Latido, asistolia, latido.

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Capítulo 3: 

Latido, asistolia, latido.

El sol continuaba saliendo haciendo que Lexa entrecerrara un poco los ojos, le había dado el casco a Clarke y ella ya no tenía protección contra la luz del sol, por suerte tenia anteojos de sol guardados en el pequeño compartimento debajo del asiento, aunque lo que menos quería en esos momentos era cortar aquel contacto, no quería separarse de aquellos brazos que la rodeaban con tanta fuerza, pero no podía continuar conduciendo de aquella manera.

Lexa aminoro la marcha y estaciono la motocicleta, se bajo y le dio la mano a Clarke para que se bajara también.

— ¿Sucede algo? — pregunto Clarke quitándose el casco. —

— El sol me esta matando. — Lexa levanto el asiento y saco los lentes de sol del estuche que estaba dentro de su bolso. —

— Por un momento creí que me dejarías aquí. —

Lexa le sonrió y negó con la cabeza, se subió a la motocicleta y espero por Clarke, antes de comenzar a andar. La castaña sonrió involuntariamente cuando sintió nuevamente los brazos de Clarke aferrarse a su cintura.

Cada vez que la castaña lograba sentir todo eso que le pasaba a su cuerpo cuando tenía a Clarke cerca, le era imposible no querer volver el tiempo atrás y conocer primero a Clarke antes que a Bellamy. Lexa era consciente de que a la menor de los Griffin le pasaba algo con ella, solo le bastaba con notar en como la miraba, en cómo se sonrojaba cuando le hablaba, Clarke siempre fue muy mala para ocultar cosas y los sentimientos que tenían por ella no iba a ser lo primero que lograra ocultar.

— Gracias por traerme, de verdad. — le agradeció Clarke mientras le entregaba el casco y le regalaba una enorme y genuina sonrisa, algo que hizo que Lexa sonriera aun más. —

— No ha sido problema, aunque sinceramente hubiese preferido que me llamaras, tal y como te lo he dicho. —

— Me recuerdas al idiota de Bellamy ¿sabes? —

— Me estas insultando. — contesto de manera seria. —

— Lo siento, iba a llamarte cuando la mayoría de los chicos quisieron ir al bar. — la rubia se encogió de hombros. — pero te dije que me romperías el móvil si lo tocabas. —

— ¿Fue culpa mía? — pregunto sonriente. —

— Que va, solo me quede sin batería. —

Ambas quedaron mirándose por unos instantes, la primera en desviar la mirada fue Clarke, aquellos ojos verdes la ponían demasiado nerviosa, pero al mismo tiempo le encantaban demasiado.

— Oye Lexa... quizá esto te suene algo extraño, pero aún no me apetece entrar. — le dijo mientras miraba sobre su hombro la entrada de su casa, al girarse vio la cara de sorpresa de la castaña y rápidamente quiso retractarse. — lo siento. — la rubia cerro los ojos y rio por lo bajo. — gracias nuevamente por traerme. —

En esos momentos Clarke giro sobre sus talones y comenzó a caminar hacia la entrada de su casa, pero una mano sobre su hombro la detuvo. Cuando Clarke se dio vuelta y vio a Lexa observándola con curiosidad, no supo que hacer, prácticamente le había dicho a la mejor amiga de su hermano que se la llevara de allí porque aún no quería entrar, pero aquello había sido una mentira, a Clarke no le molestaba estar en su casa, por un momento, por un mínimo instante sintió la necesidad de pasar aunque sea unos minutos más al lado de aquella castaña que siempre la había tratado con tanto cariño, a veces odiaba que su libido terminara hablando por ella.

Neon Lights [ClexaAU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora