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Violeta se encontraba en su cuarto, triste y molesta después de haber peleado con Dash, que estaba castigado por haberse burlado de su hermana.

-sinceramente, no me importa que sea mi hermano menor- dijo Violeta, para sí misma- él siempre busca la forma de burlarse de mí y lastimarme.

De pronto, el teléfono de Violeta vibró. Ella lo revisó, y vio que era Tony.

"Hola, ¿estás bien?"

Violeta dejó escapar una sonrisa débil, y le respondió

"Sí, estoy bien, gracias"

Inmediatamente después, recibió una respuesta de Tony

"¿estás segura?"

"Sí, no te preocupes".

"Lamento que nuestra cita sea cancelada. ¿podemos dejarla para otro momento?

"Sí, cuando quieras"

"¿qué tal el próximo fin de semana?

"Seguro, si no estarás ocupado..."

"¡perfecto! Espero no enfermarme de nuevo, jajaja".

"Bueno, adiós".

Tras haber tenido esa charla con Tony, Violeta se sintió un poco mejor que antes.

-bueno, al menos tengo a alguien que se preocupa por mí- se alegró Violeta.

Mientras tanto...

Helen había subido las escaleras para dirigirse hacia el cuarto de Dash. Y, cuando tocó la puerta, Dash preguntó:

-¿quién es?-

-soy yo, Dash- respondió Helen, seriamente.

-¿qué pasa?- preguntó Dash, quedito.

-¡quiero que vayas con tu hermana y te disculpes con ella ahora mismo!- ordenó Helen.

-¿qué?, pero, mamá, yo...- cuestionó Dash

-no quiero excusas, jovencito. Tú fuiste el que la hizo llorar, y ahora tendrás que disculparte con ella si no quieres que te extienda el castigo- gritó Helen.

-está bien, ma- obedeció Dash, quien salió de su cuarto.

Nota: ahora voy a continuar la siguiente parte de la historia... ¿qué pasará?

Amor Entre Hermanos (Los Increíbles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora