TENTATION 2 (Adaptación) |2JAE|

9.

Metió las llaves en la cerradura y abrió. El olor a casa le asentaba bien. Después de un día entero redactado cosas para el señor McCain, no había mejor cosa que llegar a casa. Cerró la puerta tras el, y guardó las llaves de nuevo en su bolso. Cuando miró la hora, pudo notar que se habían hecho más de las seis de la tarde, ¿de que servía haber regresado temprano si igual había tardado? Negó con la cabeza interiormente.

Caminó exhausto, por la cocina y tomó una soda del refrigerador. Abrió con cuidado la lata de Coca-Cola y tomó un sorbo de esta. Mientras ingería, un hombre a medio vestir apareció tras el.

- Choi. – le llamó tras el. YoungJae dió un salto en su sitio. Abrió un poco más los ojos y se volteó ante el llamado. Oh por Dios, Jackson.

Este la recibió con una sonrisa fina en los labios. Tenía el cabello ligeramente mojado y algunas gotas de agua cayendo en todo el torso. Aquel bóxer caía de entre sus caderas y hacía imaginarse a cualquiera toda el gran volumen de su miembro. Unas piernas grandes y gruesas que también conjugaban con su cuerpo entero. Y esos ojos, negros, preciosos, que lo miraban a el con todo el deseo del mundo. Aunque YoungJae, no se atreviera a aceptarlo todavía.

Pero demonios…¿Por qué se fijaba en Jackson de esa manera? Parpadeó y golpeó interiormente sus pensamientos.

- ¿No vas a desearme feliz cumpleaños? – dijo y abrió los brazos. YoungJae negó con la cabeza en su interior. No, no podía…

- Feliz cumpleaños. – le dijo aun manteniendo una distancia prudente. Lo miró despectivo y se dio vuelta para no prestarle atención.

Atrás, Jackson sonreía de oreja a oreja.

- ¿Solo así, Choi ? – le pregunto con una voz ronca y –aunque el no quisiera aceptarlo- muy, muy sensual.

- ¿Qué esperabas? – le retó . Volvió a voltearse. Encontrándose una vez más con la sonrisa maliciosa de Jackson y sus ojos puestos en el. ¿Qué buscaba? Se preguntó a el misma.

- No lo sé, un abrazo… ¿tal vez? – enarcó una ceja.

- Ha sido mucho que te haya dicho feliz cumpleaños. – lo miró una vez más, esforzando sus ganas de parecer despectiva con él. Con mucho esfuerzo, pudo lograrlo. Dejó la Coca-Cola en la encimera de la cocina y quiso dirigirse a su habitación, caminando decido y pasando por su costado.

La mano de Jackson lo agarro del codo, volteándolo para él. Una electricidad poderosa se abrió entre ellos. Oh, mierda…

- ¿Por qué siempre tan molesto conmigo? - enarcó una ceja. Ambos rostros peligrosamente cerca. Ambas respiraciones chocando y juntándose peligrosamente.

- Suéltame. - le pidió YoungJae. Apenas podía utilizar su voz. Y al hacerlo, notó la poca fuerza que su garganta le proporcionaba.

- ¿Por qué? – enarcó una ceja de nuevo. YoungJae quiso gritar. - ¿por qué siempre tan enojado y de mal humor conmigo?

- Eres insoportable, es todo.

- ¿Lo soy?

- Sí, y ahora suéltame o te juro que grito. – le advirtió el. Podía sentir el cuerpo húmedo de Jackson tocar el suyo. Aquel sentimiento le provocaba cosas que jamás imaginó con él. ¿Por qué? Se hacía esa pregunta.

- Grita, me gusta cuando haces eso. – le sonrió y apretó el brazo de YoungJae un poco más, incluso hasta llegar a lastimarlo.

- Eres tan repugnan…

- Oh… muñeco, perdóname. No soy un príncipe azul, pero sé hacer algunas cosas que podrían quedar en tu memoria para toda la vida.

Ambos sostuvieron la mirada. Joder, rayos, maldición… ¿Qué pasaba? ¿Qué empezaba a pasar entre ellos?