Capitulo 7

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—Lo se...

—¿¡Cómo "lo sé"!?

—yo ya sabía que hacía eso. Le dije que parara, pero no lo hizo. Empeoró.

—Bree yo te juro que-

—Cole, hice lo posible para sacarla de está casa a Pili, por favor llévatela, ¿Si?

—Bree...

—yo iré a visitarla lo que pueda, pero no la traigas de vuelta. Es por su propio bien.

—Esta bien....— hablo preocupado, nunca había visto a su ex así.

El se marchó de la casa, yendo a la suya.

—¿Y? ¿Cómo te fue?— preguntó la rubia.

—resulta que —miro a su hija, la cual miraba dibujitos animados en la televisión— Bree ya sabía lo que su pareja le hacia a Pili. Definitivamente me quedaré con la custodia.

—Oh, Cole... Yo, no se que decir. Si puedo ayudar en algo, solo dímelo.

—no por ahora, Lili. —camino hacia Pilar, y la alzó.

—papi, ¿Se puede quedar Lili a comer?

—Pili...

— Lils, ¡Porfi!

—Si tu papá quiere también.

—bueno, está bien. —suspiro el pelinegro.

—¡Sii!

—si quieres yo cocino.— dijo la rubia.

—no, cocino yo.

5 minutos despues...

—¿Cómo se hace esto? —pregunto el pelinegro.

—asi. —le indico la rubia, mientras agarraba la cuchara llena de harina para hacer una masa.

—ohh, entiendo. —el colocó un poco de harina en su dedo índice. —¿Así? —toco la nariz de la rubia, dejándola blanca por la harina.

—¡Oh Sprouse! En la que te has metido...—ambos rieron, y ahí comenzó la guerra de harina.

—¡Yo también quiero! —solto la morocha pequeña.

—Ven aquí pequeña. —rio la rubia. La agarró y la guerra entre dos, se convirtió entre tres.

Pilar se canso de esa pequeña guerra, y fue a su habitación.

Los dos adultos se quedaron como unos niños tirándose harina.

Sin darse cuenta, Lili y Cole quedaron a centímetros de sus labios.

—Lili...

—Esto está mal.— hablo ella.

El la besó.

—muy mal.

Ella lo besó.

—demasiado mal.

Se besaron.

—¡Oigan! ¿Vemos una película?— propuso Pili.

—Claro. ¿Pedimos delivery?

—Si.

—No. Estábamos haciendo esto.

Dijeron padre e hija al ultrasonido.

—¡Por favor!— pidieron las dos mujeres haciendo puchero.

—Bieeeen. —el sonrió.

Una hora más tarde, los tres se encontraban mirando una película mientras comían pizza en el sillón.

Cole no paraba de mirar a la rubia.

Y ella no paraba de mirar la película.

—¿Porque me miras, Cole? —preguntó la rubia.

—entre nosotros, admiro tu belleza. —susurró.

—oh que tierno.

—Lo se. —presumió.

—¿De qué hablan? —se metió la pequeña Sprouse.

—Nada. —dijeron al ultrasonido.

—Ajam... Hagamos como que les creo.

—Eres muy inteligente, pequeña.

—Lo se.

—Bueno, Pili. Ya es hora de dormir.

—¿QUE? ¡NO!

—si princesa. — asintió el pelinegro.

—bueno... Adiós Lils.

—Adios Pili. —le sonrió la rubia.

Cole alzó a Pilar, la llevo a la habitación, la dejo en su cama para luego apagar las luces e irse.

Bajo las escaleras, y se quedó con Lili.

—¿Se durmió?

—en lo las posible.— respondió acomodándose en el sillón.

—bueno, creo que es hora de irme.— dudo mientras se dirigía a la puerta.

—¿Segura que no quieres quedarte?

—S-si...

—¿Segurisima?

— ¡Oh dios Cole! — dijo la rubia para luego tirarse en el sillón y acurrucarse en el pecho de el.

—soy irresistible.

—si que lo eres.

—¡No puede ser, Lili Reinhart lo admitió!

Ella río y le pego en el pecho— idiota.

Ambos rieron y accidentalmente, se quedaron dormidos en el sillón.

[5:59 am, Lunes.]

—hey... Cole. —llamaba la rubia sin respuesta alguna.

—Cole....

—Colesito...

—¡COLE!

—¿QUE? ¿LLUVIA DE HAMBURGUESAS?

—¡NO!

El abrió los ojos y la miró.

—¿Que pasa? ¿Qué hora es?

—Lo que pasa es que es Lunes. Son las 6am.

—Lils, me despertaste a las 6 am, y hoy es el único día que no trabajo, ¿Que pasa?

—tengo escuela.

—oh, cierto.

—¿Me llevas a mi casa?

—pero Pili...

—¡Pilar también tiene escuela!

—cierto.

—hagamos una cosa, vamos los tres a mi casa, hago un desayuno riquísimo ahí, y de ahí, llevamos a Pili a su escuela. Luego me llevas a mi, y ¡Listo!

—me parece bien.

—genial. —dejo un beso cálido en sus labios y se dirigió al baño.

Destinados [Sprousehart]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora