Mi Única Rosa🌷

Capítulo 7:

Al mirar mi calendario pude notar que ya estábamos casi a mitad del año, preguntándome cuando todo paso tan rápido. Entonces recordé el baile y a Tiffany, por ella solo podía hacer una cosa y era asistir.

-Hoy es el gran día.

-¿Tú quien diablos eres? -pregunté sorprendido al ver a Ricardo tan bien vestido- No eres para nada el Ricardo que conozco.

-¿Lo dices por la colonia?

-Porque tu te ves elegante mientras que mi hermano parece un vagabundo todo el día -Su sonrisa de hace un momento murió con mis palabras.

-No tiene chiste mostrarte esto a ti, no tienes sentido de la moda después de todo.

-Como digas Ken.

-¿En serio nos parecemos?

-Creo que tu Barbie necesita un Ken más guapo.

-Si que eres un gusano molesto.

-Somos hermanos después de todo, algo tenemos que tener en común.

-Vístete de una vez y cierra la boca.

-Empiezo a creer que tu eres Barbie.

Decidí ir con un traje que tenía desde hace un tiempo, pero que jamás use para ninguna ocasión especial, pero hoy por fin estaba listo para usarlo.

-Nos vamos mamá. -Se despidió con un beso y se adelantó para buscar a Katherine.

-Cuídate Alex -Me beso dulcemente en la mejilla- y no te metas en problemas.

-Te prometo que no lo haré.

-Tu papá también te desea suerte.

Yo sabía en el fondo que en realidad no le importaba a mi propio padre, ella solo decía eso para que no pensará como pienso acerca de el.

-Volveremos a las 11 -Salí y camine hasta alcanzar a Ricardo.

Mi padre y yo no hablamos hace años y por esa razón vivir juntos era muy incómodo. Otros se llevan genial con sus padres, otros desearían tener uno, pero yo simplemente nunca le agrade pese a que soy su propia sangre...

-¡Alex! -Escuche gritar a la distancia.

-¿Ricardo? -Vi sacar su cabeza de una limusina elegante, mientras se acercaba a mi- ¡¿Acaso lo secuestraron?!

El vehículo se detuvo y salió Ricardo.

-Su carruaje señorita.

-¿Y esto qué es? -pregunté confundido- ¿La alquilaste?

-Claro que no, es la limusina del papá de Katherine y nos va a llevar a la fiesta.

-¡Dense prisa! -grito el que parecía ser el papá de Katherine.

-Bien nos vamos.

8:30 P.M.

-Bien llegamos -dijo el chofer que amablemente nos abrió la puerta.

-¡Ya pueden bajarse! -dijo el papá de de Katherine bastante exaltado.

-¡Relájate papá!

-Estos niños de ahora... -Se bajó y entro murmurando palabras.

-No creo que le hayas agradado Ricardo -dije.

-¿Por qué no?

-Pasaste hablando todo el viaje de ti y Katherine.

-Pero eso es algo normal...