stay; emiliaco

stay

"No hay nada más que quiera ahora,
ni si quiera puedo asegurar que mi
corazón esté latiendo"

Emilio río divertido al ver a su compañero laboral mirando a la nada, a pesar de que sabía con certeza el porqué de su actitud, decidió ignorarla y prefirió proseguir con su plan.

Dos pasos más y un "boo" bastaron para provocar que el menor soltara un pequeño grito y saltara en su lugar, Emilio tenía esa horrible costumbre de asustarlo cada vez que tuviese la oportunidad. Al rizado le parecía cómico que por más que asustara a Joaquín y siempre aplicara la misma estrategia, el menor nunca se lo esperaba.

Joaquín se giró para encararlo, mientras le miraba de mala manera antes de darle un pequeño empujón.

— Menso, me asustaste. — Dijo Joaquín poniéndose de pie, Emilio río.

— Era la intención – dijo con una sonrisa.

— ¿Que te trae por estos rumbos, no se supone que tenías un par de entrevistas acabando el concierto? — la voz del menor sonaba ligeramente temblorosa, sabía que su madre lo esperaba afuera debido a que sus entrevistas individuales habían terminado, pero aún así decidió quedarse un poco más, Emilio mordió su labio inferior intentando encontrar alguna excusa, pero no tenía tiempo, así que prefirió decir la verdad.

— Y así será, pero antes quise pasar a despedirme...— Joaquín trago duro, vaya que dolía pensarlo, pero cuando salió de los labios del mayor, su corazón sucumbió en un abismo.

Entonces la realidad lo golpeó; si, podía haber llorado minutos atrás encima de ese escenario pero en realidad fue en ese momento en que entendió que de forma "legal" su contrato juntos había terminado, no había algo más que los atara como un dúo y según las claras palabras de Juan Osorio, era momento de emprender sus caminos por separado con el éxito que cada uno había conseguido.

Sin embargo, no se sentía feliz, ni emocionado, solo se sentía triste y perdido y aunque muy en el fondo sabía que Emilio se sentía de la misma forma, prefirió no decir nada.

— Ah... — logró articular — Bueno... Y-yo, no se que decir — se sinceró Joaquín dejando caer su peso sobre el sillón que estaba a su costado, Emilio suspiró.

— Yo tampoco, pero creo que aún así quiero quedarme aquí. — El rizado tomó el valor de mirar al menor, el cual lo miraba de la misma forma; con los ojos desbordando tristeza.

"Así que quédate, será lo que
tenga que ser..."

Bastaron un par de segundos para que el silencio comenzara sentirse pesado, Emilio le miraba desde un costado de pie, mientras Joaquín jugaba con sus manos, aún así fue el menor quien alzó su vista tomando el valor de ponerse de pie, pero sin dar ni un solo paso.

— ¿Sabes? Es chistoso como siempre nos despedimos de formas originales y con cientos de bromas y palabras, pero hoy de verdad es como...

— ¿Como si no quisieras hacerlo? — Emilio le miró con su corazón latiendo con fuerza, esperanzado a que el menor se sintiera de la misma forma que él.

— Exacto...

— Si te soy sincero, prefiero quedarme en silencio mirándote aquí por horas, que tener una entrevista incómoda allá afuera... — susurró el rizado acortando un poco más la distancia entre ambos, logrando así que sus manos rozaran, Joaquín sonrió ladino.

— Entonces quédate. — susurró rozando su nariz con la del rizado, Emilio tragó duro, así como sus bromas seguían asustando a Joaquin, la cercanía del menor le seguía provocando nerviosismo.