Episodio 4: ¿Qué está pasando?

1.4K 162 17
                                    


Llegar a casa esa madrugada fue una odisea, porque no me atreví a conducir y los informes los rellenaba con su nombre, así que tardé más. ¿Qué le gusto, es en serio?, A cada que pensaba en ello se me aceleraba el corazón y me dolía el estómago. El conductor designado me miraba preocupado del espejo retrovisor, podía sentir su mirada penetrante en mi, él siempre era quien me iba por mi a cada fiesta en que terminaba en estado etílico, es de confianza, por lo que me atreví a contarle.

—Jake, ¿Puedo platicarte de algo?

—Mh, sí, creí que no lo haría le veo que estallará —Bromeo, pero con un deje de real preocupación.

—Bien, es complicado ¿Eres abierto de pensar, Jake?

—¿En qué sentido, señor?

—En todo sentido, en cuanto a ya sabes… en relaciones, en lo sexual, o sea en gustos ¿Me entiendes? —tartamudeaba, chocaba con las ideas en mi cabeza que no supe si estaba siendo claro.

—Eh..si

—Bien la cosa es…

—La verdad no, perdone señor —me dí un golpe en la cara con la mano abierta, tal fue que me sentí un picor en la cara y la mano, resignado me tumbé de costado en el asiento trasero — Señor, llegamos.

Me levanté enfurruñado, le dí el dinero y salió del automóvil que dejó aparcado, y yo me quedé ahí dentro sin saber qué hacer con mi ser, me sentía una carga, nunca me había cuestionado tanto, y me daban ganas de llamarlo para hablar, pero soy tan idiota que no le pedí nunca su número de teléfono.

—¡Facebook!

Grité, pero descarté la idea, porque ¿De qué hablaría? "Hola, Fluke. ¿Sabes? Me has dejado con ganas de besarte, ¿Puedes venir a mi departamento y arreglamos el asunto?", Osado pero es lo que tengo ganas de hacer, nunca había pensado en tener relaciones sexuales con un hombre, pero de sólo pensar en Fluke se me activa todo y quedo bufando cual toro, ¿Y si mejor llamaba a alguna chica para quitarme las ganas?,

—¡Oh, por un demonio! ¿Cómo voy a estar siendo infiel?, Parezco un esquizofrénico ¡Maldición! ¿Qué has hecho conmigo Fluke?

Continue protestando y dando patadas al asiento, tan frustrado, tan cansado que no me dí cuenta que el alba se alzaba, miré por la ventanilla, miré la hora en el reloj de muñeca, las 7:15 h y a las 13:00 h, debía volver al trabajo.

Bajé del automóvil, arrastrando los pies para subir al elevador que daría con mi departamento, al cual por una extraña razón no quería entrar.

Una vez en el lugar, fui derecho a tumbarme en la cama, quedé como caí, me rendí al cansancio, como me había rendido a lo que sentía por Fluke, por más que hubiese renegado.

—¿Por qué me has llamado? —me interrogó autoritaria, Sam mi amiga desde la secundaria, es mi mejor amiga, la única mujer que no es de mi familia con quien no ha pasado nada sexual, sólo muy buenos amigos— Tienes una cara que estoy te la pido cuando deba ir a un velorio, ¿Tan buena estuvo la fiesta?  

—No te burles, estoy sensible

Soltó una risotada que las personas en la cafetería del hospital voltearon a vernos, además ella aún estaba de pie y destacaba aún más, me cubrí el rostro avergonzado

—Ya siéntate de una vez, no se te quita lo escandalosa aún casada —le espeté con el ceño fruncido.

—Lo soy aún más, ya sabes —alzó ambas cejas en un gesto que daba énfasis a qué se refería.

El efecto FlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora