Amigalletas, ya que decidimos dejar la flojera de lado y que la llama de la escritura se encendio nuevamente para esta hisotira quiero recomendarles la historia de
Asímismo es de Drifters y dejnme decirles que es muy interesante. Vayan a su perfil y denle una leida.
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Hechos historicos parcialmente alterados.
—Siento interrumpir. —Levantó la carpa y se adentro a la casa, miro los alrededores con detenimiento mientras caminaba hasta el elfo, suspiro, somnolienta y se acercó a la cama para recostarse, eran camas extrañas, pero eran más eficientes que las que tenían al ras del suelo, más fácil de levantarse y correr en caso de una emergencia. Una vez acostada miro el techo. —Tengo una quinta parte de un plan, los demás necesitan darme sus avances para hacer la estrategia, pero eso seria entrada la noche. ¿Por qué no estas entrenando? —Se giro hacía él.
—Yoichi nos dio un descanso, lo estoy aprovechando. —Así que arquería, Olmine había dicho que en ese mundo había habilidades innatas dependiendo de la especie, ellos eran buenos arqueros, así que en una batalla en campo abierto sería beneficiosa para ellos, contando en que son expertos de la arquería. Y vaya que conocía a un maestro arquero.
—¿Qué piensas sobre el arte de la seducción? —Intencionalmente se movió en la cama de manera sensual, sus extremidades parecían bailar, el elfo se encontraba sentado, mirando esto sin efecto alguno. Publico difícil, pensó Chiyo.
—Jamás había escuchado hablar de ese arte. —Sentenció, solo bostezó agotada, no tenía caso intentar nada.
—Lo explicaría, pero estoy demasiado cansada, ¿Podrías despertarme antes de que regreses a entrenar? —Cerro sus ojos y se acomodó de manera más en la cama, comenzó a quitar todo el armamento que tenía o seguramente le pincharían, Yoichi le había hecho el favor de guardar las estrellas ninja con el que fue atacada, varios kunais escondidos entre armazones de su cuerpo y varios frascos de vidrio en su posesión, vaya que tenía con que defenderse. Dejo a Kibou a su lado. Shara se acerco y levanto los frascos, eran líquidos de extraños colores. —No los toques, es veneno, puede matar hasta un caballo en menos de tres minutos. —Los dejo en su lugar. —Sólo despiértame cuando tu descanso termine, es una orden —Y se quedó dormida. Miro su cuerpo completo, con que a eso se refería con le arte de la seducción.
Disfrutó de sus últimos minutos de descanso observándola en silencio, cunado era hora de irse no la despertó, de verdad merecía un descanso después de lo que había ocurrido, total, había salvado a su aldea.
—¡Chiyo-chan ha desaparecido! —Grito Yoichi, Toyohisa y Nobunaga escucharon esto, solo rodando los ojos de la paranoia del menor. En esos últimos días la consideraba su hermana mayor, así que le preocupaba.
—No pasa nada Yoichi, somos de la misma época y esa bastarda es el demonio encarnado.
—Gracias por el halago, bárbaro —Apareció por la puerta, ese maldito de Shara no la había despertado. Y se tardo un montón en ponerse el equipo de nuevo. Toyohisa solo se molestó, pero no dijo nada. —Tengo avances, después de escatimar cuantos soldados vendrían aquí pensé quizá en treinta, pero, es muy idiota de mi parte estar tan confiada en eso, quizá vengan doscientas tropas, utilizaremos ese número nuestro favor. Toyohisa, ya que eres el comandante ¿Qué opinas sobre acorralarlos en la aldea?
—Pensé en una emboscada, esperar a que lleguen y que caiga la noche para comenzar la masacre.
—Los hombres siempre son unos bárbaros. —Se lamento la mujer.
—¡Tu eres la más rastrera aquí! —Le regaño. —¡Derrocaste a Mitsuhide junto con Mitsuyoshi y los aldeanos en Fushimi! ¡Incluso tomaste el castillo de Fushimi en una sola noche!
—¿¡Tú mataste a ese calvo!? Cuéntame como fue tu gran hazaña. —Exclamo Nobunaga emocionado. No tenía caso para ella contar algo así, estaban en medio de una encrucijada y hacia eso, sin duda los hombres solo pensaban en guerra. Aunque esa historia es su mayor logro, comenzó a mofarse en su lugar presumiendo.
