendido?

— De acuerdo — respondí desanimado.

— Stiles… — lo interrumpí.

— Papá lo que sea que haya hecho, lo siento.

— Stiles yo… es que… ¡mierda, no sé como decirlo! — vaya, parece que tendrá un colapso, yo tendré un colapso.

— Solo dilo, está bien — traté de tranquilizarlo aunque yo por dentro pareciese vivir la revolución de un país entero, todo era explosivo.

— Derek murió — habló mi padre sin más.

Y mi mundo se vino abajo, está vez sentí que caí tantas veces del cielo que se me desfiguro el rostro, que ese cálido ambiente se convirtió en un frío espacial y mi piel estaba expuesta en ese gran vacío estrellado, congelada, con la sangre hirviendo dentro de mi petrificado cuerpo a punto de explotar, que los zombies me alcanzaron en el callejón y desmembraron mi cuerpo. Tal vez ahora quería que ese sueño de tan solo veinte años se convirtiera en mi propia muerte, aún siendo eterno tendría la oportunidad de despertar pero ahora no quiero hacerlo, Derek, la persona con la que pasé todo el tiempo el último año, la persona de los besos, abrazos y actos indebidos más cálidos, el amor de mi vida, mi lobo malhumorado, estaba muerto. Sentía como arrancaban sin mi consentimiento una parte de mi alma, dolía y no sabía como explicar el ardor y vacío que sentía en mi pecho, era como si yo estuviese muriendo con él.

— ¿Cómo sucedió? — pregunté con mi voz a punto de romperse.

— Sti fuiste tú — dijo mi padre con miedo en sus palabras.

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