La bruja

1-.

Hola a todxs!! Como están? bueno aquí subo una pequeña historia que había escrito ya hace tiempo pero nunca la subi XD y mi prima LaTangadeBruno la edito y mejoro, es una novela historia con personajes originales ♥  xd hetero JAKSJSKS espero y les gusten ♥

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 Amanda bajó apresurada el camino de adoquines que lastimaban sus descalzos pies, poco a poco fue alejándose del pueblo donde ya no tenía nada, solo malos recuerdos.

¡Había logrado escapar del tumulto de la inquisición! Logró sobrevivir. Feliz, pero agotada, decidió descansar en una enorme roca que estaba a un lado del camino de piedras, suspiró y miró al cielo que era alumbrado por los luceros, la melancolía y la tristeza la abatió, aun cuando su pequeño escape aminoraba su negatividad, su corazón aún vibraba de terror. Era una bruja o más bien, la gente del pueblo creía eso y ahora querían matarla.

¿Qué podía hacer ahora? Seguramente no podría ir al siguiente pueblo. Amanda podía jurar que los del pueblo vecino ya estaban enterados de todo. Así como los del pueblo siguiente y el siguiente. La chica tomó su cabeza y apretó sus cabellos sintiendo la desesperación invadirla, miró hacia el cielo nuevamente buscando calma en las brillantes estrellas, peinó sus cabellos rojizos, tratando de acomodarlo y despegarlos de su sudorosa frente.

Se levantó de un salto, sintiendo enseguida el contacto con el frío suelo, resopló, recordando que sus zapatillas habían pasado a una mejor vida en algún punto del camino, observó la falda de su vestido, notando lo desgastada y rota que estaba, mientras se acomodaba la pequeña manta que traía sobre sus hombros.

Miró por donde había venido, con dirección al pueblo, furiosa, mordió su labio inferior ¡Odiaba su situación! ¿En qué momento ella había pasado a ser una bruja? Amanda quería encontrar la respuesta, pero eso era algo que jamás encontraría.

—Están locos — Susurró ella para sí misma.

¡Ya había sido testigo de la muerte de muchos inocentes por la ceguera de las personas devotas a la iglesia! Y ahora ella era víctima de aquello. Incluso su propia familia la había tildado de bruja; su padre, su madre, de no ser por su hermano mayor, Carlo, habría muerto pues éste la ayudó a escapar.

Salió de sus pensamientos cuando creyó escuchar voces, recordó que aún estaba en peligro, que algún miembro de la Corte del Inquisidor podría reconocerla y capturarla, haciendo que todo el esfuerzo de su hermano fuese en vano.

Con nerviosismo Amanda miró los árboles que estaban a un lado del camino, invitándole a entrar al bosque. No tenía otra opción, sabía que entrar al bosque era firmar una sentencia de muerte, pero... entre eso y la inquisición, la respuesta era más que obvia. Tomó una profunda respiración para llenarse de valor, con paso suave y tembloroso, provocado tanto por el miedo como por el dolor de sus pies, se adentró en la profundidad del bosque.

Miles de preguntas pasaban por su cabeza mientras apartaba las ramas.

¿Qué hacer? ¿Adónde iría? ¿Tendría que ocultarse toda la vida?

El camino se hacía más y más oscuro, las copas de los árboles se hacían cada vez más altas y sus pensamientos se tornaban tormentosos. Un lobo aulló en la distancia y ella chilló de miedo, sintió un sudor frío bajarle por la espalda, lo que provocó que su respiración se hiciera errática y sus ojos se llenaran de lágrimas.

Pero siguió caminando, en ese momento ella prefería morir a manos de una bestia que apedreada o quemada.

—Tantas opciones para morir— Pensó la pelirroja irónica.

Sacudió su cabeza no queriendo pensar en las infinitas maneras en las que podía morir, ahora mismo, lo más importante, era conseguir refugio, un lugar seguro y en el bosque era todo un riesgo.

Por el rabillo del ojo notó una cueva, sonrió pensando en que su suerte empezaba a cambiar, corrió hasta ella para ocultarse, encontrándose en el camino con unas cuantas nueces y bayas silvestres, que recogió, comiéndose algunas en el camino. Al llegar a la cueva, buscó el lugar más oculto de esta para sentarse y terminar de comer, al finalizar se acurrucó con su pequeña manta, cerró sus ojos para dormir, decidiendo dejar sus preocupaciones para mañana.