—¿Qué ustedes jamás tomaron un castillo solos? —Se los restregó en la cara engreídamente. —Si tanto insisten les contaré como tome el castillo de Fushimi-Momoyama.
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—¡Aldeanos de Fushimi! ¡No deben dejar que el orgullo de Hideyoshi quien construyo este castillo sea destruido por el bastardo de Akechi Mitsuhide! —Miraba a su hermano gritar lo que previamente le había dicho, vaya que estaba encendido. Sus doncellas se encargaban de abrir paso entre los guardias, ella sería el centro de atención después de eso. Mitsuyoshi seguía animando a los aldeanos a tomar todo arma en contra de las tropas hasta que funciono. —¡Recuerden que incluso una lanza puede derribar a un Samurái! —Chiyome se fue, dejaría tomar a su hermano el pueblo mientras tomaba el castillo. Infiltrarse fue muy sencillo una vez todos los guardias estaban distraídos, sus silenciosos movimientos la hacían imperceptible, baño sus cuchillas con veneno y entro ferozmente al cuarto principal donde se encontraba Akechi; lanzo sus armas contra él perforando su piel, se quedaron incrustadas ahí. El hombre se digno a recoger su espada para dar cara al enemigo, en cambio una hermosa mujer se mofaba en su lugar al verlo, era patético.
—Ya estas muerto. —Le dijo, sacudió los frascos de veneno entre sus manos y Mitsuhide cayó en su lugar paralizado. —Debiste entrenar mejor a tus tropas, se fueron por el primer par de piernas que pasaba. Este castillo ahora pertenece a mi familia.
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—Pero después de eso huimos a las tierras de Kinoshita, la batalla de Sekigahara concluyo y el castillo se lo quedó Tokugawa. Es una pena, tenía un hermoso salón de té.
—¿¡Eso idiotas ganaron la batalla!? —Gritó Toyohisa.
—¡Eso no importa! Lo importante es que Chiyo tomo el castillo de las garras de ese calvo y lo mato, voy a quitarles los impuestos a Fushimi durante un milenio.
—¡Oya, Oya! En mi época fuiste dado muerto en batalla. Hace dos años. —Yoichi miraba es pelea sin entender nada, así que no se metía.
—¡Mentira! Llegaste aquí al mismo tiempo que yo. —Vociferó.
—¡Todos ustedes! Tenemos que planear el plan de contraataque. —Entro Shara y muchos más elfos por la puerta. —Dejen de pelearse entre ustedes, nos prometieron que recuperaríamos a nuestras mujeres, pero solo están contando historias estúpidas. —Chiyome se levanto y lo abrazó amistosamente.
—¿Qué cosas dices? Ya tenemos un plan, ¿Verdad, Nobunaga? —Asintió. —Vamos Shara-kun, los nervios antes de una batalla no son buenos, además ya están aprendiendo arquería con Yoichi-Kun, les quitaron todo el equipo a los soldados y veneraron sus cabezas. Ahora tienen armaduras. La cuestión es que su espíritu de batalla prevalezca en todo momento. —Acaricio su cara, cabello y cuello, en su mente solo se reproducía: "Es perfecto para enseñarle el arte de la seducción". —Ya se los dijimos antes, solo tiene que seguir nuestras ordenes y aplastaremos a todos.
—Parece que no eres el único que puede mover el espíritu de lucha de las personas. —Se burlo Oda del Shimazu. —Pero es cierto, solo quedan menos de dos días para todo y ya avanzamos el plan, la victoria dependerá solo de como los entrenemos. Chiyo, ¿Puedes entrenarlos de alguna manera?
—No puedo, el cuerpo de una mujer y de un hombre se mueven diferente. Pero puedo enseñarles a blandir espadas y lanzas, también a fabricar venenos, pero no serán necesarios.
—Eres una inútil, ¿Segura que tomaste el castillo de Fushimi?
—¡Es verdad, anciano! Si te hubiera conocido seguramente te hubiera traicionado.
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Drifters
FanfictionFanfic de Drifters Chiyome Mochizuki, la kunoichi legendaria se vera envuelta en una serie de eventos catastróficos mientras convive con personajes históricos reconocidos. Hechos históricos parcialmente alterados. ©All right reserved ©Todos los...