SEIS

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-¿Alguien puede decirme que son estos artefactos que tenemos aquí al frente?.

La guía tiro aquella pregunta esperando que nadie pudiera responderla, pero para su sorpresa varios de los uniformados alumnos levantaron la mano.

-Tu- Dijo señalando a una muchacha pelirroja en la pequeña multitud.

-Es el cetro y la bombilla de coronación- Respondió segura de si mismas la chica de baja estatura.

La guía asintió con una sonrisa dándole a entender a la joven que esta tenia la razón.

-Así es señorita- Señalo con su palma abierta a el cetro y la bombilla que parecían estar bañados en oro. -Este cetro, es sostenido por la mano izquierda del heredero al trono mientras que la bombilla o esfera es sostenida por su mano izquierda, el cetro representa el honor real y la bombilla el pueblo, al ser coronado el heredero, jura por su honor cuidar el pueblo. Un bello simbolismo.

Otro alumno levanto su mano para hacer una pregunta.

-¿Es verdad que si el heredero baja los brazos en medio del juramento en la lengua antigua, se esta negando a ser rey o reina?
-Si, esta en lo cierto joven. Ahora, si quieren pueden pasear y mirar siempre con cuidado de no dañar nada, la capilla, luego volveremos al gran salón.

Los estudiantes se separaron, empezando a caminar entre los asientos, acercándose al altar, anonadados por la belleza del lugar, incluso Merida habia ido a hurguetear donde estaba el órgano gigante junto con sus otros compañeros, del trio de amigas, ella era la más sociable.

-Hans sigue ahí con la profesora- Le dijo a la platinada la rubia.

-Perfecto, que ahí se quede- Le respondió de mala gana involuntariamente.

-Ey, que yo no te he hecho nada.

-Perdón, tienes razón- Se disculpo avergonzada. -Es que solo quiero irme a casa.

-No estas bien desde que llegamos aquí, me he cansado de decírtelo.

Rapunzel se sentó en uno de los tantos bancos, el que estaba frente al altar donde estaban el cetro y la bombilla.

Elsa se acerco sabiendo que tal vez se metería en problemas.

-Un movimiento en falso y lo sabrán- Volvió a escuchar ese susurro en el aire.

Volteo rápidamente a ver a Rapunzel.

-¿Tu dijiste eso?- Le pregunto.

Rapunzel se molesto, su prima estaba pasando la línea de lo raro.

-Suficiente Elsa, voy a decirle a la profesora que estas indispuesta y te mande a casa.

Apenas la corónense volteo sintió como Elsa la abrazaba por los hombros y la obligaba a parar.

-No Punzi, no lo hagas, por favor.

Rapunzel se soltó y alejo de la platinada, que la miraba con un puchero y ojos de gatito bebé.

-Ay no- Se horrorizo un poco, sabia que caería. -No no, esa cara y esos ojos de niña recién rescatada de la calle.

-Por favor- Rogo aniñando su voz.

-Deja de comportarte como una psicópata y lo hare, ahora habla o yo lo hare, con ella- Señalo a la profesora.

-Pero tu no me haces caso cuando te digo las cosas.

-¿Cuándo me dijiste algo?

-Dije que vi el fantasma de una niña en la biblioteca y no me hiciste caso.

Rapunzel la miro desde abajo, con la expresión en penumbras, porque estaba indignada y molesta.

La tomo del cuello de la camisa. -Voy a golpearte Elsa, si no dejas de bromear.

-Vez que no se te puede decir nada enana.

Rapunzel soltó un suspiro de frustración. -Vez este puño primita- Levanto su puño izquierdo. -Dice: Dejar en la cara de Elsa sin ninguna delicadeza.

-Eso es muy violento Rapunzel.

Independientemente de que Rapunzel hablara o no en serio, Elsa agradeció a los dioses que su pelirroja amiga, Merida, haya estado ahí para intervenir.

-Parece que la única que no se ha comportado raro en este vieja soy yo, si señor- Se podria decir que se autofelicito.

-Yo no me estoy comportando raro- Se defendió Rapunzel sin soltar el cuello de Elsa.

-Claro que no “Medio metro”- Uso su apodo para burlarse de ella. -¿Y tu que Elsa? ¿Estas buscando que alguien te golpee o que?

-Yo no estoy buscando eso- Tomo la mano de su prima y logro hacer que la suelte, luego se acomodo la camisa bien dentro de su falda cuadrille.

-Si quieres yo puedo golpearte con gusto- Le ofreció apoyo Merida, con el pulgar arriba en señal de buena voluntad.

Elsa sonrió. -Agradezco tu asistencia señorita Irlanda pero no- Luego miro a la pequeña rubia que aun la miraba molesta. – Rapunzel tuvo un “Pequeño” ataque de ira.

-Ja, no va a tener un “gran” ataque de ira si no puede explotar.

-¡Basta, no se burlen de mi!- Se defendió empezando a sonrojarse. -Tu cabello es tan rojo que lastima los ojos de las personas- Señalo a Merida. -Y tu Elsa, eres tan blanca que si de noche la gente creería que ven un fantasma.

Trato de ofenderlas, pero rubia platinada y pelirroja se miraron para estallar en risas.

-Eres tan tierna cuando te enojas- Le dijo Merida tomándola de las mejillas y apretándolas.

-Hormiga atómica- Agrego Elsa acariciando el cabello de Rapunzel como si fuera un perrito.

Créanme cuando les digo que si Rapunzel hubiera contado con más tiempo esas dos hubieran terminados muertas por la golpiza que les hubiera dado a ambas, porque Rapunzel podía parecer tierna, pero cuando se le acababa la paciencia se le acababa.

Salvadas por la campana, eso fue lo que paso con Merida y Elsa, la profesora y la guía diciéndoles a los alumnos que debían formar nuevamente, porque regresarían al gran salón.


YO SOY LA REINA [Elsanna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora