Capítulo 01

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—¡Maldición Pablo, te dije que apretaras el círculo, no el cuadrado! —observé con molestia cómo el personaje de mi primo acababa de morir en la pantalla y le quité el mando

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—¡Maldición Pablo, te dije que apretaras el círculo, no el cuadrado! —observé con molestia cómo el personaje de mi primo acababa de morir en la pantalla y le quité el mando. Ni siquiera entendía por qué me molestaba en enseñarle, al parecer hacía el tonto de puro gusto, era abrumador.

—¡Noah no! —gritó cuando le quité el mando. Hizo un puchero con sus labios y yo negué, quitando el juego.

—Se acabó, si quieres jugar a algo pone esa mierda del Fornite, no te voy a seguir enseñando a jugar Battlefront —Me levanté ignorando el inocente mohín que se había posado en su rostro. No es que lo odiara, en realidad lo quería mucho, pero yo no solía tener mucha paciencia para estas cosas, y lo peor es que él lo sabía. Rodé los ojos.

Salí de mi habitación y fui a la cocina a buscar algo de beber. Mi abuela estaba ahí terminando de preparar el almuerzo.

—¿Ya se aburrieron de jugar? —me preguntó cuando me vio entrar. Yo negué, dejando escapar un comprometedor suspiro.

—Yo me aburrí de enseñarle a jugar, él seguramente ha de estar rateando ahora —dije restándole importancia mientras me encogía de hombros.

—No seas muy duro con él, sabes que te quiere mucho.

Sí, eso lo tenía bastante claro. Él era mi único primo después de todo, por alguna razón yo era algo así como su hermano mayor. Y no me molestaba, yo lo entendía mejor que nadie, sabía que me idealizaba tanto como yo alguna vez idealicé a mi tía. Y comprendía que quisiera estar todo el día pegado a mí y que yo le enseñara todo lo que sabía, pero a veces era un poco pesado. No sé si me entienden, yo nunca me crie con niños pequeños, siempre fui solo yo, y bueno, cuando Pablo nació, solían traerlo de vez en cuando a casa, en ese entonces eran tan pequeño que realmente daba gusto estar con él solo para contemplar lo adorable que podía llegar a ser, pero ya está en esa edad en la cual anda un poco inquieto, o eso suponía yo.

—No soy duro, solo que me frustra.

—Bueno, tenle un poco más de paciencia.

Decidí solo guardar silencio mientras me servía el refresco que tanto anhelaba beber. Tomé el vaso luego de darle el primer sorbo y salí en dirección a la sala de estar, cuando comencé a escuchar ruido proveniente de afuera. ¿Por qué tanto alboroto? Eso definitivamente no era algo común en este barrio.

Quise asomarme por la ventana. Cabe destacar que vivía en el tercer piso de un departamento, por lo que la ventana de la sala me daba una vista panorámica perfecta a todo el sector.

Dirigí mi vista hacia la entrada del condominio, que era desde donde venía todo ese ruido. Había un camión de mudanza, y un par de personas que a lo lejos no pude distinguir bien, pero bueno, de todas formas, no es como si me importara mucho.

—¡Abuela, hay un camión de mudanza en la entrada! —grité con intenciones de ser iluminado, ella debía saber algo, siempre estaba enterada de todo lo que ocurría aquí dentro.

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⏰ Última actualización: May 29, 2020 ⏰

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El chico de mi barrio (Gay/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora