BROKEN [Parkamatsu]

ROTO

Era tan absurdo.

No pudo pensar en una razón para no hacerlo.

Esta clase de vida era mediocre y vergonzosa.

Solamente podía culparse a si mismo por eso.

Basura inútil

Desperdicio de espacio

Las cosas no debieron acabar así.
Él lo intentó tan duro en la escuela secundaria. Se esforzó por tener un lugar en la sociedad de personas esparcidas por el mundo. Círculos sociales ¿Tal vez? Ser reconocido como un ser humano era lo que se suponía que tenía que hacer.

Pero no le gustó. Ni un poco.

Demasiado trabajo.

¿Por qué debía ser tan abierto para demostrar ser alguien? ¿Uh?

Qué desagradable

De cualquier forma entonces él prefería ser nadie.

Eso era más sencillo. Se sintió mejor ¿Por qué mierda debía importarle la sociedad?

Formar parte de algo.

Él no quería eso.

Quería ahorrar su maldito tiempo.

¿Para hacer que?

Ah

No quería hacer nada.

Por eso basura como él no merecía nada.

¿Por qué estaba bien con vivir así?

Algo estaba mal

Por supuesto que lo estuvo.

-¿Ichimatsu?

Sus manos casi soltaron la barra que sostenía su peso cuando lo llamaron, aferró sus uñas fuertemente al metal sintiendo su corazón latir en sus oídos.

¿Osomatsu-nissan?

-¿Ichimatsu que demonios… ?- La voz familiar en su espalda comenzó a acercarse.

Lo asustó

-¡N-No te acerques o lo haré!- Gritó y casi al instante escuchó los pasos detenerse.

¡Está perdiendo el tiempo, de cualquier forma iba a hacerlo!

-¿Por qué?- ¿Realmente iba a preguntar con ese tono infantil?

-¡Estoy harto…!- ¡Era cierto! -¡…De estar atrapado en los días de esta vida de mierda!

¡Aún así no haría un movimiento para cambiarla!

–¡Nuestras vidas no tienen sentido, Osomatsu-nissan!- Las lágrimas se acumularon mientras le gritó al pavimento debajo de ellos.

Entonces el suéter rojo revoloteó en la esquina de su ojo. Dirigió su mirada inmediatamente al cuerpo que saltó la baranda de seguridad para inclinarse al vacío también.

-¿Q-Que estas haciendo?- Gritó mirándolo con ojos ampliados.
Osomatsu cerró sus puños alrededor de la barra detrás de él y suspiró dramáticamente al cielo.

-¡AH! ¡Está bien! ¡De acuerdo! Si no hay de otra. ¿Qué rayos?

-¿AH?- Le gritó en la cara, arrugado su expresión.

No había notado lo fuerte que fue el viento hasta que vio el cabello de su hermano revolverse alrededor de su rostro idéntico. 

-¡Se supone que me persuadas de no hacerlo, escoria!